La polémica saga de la palmera de la Casa Rosada arrancó con un breve texto en la sección Círculo Rojo que publica a diario Infobae. Se informaba de una compulsa de precios para una compra directa en la que un solo oferente pidió $235.000 por un ejemplar de una Butia yatai de similares características a los tres que están en pie en el Patio de Honor de Balcarce 50 y de las mismas dimensiones que la que había muerto, probablemente, por exceso de agua. En las redes sociales y en los medios el costo tuvo amplia repercusión y el Gobierno frenó la operación.
El último capítulo de la saga, por ahora, sucedió el último domingo cuando a pesar de las lluvias se plantó una palmera mucho más chica como una metáfora del tiempo por venir. "¡Bienvenida, palmerita!", escribió algún community manager en las redes sociales hoy, con las fotos de la nueva Butia yatai traída desde Corrientes, aunque por donación del gobierno de Corrientes y en un operativo de menores dimensiones que el previsto durante todo el año pasado.
El Gobierno eligió hoy contar su propia crónica: "Cuando se conoció que una de las palmeras del patio principal de Casa Rosada había muerto y que iba a ser reemplazada por otra, gente de todo el país envió ideas sobre qué se debía hacer. Entre ellas, muchas propuestas coincidieron en sugerir que sería muy bueno plantar una pequeña palmera".
Según se indicó, se "evaluaron distintas posibilidades pero la idea de la palmera joven resultó insuperable. Desde hoy, rodeada de las otras tres palmeras centenarias, la nueva palmera iniciará un largo viaje hacia el futuro desde el patio más importante del país. Cuando llegue a tener la misma altura que ahora tienen sus compañeras, será pleno siglo XXII".