"¡Cada día tenés más banca en el mundo, ahora (Donald) Trump nombró a tu primo al frente del Departamento de Estado!", le dijo un ministro a Fulvio Pompeo, el hombre fuerte de la política exterior del Gobierno. Era un chiste.
Sucede que el recientemente ascendido a Secretario de Asuntos Estratégicos tiene el mismo apellido que Michael Richard "Mike" Pompeo, el político y empresario que también hace pocos días recibió un enorme espaldarazo al pasar de director de la CIA a secretario de Estado, el cargo más influyente en la administración norteamericana.
Pero el Pompeo argentino sorprendió al alto funcionario que quiso hacerle una humorada. "Sabés que creo que sí, creo que somos primos". ¡Chan!
Parece que el Pompeo argentino se interesó por el origen del apellido del Pompeo norteamericano cuando estaba al frente de la CIA, de puro curioso. Y obtuvo información fehaciente de que el miembro del "Tea Party", que llegó a la Cámara de Representantes desde Kansas, tenía su abuelo nacido en Molise, una región ubicada en Italia central hacia el este, que está pegada a Campania, al sur oeste, de donde era su propio abuelo.
Como no es un apellido común, en la familia argentina de Pompeo creen que cuando las familias italianas viajaron al nuevo mundo en busca de mejores destinos, pudo haber uno que se haya dirigido hacia los puertos de América del Norte y otro hacia los puertos de América del Sur.
Fulvio no tiene más precisiones, porque aún no se encontró personalmente con el halcón de la política norteamericana. Espera hacerlo pronto, seguramente a la VIII Cumbre de América que se realizará el 14 de abril en Lima, donde Trump viajará acompañado por su recientemente asumido Secretario de Estado, donde lo presentará a la comunidad latinoamericana.
Mike desplazó al moderado Rex Tillerson, que tenía una larga relación con la Argentina desde cuando era CEO de la petrolera EXXON, que tiene filial en nuestro país. En su calidad de empresario viajó en tiempos de Cristina Kirchner, y también cuando ganó Mauricio Macri, a quien quiso conocer personalmente. También lo hizo como titular del Departamento de Estado, incluso pasó unos días en la Patagonia, a modo de descanso.
Pompeo, en cambio, no conoce la Argentina y lo más probable es que nunca se haya interesado por los avatares de estas costas lejanas. Una conversación por eventuales parentescos en Buenos Aires puede ser una buena ocasión para entablar un vínculo más estrecho entre ambas administraciones. "Cuando sepa algo más de nuestro parentesco, te cuento", le contestó Fulvio a Infobae cuando lo consultó sobre el curioso tema.