La construcción de un submarino nuclear en Brasil despertó interrogantes en la Argentina

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(Marinha do Brasil)
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Por ahora solo se trata de un tibio llamado de atención, un interrogante abierto y, si se indaga un poco más, de cierta preocupación de las Fuerzas Armadas y también de la Cancillería. El signo de pregunta que abrió la Argentina con Brasil tiene nombre y apellido: se trata del proyecto de construcción de un submarino nuclear brasileño que cobró impulso con el gobierno de Michel Temer.

El deseo de Brasil de poseer un submarino nuclear se remonta a décadas atrás. No es cosa nueva. Pero con los vaivenes políticos y económicos del país, se ha ido retrasando. En los últimos meses, sin embargo, la administración Temer hizo saber a la Argentina que ahora el proyecto está en marcha y podría estar concluido entre el 2029 y el 2030. Sería el primer país de la región sin armas nucleares que poseerá un submarino con propulsión nuclear de uso pacífico.

Según expresaron a Infobae fuentes calificadas de las Fuerzas Armadas y de la Cancillería, el proyecto de un submarino nuclear de Brasil es un tema que el gobierno de Macri "sigue de cerca" y que no lo visualizan como "un proyecto banal". Es que, según explicaron expertos nucleares y militares argentinos, esto implicará poner en marcha una capacidad técnica comparable a las del Reino Unido o de los Estados Unidos en el Atlántico Sur.

El presidente brasileño Michel Temer saluda a Mauricio Macri en la última reunión del Mercosur en Brasilia, en diciembre pasado (Foto: Reuters)
El presidente brasileño Michel Temer saluda a Mauricio Macri en la última reunión del Mercosur en Brasilia, en diciembre pasado (Foto: Reuters)

Si bien el tema forma parte de los comentarios y documentos reservados de las Fuerzas Armadas argentinas, el interrogante volvió a estar sobre la mesa durante una reunión reservada que se realizó en San Pablo el martes pasado en la Fundación Henrique Cardoso. Allí se abordó el tema.

Entre otros, estaba la plana mayor del gobierno de Michel Temer, empezando por el vicecanciller Marcos Galvao; el general Sérgio Etchegoyen, ministro jefe de Gabinete de seguridad nacional; el general Joaquim Silva e Luna, ministro de Defensa; y el ministro extraordinario de Seguridad Pública, Raul Jungmann. Del lado argentino solo estuvo el embajador en Viena y experto en temas nucleares Rafael Grossi y la directora de la Fundación NPS Global Irma Argüello.

Consultado por Infobae, Grossi solo se limitó a expresar: "El proyecto de submarino nuclear de Brasil es una antigua aspiración que parece tener un renovado y decidido impulso". Además, destacó que "un submarino de propulsión nuclear es un desafío tecnológico mayor. De concretarse, requeriría medidas especiales de verificación a cargo de la Organismo Internacional de Energía Atómica y de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares".

Es decir que para llevar adelante esta iniciativa Brasil deberá requerir la aprobación de todos los organismos internacionales de control de temas nucleares y ratificar su firme intención de uso pacífico del submarino.

En el Ministerio de Defensa a cargo de Oscar Aguad descartaron de plano que haya malestar o preocupación con Brasil por la construcción del submarino nuclear y desterraron cualquier hipótesis de conflicto con el país vecino.

El ministro de Defensa Oscar Aguad (Adrián Escandar)
El ministro de Defensa Oscar Aguad (Adrián Escandar)

Funcionarios de Itamaraty expresaron a Infobae que la diplomacia y las Fuerzas Armadas de Brasil tienen el proyecto de construcción de un submarino nuclear con fines pacíficos como "estrategia que requiere la defensa brasileña a largo plazo". 

La intención de Brasil es cubrir toda la zona de recursos naturales de ultramar "con mayor rapidez, mayor amplitud de terreno y sin armamento", dijo un vocero de Itamaraty.

La diplomacia brasileña dijo que no percibe preocupación o alerta de la Argentina ante este proyecto. De todos modos, como muestra de transparencia y de buenos oficios hacia la Argentina el gobierno de Temer está elaborando una agenda para invitar a las autoridades militares y de la diplomacia de la Argentina a visitar el centro de investigación Aramar en la localidad de Iperó en el estado de San Pablo y el Centro Tecnológico de la Armada de Brasil, que son los lugares donde se encuentra en curso el proyecto del submarino nuclear.

"Brasil no tiene nada que ocultar, y cualquier hipótesis de conflicto o preocupación de Argentina por este proyecto de construcción de un submarino nuclear debe ser limitado a unos pocos grupos con mentalidad setentista. Nosotros tenemos un largo desarrollo en no proliferación nuclear que vamos a respetar", aclaró un funcionario de Brasilia. Además, desde el Gobierno brasileño aclararon que todo el proyecto de construcción del submarino nuclear contará con las inspecciones correspondientes de la OIEA y el ABACC.

Según los expertos en temas nucleares y referentes de las Fuerzas Armadas consultados por Infobae, el tema habría que analizarlo en dos planos. El primero, la significación geoestratégica que Brasil posea un submarino de propulsión nuclear navegando en el Atlántico con grandes autonomías para mantenerse sumergido. El segundo, que aunque la propulsión nuclear no está prohibida por el Tratado de No Proliferación del cual Brasil es parte, sí representa un caso inédito que requiere técnicamente un diseño especial de verificación nuclear que deberá acordar Brasil con el Organismo Internacional de Energía Atómica.

En el Gobierno hay quienes creen que Argentina, unida con Brasil por acuerdos bilaterales de verificación nuclear mutua y usos pacíficos de la energía nuclear, debería, a través de la ABACC, acompañar este proceso para que los materiales nucleares dentro del submarino sean verificados debidamente según los compromisos internacionales tomados por ambos países.

Irma Argüello, de la fundación NPS Global que estuvo en la reunión de San Pablo donde se abordó este tema, dijo a Infobae que "en cuanto al asunto geoestratégico, Argentina no debería analizar la evolución del submarino nuclear brasileño como un hecho aislado que cause o no preocupación al Gobierno, sino como haría cualquier país que tiene claros sus intereses nacionales".

A la vez, Argüello dijo que el ejemplo de Brasil "debería ser tenido en cuenta a la hora de definir la estrategia argentina de defensa y seguridad, de la cual hoy nuestro país lamentablemente carece y que se torna una imprescindible necesidad en virtud de los riesgos internacionales actuales, derivados de actores estatales y no-estatales".

De todas maneras, en el Gobierno destacaron la buena predisposición que existe hoy con Brasil. Una muestra de ello es el proyecto que firmó el INVAP con la administración de Temer para el desarrollo de un reactor RMBde investigación con alta tecnología. El costo de este acuerdo fue de 35 millones de dólares a la vez que hay un convenio de investigación de dos reactores para la producción de isótopos.

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