En su Congreso nacional, el PRO mostró profundas diferencias internas sobre la despenalización del aborto

El presidente del PRO se pronunció a favor. También el presidente de la juventud del PRO. La presidenta de la Comisión de Salud, en contra

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El Consejo Nacional del PRO consagró formalmente el debate interno en torno a la despenalización del aborto con las ponencias de la diputada Carmen Polledo, en contra, y del diputado Sergio Wisky, a favor. El impulso lo dio el presidente Mauricio Macri, que dio libertad de acción a sus legisladores, aunque les pidió que "voten lo que quieran votar, pero manténgase unidos".

Wisky habló como médico y contando su propia experiencia en San Carlos de Bariloche y  El Bolsón, donde vive y ejerce su profesión pero, sobre todo, detalló el texto de su proyecto, que propone agregar a los cuatro casos de abortos ya autorizados por el Código Penal (violación, riesgo de vida de la madre, discapacidad cognitiva de la embarazada o malformaciones severas), la interrupción voluntaria del embarazado dentro de las 14 semanas de gestación.

Explicó, también, su otro proyecto, el referido al protocolo de asistencia al aborto de acuerdo a lo establecido la Corte Suprema de Justicia en su fallo del 2012, dándolo rigor de ley a una reglamentación que no siempre se aplica.

Polledo, en cambio, basó sus argumentos desde un punto de vista más político y filosófico, y pidió que se tomara en cuenta qué proyecto finalmente será debatido, ya que hay algunos que autorizan el aborto en cualquier etapa del embarazo si la madre comprueba algún tipo de malformación del feto.

"Ojo con la sociedad que estaremos forjando", dijo la diputada que presidirá la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Y resaltó la necesidad de que la posición de los que "estamos a favor de la vida desde la concepción, basados en datos científicos que aseguran que el embrión ya es una persona, seamos escuchados y respetados".

Después de esas dos posiciones, que están muy lejos de ser las únicas, ya que las posturas son muchas y aún no se tiene en claro qué proyecto llegará al recinto, el presidente del PRO, Humberto Schiavoni, abrió el debate.

El primero que pidió la palabra fue Pedro Robledo, presidente de la juventud del PRO y titular del recientemente creado Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE). Contó que ayer se reunieron los responsables de juventud de todos los distritos y arrancó la discusión sobre el tema, y que la mayoría se manifestó a favor.

(Nicolás Stulberg)
(Nicolás Stulberg)

"Yo tengo posición tomada a favor, y creo que la la juventud del PRO se va a pronunciar de ese modo, pero tenemos previsto una reunión con la juventud del radicalismo y la CC, y esperamos fijar posición de la juventud de Cambiemos cuanto antes, y lo más probable es que sea a favor", dijo.

El diputado cordobés Javier Preto, sin embargo, se manifestó en contra de la despenalización del aborto y pidió que "nos alejemos de los fundamentalísimos". Algo similar pidió la diputada Cornelia Schmidt Lierman que, sin embargo, se mostró muy conforme por "el respeto con el que se está llevando adelante esta discusión en el partido".

Schiavoni, presidente del PRO, ya expresó su posición favorable. Hoy no lo hizo, para facilitar el debate y no influir en la postura de nadie, pero ya expresó en distintas entrevistas su respaldo a los dos proyectos de Wisky. Su opinión es relevante porque, además, es el presidente del bloque PRO en el Senado, el lugar donde todavía existen grandes dudas de que la despenalización del aborto avance.

Pero la despenalización del aborto no fue el único tema que concentró la atención de la dirigencia oficialista. En rigor, se reunieron para que la asamblea apruebe la compra del edificio de la sede partidaria de la calle Balcarce, un símbolo de la vocación del PRO de que "llegamos para quedarnos".

La moción votada autorizó a un gasto máximo de 2000 dólares por metro cuadro como máximo, bastante menos de lo que vale, según aseguraron fuentes partidarias.  Se trata de un edificio de 4 pisos, con 100 metros cuadrados por piso, por lo que el PRO gastará alrededor de un millón de dólares por el edificio que -esperan- los sobreviva cuando Mauricio Macri ya no sea presidente.

Para el final, vino la arenga del cierre, a cargo de las principales figuras del PRO. El jefe de Gobierno de la  Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, dijo que "este es el momento de salir a timbrear, porque en este momento la gente escucha más que durante la campaña, y lo que hagamos vale doble".

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien aseguró que "estamos entusiasmados con los números de la economía, los indicadores muestran crecimiento, hay brecha en la economía personal pero estamos convencidos de que el camino es el correcto".

La última palabra la tuvo la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que pidió "manejar las ansiedades, la tarea es enorme, y no tenemos que perder la templanza, la coherencia, la cercanía".

(Nicolás Stulberg)
(Nicolás Stulberg)

Reconoció que "no tenemos sindicatos, ni organización, si la gente no está, no somos nada, hay que escuchar y que lo que dice la gente se convierta en acción".

Para arrancar, habló el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andres, que resaltó el despliegue territorial que hoy tiene el PRO. Y la ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, formalizó la disolución de su partido, Unión en Libertad, para integrarse al PRO y formar parte de su conducción nacional.

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