El presidente Mauricio Macri se sumó a la polémica originada en notas de Infobae que reflejaron una maniobra por la cual diputados y senadores canjean los pasajes que no utilizan por dinero en efectivo.
El jefe de Estado pidió "no subestimar más a los argentinos y decirles la verdad". "Si los diputados creen que sus salarios no son suficientes, tienen que blanquear la necesidad de tener un mejor salario, pero si este mecanismo de los pasajes se utiliza para terminar complementando sus ingresos, no está bien", aseguró en Radio 2 de Rosario.
Con sus declaraciones, el Presidente pareció validar otra discusión que cuando se planteó en el Congreso generó debate y obligó a las autoridades de la Cámara baja a dar marcha atrás con un aumento en la dieta de los legisladores.
De acuerdo al relevamiento de la ONG Directorio Legislativo publicado por este medio, los diputados más canjeadores de pasajes en 2017 fueron Elisa Carrió, Alberto Roberti, Nilda Garré, Paula Urroz y Miguel Bazze.
Durante la entrevista, el mandatario se refirió a otro tema candente: la decisión de varios de los integrantes de su gabinete de mantener parte de su patrimonio en el exterior. Esta semana, quien quedó expuesto fue el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien admitió que tiene cuentas fuera del país por una cuestión de confianza.
"Aranguren es un ministro serio y trabajador, que le ha tocado arreglar el peor embrollo que generamos con la no tarifa, la no inversión, los apagones y las reservas de gas y energía. Todo eso lo ha tenido que hacer él y no ha sido simpático", introdujo Macri. Luego, en Cadena 3 de Córdoba, fue más contundente y habló del "despelote que dejaron los K".
Y desarrolló: "Él venía de una petrolera importante y le pagaron su liquidación final con acciones. La Oficina Anticorrupción lo obligó a vender esas acciones en el peor momento del precio del petróleo, lo que le generó una pérdida importante, y esas acciones que vendió las dejó en el mismo lugar donde las tenía".
"Si algún día trae ese dinero al país, tiene que hacer inversiones que no generen conflictos de intereses, porque si él compra acciones en empresas locales a las que les termina yendo bien, pueden interpretar que pudo haber influido. Son todas cosas que tienen cierta necesidad de análisis. Esta es una nueva Argentina con un estándar alto", completó.
Una vez más, el Presidente manifestó su enojo con los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Farah por el fallo que benefició al empresario Cristóbal López. Dijo que lo que más le molestó no fue la liberación del dueño del Grupo Indalo, sino el cambio de calificación legal por la cual está imputado. "Con el cambio de carátula nos enloquecimos, porque evadir es cuando no pagás impuestos, pero ellos se quedaron con impuestos que no les correspondían y comprar cosas que encima administraron mal", completó.