Procesaron por sabotaje a los sindicalistas de Atucha que dijeron que los habían envenenado

Fueron acusados de robar material radiactivo –que uno tomó- para perjudicar a la empresa

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Dos miembros del sindicato de Luz y Fuerza de la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), que controla las Centrales Nucleares Atucha I y II, fueron procesados por los delitos de robo de material radiactivo y sabotaje para perjudicar a la compañía.

Así lo resolvió el juez federal de Campana, Adrián Charvay González, que dictó los procesamientos sin prisión preventiva de Néstor Straschenco, secretario adjunto del gremio, y de Ramón Almirón, integrante de la comisión del sindicato, según el fallo al que accedió Infobae.

La causa se inició con una denuncia de Straschenco que dio cuenta que fue envenenado en la planta. Straschenco denunció que el 9 de mayo del año pasado tomó agua de una botella que siempre utiliza y que tiene en la oficina sindical pero a la que le habían colocado material radioactivo (cobalto 60, cesio y tritio), lo que provocó que sonaran las alarmas de contaminación cuando se fue de la planta y pasó por los portales de medición.

Pero tras la investigación judicial, el juez Charvay González entendió que se trató de "la ejecución de un plan" que tuvo como objetivo "hacer una demostración pública dejando en evidencia la debilidad del sistema de seguridad existente en la Planta Nuclear Atucha I y II, deteriorando su imagen que a la postre trasciende los niveles nacionales".

El magistrado explicó que, "en atención a los elementos de convicción emergentes de las probanzas colectadas y con el grado de certeza que requiere esta etapa", Straschenco y Almirón sustrajeron entre la la noche del 6 de mayo y madrugada del 7 de mayo de 2017 el material radiactivo.

Almirón "cumplía funciones como químico de turno de la Unidad Atucha I con la suficiente libertad de movimientos y conocimiento en detalle de la operatoria para sustraer una muestra de agua pesada proveniente del proceso del reactor nuclear" y fue quien sustrajo las muestras y las llevó hasta la oficina de Straschenco.

Un informe policial determinó que la dosis que tomó Straschenco no era mortal y que lo hizo "de forma voluntaria o forzada por terceras personas, destacándose que la misma fue ingerida con conocimiento de Straschenco en una dosis concentrada y no diluida en el bidón del dispenser de agua".

"Se colige a esta altura, que Straschenco ingirió la dosis justa para activar las alarmas de los sistemas de seguridad de la Planta Nuclear teniendo cabal conocimiento de  que la dosis de agua pesada contaminada no le provocaría la muerte, ni tampoco corría riesgo alguno su salud", concluyó el juez, Straschenco, quien también fue procesado por los delitos de falsa denuncia y falso testimonio.

El sindicalista –que fue despedido de la planta– negó las acusaciones en la justicia y dijo que todo fue armado por la empresa que ya le había pedido que se retire por los reclamos gremiales que hacía.

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