"El 13 de febrero de 2016 en este lugar no había nada, tampoco abajo de la tierra, ni agua, cloacas o tendido de electricidad. Esto es hacer ciudad donde no había ciudad", explica orgulloso Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, parado en el medio de la Villa Olímpica, una obra que costó 250 millones de dólares a la cual se suman otros 100 millones de dólares del Parque Olímpico donde se montaron las instalaciones para las competencias.
"Los Juegos Olímpicos de la Juventud serán del 6 al 18 de octubre. Unos 4 mil atletas de 206 países competirán en 32 disciplinas. Para ello era necesario contar con viviendas e infraestructura para albergar a los participantes y para desarrollar las competencias. Las obras se terminaron en tiempo récord y este viernes el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, entregará simbólicamente las llaves del complejo al Comité Olímpico Internacional.
Pero el verdadero desafío comenzará el 19 de octubre, cuando todos se vayan y la infraestructura construida comience un lento proceso de asimilación con la Comuna 8, una de las más postergadas del sur de la Ciudad. Las 1200 viviendas nuevas apuntan a paliar el grave déficit habitacional y a revitalizar barrios históricamente postergados como Villa Soldati y Lugano. Serán entregadas a partir de créditos blandos con prioridad para vecinos de la zona, maestros y policías. Ya hay 10 mil inscriptos.
Florencia Piñero Villar, directora general de todo el proyecto, señala que es uno de los pocos lugares de la Ciudad que tiene toda su infraestructura "cero kilómetro". Su función fue coordinar el trabajo de las diferentes empresas contratistas que trabajaron en simultaneo en los 31 edificios (con unidades de 1, 2 y 3 ambientes). "En un momento teníamos más de 2000 personas trabajando al mismo tiempo y 13 grúas gigantes. Los contratistas competían entre ellos y nosotros también los hacíamos competir", revela a Infobae.
¿Qué experiencia tomaron como ejemplo?
FPV: Como caso de éxito tomamos la Villa Olímpica de Barcelona, Londres en cuanto a gestión, y fuimos a Brasil para ver lo que había que hacer y lo que no había que hacer (hubo grandes problemas para finalizar las obras a tiempo y para reutilizarlas una vez concluidos los Juegos). Sirvió mucho ir a verlo.
FM: Una de las razones por las cuales ganamos fue porque hicimos algo que la ciudad necesitaba sin los Juegos, y se lo prestamos a los Juegos por 15 días. Era hacer un nuevo barrio.
¿Es la apuesta más fuerte para revalorizar el sur?
FM: Cuando tenés un área de la Ciudad con indicadores socioeconómicos tan diferentes, no tenés una bala de plata para arreglar el problema. Es una concatenación de trabajos en distintos ámbitos. Tenes que trabajar en muchos frentes simultáneamente.
¿De dónde salió el dinero?
FM: Se financió con impuestos, préstamos y cambio de activos. Pero la mayor parte salió del presupuesto.
¿Qué errores del viejo paradigma de la construcción de monoblocks se intentaron evitar?
FM: El primero es que no sea todo igual. Los estilos de los edificios son distintos, para que no sea como los monoblocks clásicos. Otro es la mixtura social, por eso tenés que construir para la clase media, porque si no después no se mezcla. También dejamos terrenos vacíos, que los va a comprar un privado para construir y vender al que quiera, se va a mezclar. Por otro lado, habrá locales en las plantas baja: peluquería, bar, local de fotocopias. Va a haber luz, va a circular gente en la calle. Mejora la seguridad. Tal como en el resto de la ciudad.
¿Las nuevas construcciones se van a regir por el nuevo código urbanístico que esperan aprobar?
FM: Este barrio lo dibujamos como si hubiéramos tenido el Código ya aprobado. Más o menos tenés la misma altura. Se ven muchas cosas de las que hicimos en el Microcentro.
Las veredas del nuevo barrio se ven amplias, sin desniveles. No hay cordones ni rampas, lo cual facilita la accesibilidad a personas con discapacidad y ancianos. Las calles no están cruzadas a lo alto por cables ni flanqueadas por postes de luz, todo es subterráneo. Las baldosas están diseñadas para escurrir el agua y todo está rodeado de espacios verdes. En algún sentido, el diseño recuerda a Puerto Madero (el último barrio nuevo). Los edificios tienen techos ecológicos y cuentan con sistemas para reutilizar agua de lluvia.
¿Están esperando un shock de inversión privada?
FM: Algo parecido a lo que pasó en Parque Patricios, hicimos un shock de inversión publica con el subte y el edificio del Gobierno de la Ciudad y después empezó a crecer. Hoy el barrio revivió.
FM: En la obra convivimos, de hecho la mayor parte de la gente que trabajaba acá eran del barrio.
FPV: Hay mucha gente de la zona que quiere cambiar, mejorar su calidad de vida y quiere mudarse para acá.
¿Las obras de cemento como esta son la mejor estrategia de campaña de cara al 2019?
FM: Al final esto va a mejorar la vida de la gente. Si lo terminás antes mejor. La política es para eso, hacer política que no le mejore la vida a la gente no es sano.
¿Pero la gente reconoce más las obras como esta que se pueden ver?
FM: Si, también hay obras que se ven menos, como el (arroyo) Maldonado. La gente no vio los dos caños gigantes pero duermen tranquilos cuando llueve.
¿La idea es construir todo alrededor del Parque de la Ciudad?
FM: El parque de 49 hectáreas va a quedar en el medio de este desarrollo. Es como un rombo.
FPV: Es como una macro manzana cuyo corazón es el proyecto verde. Rodeado de edificios con un uso mixto.
Desde la terraza de uno de los edificios Moccia señala y enumera las obras en construcción: "Tenés el Parque Roca, que tiene un techo que se abre y va a ser un estadio para 15 mil personas. Hay seis pabellones para deportes con canchas y una pileta olímpica. Va a ser la mejor estructura del país para los atletas. Atrás se ve el Centro de Transferencia de Carga. Por allá está el puente Lacarra a Lanús, en el medio entre La Noria y Alsina. Los techos grises del otro lado son viviendas sociales donde se muda a la gente que sale de la apertura de calles de la urbanización de la Villa 20. Aquel edificio gigante es el Elefante Blanco. Lo estamos demoliendo, va a ser una plaza, y atrás va creciendo el Ministerio Humano porteño. Para generar impacto en el sur tenés que atacar de todos lados".
Infobae también accedió en exclusiva a la pileta olímpica, única en el país y construida bajo rigurosos estándares del Comité Olímpico, que será uno de los escenarios principales de los Juegos.
Tiene dos partes, una para carreras y otra con plataformas de salto. Cada parte tarda 15 días en llenarse y tiene un laboratorio que automáticamente regula el PH, el cloro y la temperatura del agua.
Todas las obras cumplieron con los plazos estipulados por el Comité Olímpico. Sólo restan ultimar algunos detalles.