La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, aseguró hoy que el denominado "Señor K" detenido hoy en Alemania es "el dueño, el cerebro, el jefe de la organización narcocriminal" que tenía casi 400 kilos de cocaína en la Embajada de Rusia en Buenos Aires, y afirmó que, con esta detención, la banda "está totalmente desbaratada".
Con la detención de Andréi Kovalchuk se cierra el círculo sobre la banda internacional que guardó 12 valijas con cocaína en un anexo de la embajada rusa en Buenos Aires, las trasladó a Moscú por el servicio del correo diplomático y cayó en un gigantesco operativo con tintes cinematográficos.
"Kovalchuk es el dueño, el jefe, el cerebro de la organización que intentó sacar del país casi 400 kg de cocaína en un anexo de la embajada rusa", dijo la funcionaria luego de mantener una comunicación con el Servicio Federal de Policía Rusa.
Bullrich señaló que hasta el momento no se ha encontrado ningún tipo de vínculo político o protección policial en Argentina, más allá de la relación que el "Señor K" mantenía con el subinspector de la Policía de la Ciudad, Iván Blizniouk, detenido en Ezeiza cuando regresaba con su pareja de Roma.
La ministra destacó que desde el Gobierno "se ha tomado la decisión de dar la lucha diaria contra el narcotráfico" y que "las fronteras hoy no son un colador".
"Estamos trabajando muy fuerte con las policías provinciales. Estamos haciendo un gran trabajo todos juntos. Hoy la gente siente que el trabajo contra la droga es efectivo", señaló Bullrich.
Conocido como el "Señor K" por la Justicia argentina, Andréi Kovalchuk, de nacionalidad rusa y apellido ucraniano, es un empresario con base en Hamburgo, Alemania. Petiso, un poco panzón, con calvicie incipiente y casi 40 años de edad, es representante –según describe él mismo– de una prestigiosa marca de cigarros.
"K" había viajado a la Argentina varias veces en los últimos años según registros migratorios, con una última estadía en octubre de 2017 y una habitación en el hotel Dorá.
"K" fue fuertemente vigilado por Gendarmería en su viaje, seguido por cámaras, su teléfono intervenido, identificado gracias a que se comunicaba frecuentemente con Blizniouk, cuya línea fue escuchada luego de que se descubriera la droga en la embajada. "K", según los investigadores del caso, es quien habría dirigido la maniobra y puesto el dinero de los 389 kilos de cocaína.
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