Cuando los autos se detuvieron en doble fila frente a Matheu 130 automáticamente se armó un canal humano para proteger a Luis Barrionuevo y facilitar su llegada entre adeptos y cantos de adhesión. Detrás suyo los custodios de la sede del PJ nacional cerraron la puerta de vidrio con rejas. Lo acompañaban dos escribanos que dejaron constancia de su presentación para asumir las funciones de interventor según la designación de la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría. Después fue a la comisaría sexta para hacer la exposición ante la imposibilidad de tomar el control del edificio.
A las 15.20 Barrionuevo subió al primer piso donde José Luis Gioja, elegido presidente en el 2016 tras un acuerdo entre distintos sectores que integraron la mesa de conducción, esperaba haciendo y recibiendo llamados de gobernadores, intendentes, legisladores y dirigentes del partido. El diálogo fue corto y tenso.
-Te tenés que ir, le anunció el titular del gremio de los Gastronómico.
Gioja se había enterado a las 11 de la mañana por el aviso de un periodista, apenas un rato después de haber llegado desde San Juan. La medida, aún cuando se comentó unos meses atrás, lo tomó desprevenido y se quejó porque ni las partes ni los fiscales habían sido notificados.
Hasta llegó a decir "este Luis Barrionuevo que vino es afiliado a un partido provincial en Catamarca" pero con picardía señaló que en la orden judicial no figuraba un número de documento que ratifique que es la misma persona que debe ocupar su lugar por lo que él no piensa dejarlo.
–¿Qué hacés hermano?, le preguntó Gioja a Barrionuevo antes de extender la mano a Carlos Acuña, integrante del Consejo y uno de los autores de la denuncia judicial a la que dio lugar Servini de Cubría. "Pero si vos sos miembro del Consejo", reprochó molesto el sanjuanino a Acuña, del gremio de estacioneros de servicio, que en diciembre dejó de ser diputado nacional por el Frente Renovador y que quitó apoyo a la marcha de Camioneros del 21 de febrero.
Fue el segundo de los integrantes del triunviro de la CGT en despegarse de Hugo Moyano y uno de los que estuvo en enero en el gran asado de cumpleaños y rosca política que ofreció Barrionuevo en Mar del Plata.
Al enojo de Gioja, el secretario general del Sindicato de Estaciones de Servicio, barrionuevista, contestó apenas con un gesto de hombros y un "y bueno…". En la calle esperaba exultante el Secretario General del Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), Horacio Alberto Valdez, el otro denunciante junto con el Secretario General del Sindicato de Obreros de Maestranza (SOM), Oscar Guillermo Rojas, ambos de las 62 Organizacciones.
Valdez insistía que "el PJ hace rato está acéfalo por eso hace un mes presentamos este reclamo". Hablaba de las divisiones, de lo que hizo el kirchnerismo mientras intentaba despegarse de los sindicalistas que desde las 62 están abiertamente con el Gobierno. La vereda estaba repleta de gastronómicos.
Barrionuevo y Gioja se sentaron de costado en un sillón mirándose de frente. Afuera todavía había más militantes con remeras de la Uthgra que los jóvenes peronistas que fueron a bancar a Gioja más tarde, algunos cercanos al kirchnerismo pero ninguno ultra K. Barrionuevo al salir dijo que Gioja estaba encerrado en una oficina y dio a entender que no había podido hablar con él.
No fue así. Gioja le explicó que hay distintas reuniones para buscar la unidad, que no quería discutir pero que iba a apelar la decisión judicial, lo que intentó hacer hoy pero los apoderados del PJ llegaron un minuto antes del cierre de Tribunales y no les recibieron la queja. Hoy volverán a las 7.30.
Barrionuevo insistió con que Gioja se tiene que ir, le pidió hacerlo con tranquilidad y sin incidentes aunque prometió hacer valer la orden de la jueza federal. "Quedate hermano, ahí tenés sillas", contestó cortante el sanjuanino que además le dijo que no estaba acostumbrado "a las patotas".
A las 15:40 Barrionuevo se fue. Habló ante la prensa en tono firme y anunció que acababa de asumir como interventor del partido. Dijo: "Soy el Presidente" lo que más tarde provocó la risa del sanjuanino. Se retiró anunciando que reclamaría el desalojo por el "capricho" de los que estaban dentro. Hubo empujones, corridas y golpes fuertes a camarógrafos y periodistas antes de que los gastronómicos dejaran la zona liberada para que los que resisten llegaran de a poco a copar Matheu.
Durante la tarde, Gioja ordenó convocar a reunión del Consejo para hoy a la tarde, confía en que la apelación matinal habilitará la cumbre. Habló con el pampeano Carlos Verna, el formoseño Gildo Insfrán, el sanjuanino Sergio Uñac, el riojano Sergio Casas y el vicegobernador de Santiago del Estero. Con el chaqueño Domingo Peppo intercambió mensajes por Telegram y aunque le escribió a Juan Manuel Urtubey, de Salta, y a Rosana Bertone, de Tierra del Fuego, ninguno de los dos le contestó.
También mandó a citar para esta tarde a Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque de senadores del PJ. Curiosamente los que no le respondieron son el ala más anti K del partido, los que empujaron la cumbre del viernes en Gualeguaychú donde se conformó un espacio opositor para el 2019 liderado por el rionegrino.
Después de la salida de Barrionuevo, en el PJ dejaron entrar a algunos militantes de la juventud peronista de Buenos Aires y Capital que armaron una especie de barra y a través de las ventanas cantaron su resistencia cuando llegó la policía. Primero fueron dos patrulleros que dejaron dos agentes de consigna y después la Infantería. Adentro los jóvenes calentaron el ambiente con el hit del verano ("Mauricio Macri LPQTP") y repetían, entre otros, un canto en contra del designado interventor: "Que papelón, que papelón, un quema urna, interventor".
Gioja buscó apoyo en charlas con gremialistas amigos (Antonio Caló que estuvo allí; José Luis Lingeri, Andrés Rodríguez y Víctor Santa María, además presidente del PJ) y con bonaerenses como Cristina Álvarez Rodríguez, Gustavo Menéndez y Hugo Curto (los tres fueron a verlo); Fernando Grey, Leonardo Nardini, Martín Insaurralde, Verónica Magario y Fernando Espinoza quien curiosamente fue visto en la Casa Rosada saliendo del despacho de Marcos Peña.
También La Cámpora emitió un comunicado de apoyo y, lo que agradeció mucho el presidente intervenido, el Partido Socialista repudió la decisión de la Justicia.
Temprano Gioja había prometido irse, incluso tenía una reunión en el Congreso, pero con cada nueva visita se fue quedando un poco más. Insistió en que se normalizó el partido en varios distritos, con la legitimidad de los avales que acompañaron la presentación de la lista única que encabezó (Daniel Scioli es su vice) y acusó al gobierno de Mauricio Macri: "Hay una clara intención del gobierno nacional que va por los sindicatos y ahora por el peronismo".
Cuando este martes por la noche la sede de Matheu quedó rodeada de policías Gioja salió a aclarar que no estaba atrincherado sino trabajando para terminar el escrito que hoy presentarán a la Justicia. También señaló que no había hablado con Cristina Kirchner y un detalle: estuvo flanqueado de mujeres del justicialismo.
Tal como dijo en ese momento media hora después se retiró, caminando. Sabe que como a todos los que se retiraron no podrá volver a entrar aunque mantendrá la reunión del Consejo y se haría en otro lugar. Avisó que si la Justicia ratifica a Barrionuevo como interventor deberá acatar.