El ex juez Ricardo Gil Lavedra volvió a referirse al Juicio a las Juntas, uno de los procesos judiciales más importantes desde el retorno de la democracia y que significó la condena de los principales militares de la última dictadura militar.
Al recordar los alegatos y testimonios de los familiares de las víctimas, el dirigente radical aseguró que no insultó de manera directa a ninguno de los imputados, pero cuando -junto a otros jueces- se retiraba a un salón privado de audiencias "muchas veces decíamos 'que pedazos de hijos de puta'".
"Tengo una infinidad de recuerdos. La conmoción que me provocaron muchos testimonios, porque el testigo comunica sentimientos, narra su drama. Uno recibe y transmite esas sensaciones", graficó durante una entrevista con el periodista Luis Novaresio en A24.
Y agregó: "Nosotros sufrimos un bombardeo de testimonios desgarradores, sobre todo cuando el juicio fue avanzando y cuando estaba terminando pensamos que 'estamos escuchando cosas espantosas y no me van a conmover más', y hubo un testimonio que me quedó grabado y que es de una enfermera del Hospital Posadas, Gladys Cuerva. Sinceramente hizo un testimonio terrible narrando las atrocidades, uno no se puede insensibilizar frente a estas cosas. La habían torturado salvajemente".
Según relató Gil Lavedra, la tortura formaba parte de las órdenes para que "confesaran y dijeran quienes eran los otros integrantes de la célula". "La tortura tenía una racionalidad en la perversidad del sistema, pero lo cierto es que no se limitaba a una tortura sistemática. Hubo casos de una verdadera salvajada. Como mostrarle o teniendo a la mujer y la hijas en otra habitación, hacerle escuchar como lloraban o mostrarle la bombachita de las hijas", recordó.
Por otro lado, aseguró que los días previos al inicio del proceso judicial tuvo el "fin de semana más desasosegado" de su vida. "Sentía una cuestión adentro, nos habían puesto custodia, pasaban autos cerca de la casa. Ese desasosiego era porque no sabíamos cómo iba a resultar el juicio", afirmó.
Además, Gil Lavedra se refirió a la percepción actual sobre el rol de la Justicia, la relación con el Poder Ejecutivo y la situación del empresario Cristóbal López.
"Hay una pérdida de confianza muy grande de la gente en la Justicia. La Justicia no es Comodoro Py, es mucho más grande".
En cuanto a la reciente liberación de Amado Bodou, Carlos Zannini, y otros ex funcionarios kirchneristas, Gil Lavedra sostuvo que "es probable que haya habido un exceso en muchos de esos encarcelamientos, y cuando llega el momento de poner las coas en su quicio da la sensación de retroceso. La prisión durante el proceso tiene que ser algo excepcional".
"La política presiona mucho sobre la Justicia. Hay muy pocas personas que concentran un poder enorme, todas las cusas de corrupción están en un puñadito de personas, en un procedimiento muy malo, con altas dosis de secretismo, hay pocas posibilidades de control y transparencia, y con fuerte interés político de por medio, entonces todo esto da como resultado algo no bueno".
En cuanto al caso de Cristóbal López, señaló: "Es importante que la gente cumpla con pagar los impuestos, si aparece un persona que lo que hace es una guasada y no le pasa nada, y puede librarse del castigo en un cómodo plan de cuotas, erosiona la confianza necesaria para pagar impuestos".
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