La gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, viajó hasta la otra punta de la Argentina para decir lo que el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, aún no quiere expresar públicamente. Le colgó el cartel de candidato a presidente del peronismo y respaldó un proyecto político que pueda ser liderado por él. En definitiva, le dio un empujón más a las pretensiones del dirigente salteño de liderar un nuevo camino con sello peronista.
"No sé cuál es su destino político, pero creo que tiene un gran destino y mucho para aportarle a la Argentina. Nosotros necesitamos un candidato a presidente que piense la Argentina completa, por eso yo me entusiasmo con Urtubey para el 2019″, aseguró Bertone durante un encuentro que mantuvo con el gobernador el último viernes. Sus palabras sirvieron para etiquetar las ambiciones de Urtubey en el corto plazo.
La mandataria fueguina forma parte de un grupo de gobernadores que pretenden construir un peronismo federal, republicano, democrático y alejado del kirchnerismo. En ese espacio, donde se encuentran Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco), Carlos Verna (La Pampa) y Juan Manzur (Tucumán), los mandatarios trabajan alineados para configurar una alternativa al oficialismo nacional y al armado kirchnerista que se presentó en San Luis diez días atrás. Sin definiciones claras pero más apegados a la idea que expresan sus pares, Sergio Uñac (San Juan) y Sergio Casas (La Rioja) se mueven en sintonía con este esquema que ven con agrado el liderazgo de Urtubey.
El gobernador salteño cumple a rajatabla los planes que analizaba en los últimos meses del 2017, cuando en su cabeza ya daba vuelta la idea de levantar el perfil y mostrarse como una opción de conducción en el peronismo. En ese plan de acción figuran recorridas por el país para reunirse con los gobernadores del PJ, actividades con dirigentes peronistas de provincias donde el gobierno tiene otra bandera política y un endurecimiento paulatino de su postura frente al gobierno de Mauricio Macri.
El camino para construir un nuevo proyecto ya sumó tres encuentros públicos con los gobernadores Sergio Uñac, Gustavo Bordet y Rosana Bertone. Con el sanjuanino compartió una actividad, junto a intendentes peronistas, en la Fiesta de la Vendimia en Mendoza. Con el mandatario entrerriano recorrió una exposición rural en San Nicolás y recibió en Salta a la gobernadora fueguina para establecer la cooperación mutua en el desarrollo de políticas productivas. En los primeros días de abril retomará la agenda de encuentros y seguirá con la recorrida por diferentes localidades del interior del país. En el organigrama hay más reuniones con mandatarios, legisladores e intendentes, en las que intentará buscar consenso para idear un nuevo proyecto político en el peronismo.
Urtubey no asistió ni asistirá a ninguno de los encuentros que son organizados por el kirchnerismo, y en donde legisladores del Frente para la Victoria y funcionarios del gobierno anterior tienen una participación activa. En los primeros días de este año, en una entrevista con Infobae, dejó en claro que no hay posibilidades de construir un esquema político y electoral con Cristina Kirchner y el espacio que ella conduce. El gobernador salteño es la cara visible de una división que se profundiza con el avance del calendario. A un lado del río se encuentra el kirchnerismo asociado a Hugo Moyano, que construye bajo el reclamo de una amplia unidad. Y en el otro lado están la mayoría de los gobernadores del PJ, Florencio Randazzo y Sergio Massa, los dirigentes que, si avanzan las negociaciones, serán la pata bonaerense de un armado federal.
Una postura más dura frente al gobierno nacional
Urtubey mantiene una buena relación con el presidente Mauricio Macri y su gabinete desde que se inició la gestión de Cambiemos. Las diferencias ideológicas y políticas no fueron una barrera para llevar adelante un vínculo fluido, que le sirvió al dirigente salteño en su afán de posicionarse como un opositor moderado, alejado de la crítica permanente y distante del estilo de conducción política que ejerció el kirchnerismo durante los 12 años en los que representó al peronismo en la presidencia.
El vínculo no se desgastó con el tiempo pero los intereses cambiaron. El gobernador tiene ambiciones a futuro que no son compatibles con su cercanía al gobierno. Además, la percepción que tiene el votante opositor sobre su lugar en el escenario político no es clara. Pese a que Urtubey se presenta como un dirigente peronista y opositor, la ausencia de críticas a las decisiones de Macri, lo obligaron a tener que explicar permanentemente su rol y su lugar.
La identidad que construyó el gobernador no es casual. En parte se corresponde con la lógica de acción política que atravesó a sus gobiernos en Salta, pero también se relaciona con el mensaje que dio la sociedad en el 2015 y que el salteño, al igual que otros gobernadores del PJ, decodificaron como un pedido de moderación en la relación entre el oficialismo y la oposición. En otras palabras, entendió que los votantes pidieron dejar atrás las formas autoritarias que tenía el kirchnerismo y reclamaron un dialogo más fluido, democrático y responsable entre las partes.
En ese camino, Urtubey decidió endurecer su postura con respecto a la gestión de Cambiemos. Luego de firmar el pacto fiscal con el gobierno nacional e instruir a sus legisladores para que acompañen la aprobación de la reforma previsional, el mandatario salteño comenzó a criticar con más frecuencia al gobierno de Macri.
El 17 de febrero cuestionó al jefe de Estado por criticar el fallo judicial de la Sala VI de la Cámara de Apelaciones que confirmó el procesamiento del policía Luis Chocobar, acusado de dispararle a un ladrón que le había robado a un turista en La Boca. Una semana después se quejó porque el gobierno le ofrecía solo 10 millones de pesos para afrontar las reparaciones en las zonas inundadas por la crecida del Río Pilcomayo. El 6 de marzo apuntó a la economía y afirmó: "Hay luces amarillas complicadas".
En Salta, Urtubey prepara el discurso de apertura de las sesiones ordinarias de la legislatura provincial. En el borrador que tiene sobre su mesa hay algunos párrafos dedicados al gobierno nacional. Servirán, una vez más, para deslizar críticas a la gestión y para endurecer su perfil de opositor racional.
El dirigente salteño tiene intenciones de construir una candidatura presidencial opositora al gobierno de Mauricio Macri y empezó a desandar un largo camino en el que tendrá que juntar adhesiones. Urtubey está convencido que el nombre del candidato peronista, sea cual sea ese nombre, recién se sabrá en los últimos meses de este año. Nunca antes del Mundial, el gran evento que para muchos dirigentes del peronismo marca el comienzo de la extensa campaña electoral que terminará en octubre de 2019.
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