Negocios son negocios. A pesar de la durísima disputa entre el Gobierno y Hugo Moyano, el macrismo se apresta a engrosar el sindicato del líder camionero a través del negocio del estacionamiento medido en la ciudad de Buenos Aires.
El avance en la licitación para modificar y aumentar el nuevo servicio de parquímetros y acarreo en la Ciudad, impulsada por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta -uno de los integrantes de la mesa chica de Mauricio Macri-, suaviza la pelea entre el Presidente y el sindicalista, que desde hace años tiene una enorme injerencia en el negocio.
La licitación, que tuvo luz verde en la Legislatura porteña y ahora está judicializada, aumenta de 4 mil a 80 mil los espacios pagos para estacionar en la ciudad de Buenos Aires, amplía de dos a cinco zonas el estacionamiento medido y suma unas 90 grúas a las poco más de 30 que funcionan en la actualidad.
Música para los oídos del sindicalista y de su hijo Pablo Moyano, que siguen de cerca los avances político y judiciales de la licitación. La medida, con la que el Gobierno porteño busca reestructurar y renovar el rubro, no está orientada a favorecer al gremialista. Pero su beneficio es enorme e inocultable.
Es que por cada grúa que recorre la Ciudad hay tres trabajadores: dos del sindicato de Camioneros y un agente de tránsito que pertenece a la planta del Estado. En total, entre cuatro y seis afiliados al sindicato de Moyano por grúa, de acuerdo a la cantidad de turnos por los que circulan.
En ese sentido, las 90 remolcadoras aumentarán cuando se implemente el nuevo sistema -fuentes del Gobierno porteño aseguran que sería a partir de octubre- unos 500 afiliados al gremio camionero. El sindicalista se frota las manos.
Cuando la Legislatura porteña debatió e impulsó una nueva normativa vinculada al estacionamiento medido, hace siete años, Moyano puso el grito en el cielo: sobre el final de la discusión, los legisladores agregaron una cláusula que daba cuenta de que el servicio se estatizaba si la concesión, vencida desde hace más de una década, seguía en ese limbo dos años más adelante. Es decir que los trabajadores camioneros pasaban a depender del Estado.
Según pudo reconstruir Infobae en base a dirigentes que participaron de esa discusión, la presión del líder sindical fue monumental. Desde aquel momento, y con sucesivas prórrogas y medidas cautelares, el sistema casi que no tuvo cambios. Hasta ahora.
Sin embargo, el interés de Moyano en el rubro no se relaciona solo a la cuestión sindical.
El sistema de acarreo actual está concesionado desde hace años por dos empresas que sobrevivieron a todos los gobiernos: Dakota SA, cuya cara visible es Marcelo Violante, y BRD SAICFI, de Ricardo Chiantore y Bernardo Marcelo Pérez, vicepresidente de la sociedad según la última acta de directorio publicada a fines del año pasado en el Boletín Oficial.
Según fuentes del Gobierno, de la Legislatura porteña y del sindicalismo consultadas por este medio, Pérez tiene una estrechísima vinculación con Moyano. "Pérez habla empoderado por Hugo", explican.
El empresario, hábil en el lobby político, se mostró junto al gremialista, del mismo lado de la mesa, en innumerables reuniones con dirigentes porteños. En el universo Moyano, los intereses empresariales y sindicales viajan muchas veces en el mismo camión.
A Daniel "Chiqui" Tapia, actual presidente de la AFA, que durante años negoció con los funcionarios porteños por parte del sindicato camionero, lo recuerdan como un "caballero".
Además de la causa vinculada con supuestas irregularidades en el club Independiente, el líder gremial es investigado por la Justicia Federal por el imperio familiar que maneja su mujer, Liliana Zulet, y que está relacionado con su sindicato.
La diagramación del nuevo sistema de parquímetros y acarreo, que contempla la llegada de al menos tres empresas más a las dos que ya operan en la Ciudad -la ampliación de dos a cinco zonas obliga a tener a una compañía por área de cobertura-, les garantiza a BRD y a Dakota mantener el negocio.
El negocio del estacionamiento medido en la ciudad de Buenos Aires es una caricia para Moyano en medio de la guerra político, sindical y judicial que mantiene desde el año pasado con Macri, y que se intensificó en los últimos meses. La disputa obligó al sindicalista a volver a acercarse al kirchnerismo. Anteayer, por caso, fue uno de los asistentes estrella al encuentro del peronismo K en San Luis.
La pelea entre Macri y Moyano fue una de las sorpresas de la gestión presidencial. No solo por negocios como el mencionado, si no por los nexos entre ambos. Hay máximos dirigentes de la Ciudad, empresarios del riñón del jefe de Estado y cercanos al macrismo que frecuentaron al gremialista semanalmente y durante años.
Uno de ellos, Gustavo "El Turco" Elías, del rubro logístico, mantiene estrechos vínculos con el Gobierno porteño. Hace algún tiempo que Moyano, deslizan en su entorno, empezó a desconfiar de él.
El parquímetro actual, vetusto y desactualizado
La última semana, el estacionamiento medido en la ciudad de Buenos Aires aumentó un 25%, de 8 a $10, en línea con los últimos incrementos de todos los rubros que sacudieron el bolsillo de la clase media. El aumento no estuvo acompañado aún por una mejora en el sistema parquímetros porteños.
Es que las tickeadoras que todavía funcionan en la Ciudad no aceptan, por ejemplo, monedas de $2, que en los próximos días serán de uso mucho más frecuente cuando desaparezcan definitivamente los billetes del mismo valor. Es decir que para pagar los $10 por hora hay que tener, por lo menos, 10 monedas de $1. O muchísimas más de 10, 25 o 50 centavos. En algunos casos, algunas máquinas aún funcionan con cospeles. Conseguirlos se torna a veces una odisea.
El Gobierno porteño espera terminar con este sistema vetusto desde mediados hacia finales de año, con la incorporación del nuevo sistema que impulsa la Ciudad y que incorporará unas 2 mil terminales que cortarán de una vez por todas el actual funcionamiento arcaico. De 4.000 lugares pasarán a 80.000 donde se deberá pagar para estacionar.
Las nuevas máquinas -el estacionamiento pago pasará de dos a cinco zonas en territorio porteño- funcionarán con la tarjeta SUBE, con el uso del teléfono celular y con tarjetas de crédito y débito.
En la actualidad, la recaudación va exclusivamente a Dakota SA y BRD SAICFI, las dos empresas que prestan el servicio, que además embolsan por el acarreo de los vehículos y que pagan cánones muy bajos por la concesión. Una de esas empresas también es dueña de una cadena de garajes. La nueva licitación reestructura el servicio y le da más fondos a la Ciudad.