La candidatura argentina a ocupar un asiento en el selecto club de la OCDE obtuvo hoy un firme respaldo en el Congreso norteamericano, donde se abogó por la aceptación del país en la organización de las economías más desarrolladas en virtud de las "importantes reformas" que implementó la gestión de Cambiemos y de su creciente "rol de liderazgo en la economía global".
La expresión de apoyo provino en forma conjunta desde el oficialismo republicano y la oposición demócrata, que coincidieron a pesar de sus insalvables diferencias en casi todos los frentes en que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico debe hacerle un lugar a la Argentina entre sus integrantes, que hoy son 35 países.
"A medida que la OCDE se expande, apoyamos firmemente el pedido argentino de unirse a la organización", señala el texto de un comunicado difundido por el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense. Lo firman sus máximos referentes, Eliot Engel, demócrata de Nueva York, y Ed Royce, republicano de California.
"En los últimos años, el país ha llevado adelante importantes reformas económicas y ha emergido nuevamente como un jugador de peso en América del Sur", señala el texto, que no ahorra elogios para la Argentina y para la gestión macrista.
"Con una población con un elevado nivel educativo, una economía diversa y vastos recursos naturales, el acceso de la Argentina beneficiaría al país, a la región y a los actuales integrantes de la OCDE", señalan los legisladores norteamericanos, en consonancia con la posición tomada y ya pública de la Casa Blanca a favor del ingreso del país a este grupo que reúne a las economías más desarrolladas del planeta.
"Esperamos seguir trabajando con el presidente Macri a medida que la Argentina incremente su rol de liderazgo en la economía global", cierran su pronunciamiento, que constituye un espaldarazo más a la gestión de Cambiemos y una señal del respaldo bipartidista que el Gobierno cosecha en Estados Unidos, más allá de las complicaciones de la economía y los desafíos pendientes de bajar la inflación, equilibrar las cuentas públicas y generar puestos de trabajo.
Nada de eso pasa por alto en Washington, donde sin embargo el apoyo a las reformas macristas casi no muestra fisuras. Ese mismo consenso quedó en evidencia durante la semana pasada en esta ciudad, durante las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial. Por el lugar que ocupa este año al frente del G20, la Argentina tuvo un lugar central en muchos de los debates políticos y económicos que tuvieron a la capital norteamericana de epicentro.