Es oficial: Argentina logró que Estados Unidos no imponga aranceles a sus exportaciones de acero y aluminio

Se lo anticipó en exclusiva el ministro Francisco Cabrera a Infobae. Los aranceles que había impuesto Trump eran de 25% al acero y 10 al aluminio

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Francisco Cabrera no puede ocultar su sonrisa. En pleno Día del Trabajador, flanqueado por sus asesores de confianza, el ministro de la Producción explicó en exclusiva a Infobae cómo se logró que Donald Trump aceptará excluir de su política comercial de aranceles a las exportaciones nacionales de acero y aluminio a los Estados Unidos.

"Tuvimos 27 reuniones, la relación de Mauricio Macri con Trump ayudó, y quedó claro que hay una relación estratégica con la Casa Blanca", argumentó el ministro de la Producción. Cabrera aparece como un fuerte negociador internacional: no sólo logró que la exportación de aluminio sea excluida de los aranceles americanos, sino que también obtuvo un incremento del 35 por ciento de las exportaciones promedio de los caños sin costura que llegarán a los Estados Unidos.

Mientras Japón, Canadá, México y la Unión Europea continúan negociando con la Casa Blanca, las exportaciones nacionales de acero y aluminio quedaron a salvo de la arremetida que ejecuta Trump para proteger su economía y consolidar su base electoral. A fin de año, Estados Unidos tiene comicios de medio término y el magnate americano se juega allí su eventual reelección. Trump considera a Macri un aliado regional y su gesto de exclusión de las exportaciones de acero y aluminio, se alinea en esta perspectiva geopolítica.

—¿Qué nos pidió a cambio Estados Unidos para dejarnos afuera de la guerra comercial?—, preguntó Infobae.

—Nada. Hay una consideración del liderazgo de Macri, y esta es una prueba—, respondió Cabrera.

Vía mensaje de texto, el ministro informó al presidente acerca del proceso último de negociación. Macri estaba en Chapadmalal y Cabrera tecleaba su celular desde su oficina frente a la Plaza de Mayo o en el auto que lo llevaba por las calles desiertas de Buenos Aires. En la tarde del sábado, Macri ya sabía que Cabrera había cerrado una acuerdo que no tendrá comparación con el resto de los países de la región. México, Canadá y Brasil aún tienen que superar la pulseada que se ejecuta en el Departamento de Comercio bajo la estricta mirada de la Casa Blanca.

—¿En qué consiste el acuerdo que alcanzaron Argentina y Estados Unidos?

—Ha sido un proceso de negociación duro, porque Estados Unidos se mantuvo firme en su política de restricción de importaciones del acero y el aluminio. No tengo miedo de decir que ha sido una negociación muy exitosa para el país.

—¿Qué significa exitosa?

—Que fue muy buena respecto a las expectativas que teníamos, tomando en cuenta la primera propuesta que nos hicieron. Eso lo hemos logrado porque tenemos un buen equipo, trabajando mucho y haciendo un seguimiento muy cercano de nuestros temas. Y esto nos incluye en un puñado muy chico de países que han logrado este resultado. Es decir: Australia, Argentina, Brasil y Corea del Sur. Mientras que los países que siguen negociando son Canadá y México, y la Unión Europea.

—¿Se puede decir que Argentina no va a sufrir ninguna pérdida de exportaciones de acero y aluminio a los Estados Unidos?

—Se van a hacer promedios de las exportaciones de los últimos años…

—¿Entonces…?

—El objetivo de Estados Unidos es que no haya aumento de capacidad instalada, por lo tanto que no crezcan las importaciones. Respecto al aluminio que se produce en Argentina, se tomó el promedio de las exportaciones de los últimos tres años.

—¿Y en el caso del aluminio, nos pega las medidas proteccionistas de Estados Unidos?

—No.

—En el promedio, ¿no vamos a perder una sola tonelada de aluminio?

—No.

—¿Y en el caso del acero?

—En la negociación, sobre los promedios que planteaba Estados Unidos, nos daba mal…Ellos negociaban muy duro, y no querían apartarse de la lógica diseñada por Trump…

—¿Y?

—Fue exitosa nuestra negociación. No solo logramos que nos excluyan del arancel, sino que además logramos una suba en las exportaciones, teniendo el promedio de los últimos tres años.

—¿Cómo sería la suba?

—Sobre el promedio de los últimos tres años, vamos a poder exportar un 35 por ciento más.

—Sobre ese promedio…

—Exacto. Tenemos un promedio de tres años, que daba un determinado volumen. Sobre ese volumen, un 35 por ciento más. La cuota va ser del 135 por ciento del promedio de los últimos tres años.

—¿Cuánto era el promedio de los últimos tres años de las exportaciones de acero?

—Eran 133.000 toneladas.

—¿Y ahora, tras la negociación, cuánto acero se va a vender a los Estados Unidos?

—Se van a vender 180.000 toneladas. La diferencia entre 133.000 y 180.000 toneladas, es el 35 por ciento más.

—¿Se puede decir que Argentina superó la restricción arancelaria de los Estados Unidos?

—Sí.

—¿A cambio de qué?

—A cambio de nada. Absolutamente nada.

—Europa es una aliado estratégico de Estados Unidos desde la Guerra Fría. Canadá y México son socios en el Nafta, y Brasil tiene su peso propio en la región. Estos países y la Unión Europea, siguen negociando…

—¿Y…?

—¿Y por qué el beneficio sólo para la Argentina?

—La explicación es la confianza que estamos generando en países amigos, y en donde lo que planteamos es que Argentina es un país que está tratando de salir de quince años de aislamiento. Entonces, hubiera sido injusto que Estados Unidos penalizara a la economía argentina. Pedimos una excepción, para un país que está saliendo de una gran crisis. Y lo logramos.

—¿Ayudó la relación que existe entre Macri y Trump?

—Sí. Suma muchísimo. Al otro día del anuncio de la excepción temporal de los aranceles para Argentina, Macri habló con Trump. Y entonces, dentro de las 27 reuniones que tuvimos para lograr este resultado, esa fue la más importante. No tengo dudas.

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