Alfredo Cornejo llegó el jueves a la Casa Rosada cerca de las 10:30 para reunirse con Mauricio Macri, Marcos Peña y Juan José Aranguren, para presentarles una propuesta para las tarifas de gas que, según el presidente de la UCR, merecían un "aplanamiento" porque a la ciudadanía le está costando pagarlas.
Luego de este cónclave, tuvo lugar el encuentro entre el jefe de Gabinete y los presidentes de bloques de la Cámara de Diputados del PRO (Nicolás Massot), la UCR (Mario Negri) y la Coalición Cívica, representada por Juan Manuel López, en donde se decidió que se mantendrá el cronograma de aumentos pero que habrá facilidades en los pagos y licencias en cuanto a la tarifa social.
En diálogo con InfobaeTV, Cornejo dio detalles -y defendió- lo acordado, pero también criticó al kirchnerismo y parte de la oposición, y se refirió al futuro del radicalismo dentro de Cambiemos, sobre todo a las expectativas de cara a las elecciones de 2019.
-¿En qué consiste este acuerdo por la cuestión tarifaria?
-Es una propuesta que le hicimos al presidente Macri, que es no dar marcha atrás en el cronograma que tiene aprobado el Gobierno en las audiencias públicas en materia de gas pero sí en los meses más fuertes del invierno permitir prorratear esos aumentos en tres bimestres sucesivos para el que quiera optar por esa medida. Paralelamente, postergar un bimestre la aplicación íntegra de la tarifa social, no su aplicación, que está ratificada, sino esto de que la tarifa social tiene un umbral de consumo que si se pasa de eso empieza a aplicar el aumento pleno. Primero 75% después 50% y así sucesivamente. Esos dos, postergarlos un bimestre. Estas postergaciones van acompañadas de una feroz campaña disuasiva del consumo, enseñar a ahorrar en materia de gas. Vamos a poner el ejemplo de Mendoza, que comparada con Santiago de Chile, consume el doble de gas teniendo temperaturas similares en promedio porque Santiago es mas grande. Montevideo consume la mitad de Buenos Aires en promedio porque es más chica. Lo que nos muestra que estamos consumiendo mucho gas porque estaba barato, entonces el disuasivo económico no existía. Uno podía dejar abierta la hornalla mucho tiempo tomando mate toda la mañana y no afectaba sobre la factura. Tenemos que hacer esa feroz campaña. Y si no la hacemos preferimos no aplicar íntegramente ese aumento en el pico que es el invierno y prorratearlo para que la gente se vaya educando en esa baja del consumo. El otro planteo es un control sobre las empresas para que cumplan a pie y juntillas lo que firmaron en esa audiencia pública en materia de inversión, distribución y transporte para que más gente acceda al gas porque hay gente que no tiene gas y compra garrafa o tubo y paga más caro que los domiciliarios. En ese sentido también estamos proponiendo para que se cumplan los planes de inversión para que más gente acceda al gas.
-Es decir, no hay rebaja de tarifa ni suspensión de cronograma de aumentos…
-No, sí hay facilidades para pagarlo en tres trimestres y se posterga la aplicación plena de la tarifa social en invierno para que todos los que tienen tarifa social tengan consciencia de que la tienen porque no todos saben y les va a aparecer un cartel grande indicándolo. Pero paralelamente baja el consumo porque si pasa de tal umbral empieza a pagar como todo el resto de los domicilios, industrias y comercios que pagan normalmente.
-¿El prorrateo es para todo el año o para los bimestres de junio-julio?
-La idea es que esté calzado. La energía eléctrica se consume más en verano, entonces cuando venga el pleno verano no se junte un fuerte pago del gas, que sería la tercer cuota de ese tercer trimestre, con la cuota de la electricidad de enero. Que se calce de manera tal que no afecta el domiciliario y no afecta el bolsillo de la familia.
-¿Esto es solo para el gas o afecta también a la luz y al agua?
-Solo gas. Luz y agua se está trabajando. Pero ya están los aumentos y faltan otros. No se ha llamado a audiencia pública. El Gobierno está trabajando en eso siempre para conseguir los objetivos para que vayamos saneando la economía y vayamos a un sistema más fluido de servicios públicos donde más gente pueda incorporarse aumentando la oferta de gas y energía. Para eso, el Gobierno está desarrollando un plan que se está ejecutando, con energía solar y eólica. Sin aumentar la oferta no va a bajar la tarifa y eso es clave que todos lo entendamos. Hay que hablarle a los ciudadanos como si fueran adultos, no niños. Hay que explicar bien. Es una gran obligación de Cambiemos y de la oposición, que se tienta a ser oposición y huir al lugar fácil de la demagogia y la explicación simple de problemas complejos.
-¿Qué siente que fue la sesión que fracasó ayer?
-Profunda demagogia. El Parlamento no es el lugar para congelar tarifas ni determinar una política tarifaria, un tema que tiene un alto contenido técnico, tiene una mirada política pero básicamente un alto contenido técnico acerca del costo de la energía, distribuirla, transportarla y que llegue a los domicilios e industrias. Politizar eso porque se tiene una mayoría circunstancial en el Congreso no creemos que sea una política de Estado que dé previsibilidad a los argentinos en el mediano y largo plazo.
-¿Cree, como dijo Marcos Peña, que el kirchnerismo quiere hacer fracasar a Cambiemos?
-Sin duda alguna. Dejó una bomba de tiempo en materia económica. Su única salida para recuperar el poder es que a Cambiemos le vaya mal y para eso tiene que haber un desbarajuste económico y ellos lo buscan incentivando las crisis sociales. Los pequeños piquetes que se ven y toda la gente que legítimamente sale a la calle se ve a D'Elía y Camioneros encabezándolos a cara limpia. Es obvio que hay un activo K en muchas manifestaciones, eso no quiere decir que no hay que tener sensibilidad a los aumentos progresivos de tarifas.
-¿Qué le dice al votante central de Cambiemos que no puede pagar más, aún cuando lo prorrateen?
-En primer lugar, los que no lo pueden pagar tienen tarifa social. Al sector medio por consumo lo que hay que pedirle es esfuerzo pero hay que protegerlo porque es el sector productivo del país, que va desde Entre Ríos hasta Mendoza pasando por el interior de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Rosario. A todo ese sector medio que fue la base electoral de Cambiemos hay que decirle que es el camino correcto, que deben acompañarlo, que tenemos sensibilidad para sus problemas pero los consideramos. Quien no pueda pagar tiene que estar incluido en la tarifa social y debe reunir esos requisitos. Sino es que está en un umbral de ingresos un poco superior.
-¿El radicalismo co-gobierna?
-Es miembro de una coalición parlamentara, que ha apoyado al Gobierno en todas las leyes que ha querido sacar. Tiene algunos radicales que están en el Poder Ejecutivo pero que fueron convocados más por el expertise técnico que por su pertenencia política. Es el caso de Rubinstein en Salud. La verdad, nos gustaría una cosa mucho más fuerte, una presencia mucho más fuerte donde los argentinos vieran que esta coalición ha venido para gobernar muchos años, a hacer más sana la económica. Un radicalismo con todas las patas en el gobierno nos gustaría pero eso no se va a hacer generando incertidumbre, sino con debates de calidad como en el caso del gas o los impuestos vitivinícolas. Veo un presidente receptivo de esas opiniones. También creo que debemos elevar el debate lo máximo posible en la Argentina para lograr lo mejor dentro de Cambiemos y de la dirigencia política. Un buen gobierno es necesario pero una buena oposición también.
-¿Corre riesgo el radicalismo de seguir en la coalición Cambiemos?
-De ninguna manera, eso no puede ser interpretado así. Estamos convencidos de que este es el rumbo que necesita la Argentina. El trazo grueso lo ratificamos en un 100% pero eso no quiere decir que no tengamos diferencias que manifestamos en público y muchas de ellas en privado. Hay debates que contribuyen, como el caso del gas.
-¿Faltó sensibilidad social del Ministerio de Aranguren a la hora de la implementación de las tarifas?
-Advierto que hay una estricta dosis técnica con mucha racionalidad de la problemática energética. Se le habla al ciudadano desde un lugar de que el precio está regalado y hay que ir a un precio de mercado. Y se pretende que el ciudadano lo entienda perfectamente y eso creo que es un error porque hay activos que son intangibles que tienen que ver con la expectativa. Es como la inflación, no se va a bajar solo con reducir la emisión de moneda o bajando el gasto público. Se va a bajar con gestos simbólicos que ayuden desde luego a ordenar al economía en determinada dirección.
-¿Hay un exceso de planilla Excel y ausencia de calle?
-Hay exceso de racionalidad en el planteo pero del otro lado la mirada también tiene que ser con símbolos. No es bueno, pero no para atacarlo a él (Aranguren), que ha ganado sus recursos en muy buena ley, es un tipo decente, no ha tenido ninguna denuncia por corrupción, creo que es intachable desde el punto de vista de la honestidad. Tiene recursos que ha ganado trabajando pero sería un buen gesto que los tuviese en la Argentina porque es un símbolo. Ahora, no le quita ni pone al plan económica nada, pero si de expectativa ayuda. Eso fue lo que dije pero fue tomado peyorativamente y lamento que haya sido así.
-¿Es alcanzable la pauta del 15% de inflación para este año?
-Tengo saberes económicos relativos, pero me alcanzan para decir que la línea gruesa es la correcta, que es bajar impuestos o reducir paulatinamente el déficit fiscal. También tratar de crecer, hacer el ajuste fiscal, sin crecimiento sería un error garrafal. Va a ser el segundo año creciendo poco y es una buena señal. En la línea gruesa estamos en lo correcto. No han estado tan lejos las metas que se ha puesto el Gobierno en estos dos años, no ha sido exactamente la metas que se fijó pero se estuvo cerca.
-¿Cómo lo vio al Presidente en el encuentro a solas?
Lo veo bien, muy responsable de la administración, siempre con preocupación por la fragilidad que tiene el país. Estoy de su lado en ese sentido, es difícil la situación. Lo veo receptivo. Probablemente está muy enojado, con razones muy valederas, más con la dirigencia que con los ciudadanos. Cree que los ciudadanos comprenden más rápido que la dirigencia empresaria, política y la oposición. Coincido con él. Sí creo que salir del populismo, y esto es una definición política muy fuerte de alguien nacido y criado en la política, algo que no le ha pasado a Macri que más bien viene de la empresa, pero demostró ser un buen político hace varios años, pero creo desde mi visión política que salir del populismo requiere un pacto mucho más fuerte de la élite política, oficialismo y oposición, para hacerlo más rápido y para hacerlo más sólido. Requiere mucha articulación de seis o siete ejes que tienen que ver con lo fiscal, lo impositivo. Con metas que nos comprometamos todos en cumplir y hacer cumplir a la oposición. Cambiemos desde el presidente hasta los que somos segundas líneas tenemos que trabajar en eso. Sino no vamos a salir rápidamente del problema fiscal.
-El PRO ha sido muy reactivo con acuerdos políticos, sociales…
-Sí, sí, de otra forma va a ser más lento salir. Los ciudadanos se han acostumbrado y la dirigencia política tiene poca responsabilidad. De cada 10 dirigentes, 7 no tienen la responsabilidad de explicar en forma simple problemas complejos. Y la verdad es que los problemas complejos tienen soluciones complejas. Salir de la problemática de tarifas, de la problemática económica, tiene una salida compleja.
-¿Se imagina a un radical disputando encabezar la lista de Cambiemos en 2019?
-No, no me lo imagino. Mi obsesión es que Cambiemos tenga éxito en materia económica, social e institucional y que el radicalismo sea protagónico de ese debate. La verdad creo que lo podemos lograr, que no va a ser fácil, va a ser siempre muy trabajoso porque es compleja la situación de la Argentina. Pero creo que podemos lograrlo. Se ha dicho mucho acerca de las aspiraciones, pero creo que en realidad nosotros debemos contribuir que a esto le vaya bien y las aspiración de sus dirigentes van a quedar contenidas siempre si a esto le va bien. El radicalismo tiene muchas chances, porque tiene figuras que así lo permiten, de ganar gobernaciones de provincias importantes y me parece que tenemos que poner el foco en eso.
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