Todo lo que no se vio del Congreso mientras hablaba Mauricio Macri

Qué hicieron durante los 40 minutos que duró el discurso del Presidente los diputados, senadores, gobernadores, ministros y otros funcionarios que estaban en el recinto

Algunos de los presentes aprovecharon para sacarse fotos y retratar el evento (Adrian Escandar)

Carteles, pañuelos, gritos, chicanas -pocas-, charlas, risas, selfies, mensajes por Whatsapp y aplausos. Los diputados, senadores, gobernadores, ministros y miembros del Poder Judicial que presenciaron el discurso de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa protagonizaron escenas que la cámara, siempre atenta a los dichos del Presidente y a ciertas reacciones, no captó.

Las curiosidades comenzaron luego del breve discurso de Gabriela Michetti, antes de la llegada del jefe de Estado. Allí hubo un cuarto intermedio de poco más de veinte minutos en el cual todos los presentes se quedaron en el recinto. O casi todos. Porque Elisa Carrió se paró rápidamente y se retiró, saludando en el camino al juez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda y hablando brevemente con los ministros Gustavo Santos (Turismo), Pablo Avelluto (Cultura), Sergio Bergman (Ambiente y Desarrollo Sustentable) y Andrés Ibarra (Modernización). Luego volvió para recibir a Macri.

El corral de los ministros fue de los más transitados

No fueron los únicos saludos. El corral de los ministros fue el más transitado. Pasaron, además de Carrió, Julio Martínez, Fernando Iglesias, Eduardo Amadeo, Guillermo Montenegro y Esteban Bullrich, que también se abrazó con Eduardo Duhalde.

Del otro lado del recinto, los gobernadores pasaron un momento distendido. Horacio Rodríguez Larreta (CABA), Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Uñac (San Juan) charlaron largo y tendido entre risas.

La charla entre Urtubey, Bordet, Larreta y Uñac

El Frente para la Victoria y la Izquierda ya esperaba a Macri con pañuelos a favor de la legalización del aborto y carteles que alertaban sobre despidos en distintos sectores de la economía. Muchos tenían los pañuelos verdes en su cuello (Mayra Mendoza, Victoria Donda, Nicolás del Caño, Lucila de Ponti), mientras que la gran mayoría decidió colgarlos de sus bancas. Daniel Scioli eligió no lucirlo.

A Mauricio Macri su tropa lo recibió con aplausos estremecedores. Su primera intervención fue para recordar a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, lo que generó un reclamo: "¿Qué buscas?", se escuchó con un tono que le adosaba a los dichos del mandatario una intencionalidad política.

La postura del bloque kirchnerista fue siempre de indiferencia. Nunca aplaudieron, ni siquiera cuando Macri aludió a temas que ellos eventualmente podrían acompañar como la igualdad de salarios entre hombres y mujeres y la licencia extendida de paternidad. El diputado Santiago Igón fue el único que hizo palmas en reiteradas ocasiones, ¿irónicamente?

Algunos referentes del Frente para la Victoria

Hubo pocos comentarios desde ese lado de la oposición, aunque muy marcados. El primero, cuando el Presidente sostuvo que no gobiernan para su propia conveniencia, fue de Eduardo "Wado" De Pedro: "Noooo". La intervención provocó la risa de Fernando Espinoza. El otro, cuando se refirió al "estándar ético" de sus funcionarios. Las carcajadas irónicas fueron indisimulables.

Agustín Rossi, presidente del bloque, José Luis Gioja y Daniel Filmus, fueron de los pocos legisladores de esa bancada que se dedicaron a anotar ciertos fragmentos del discurso. Lo siguieron atentamente. En el Frente Renovador hubo una actitud similar por parte de Graciela Camaño, Felipe Solá y Carla Pitiot.

Agustín Rossi

El resto se dedicó a sacar fotos entre ellos -algunos eligieron las selfies- y hasta hubo una diputada, Luana Volnovich, que habló por teléfono unos minutos.

El uso del celular fue inevitable para muchos. Los gobernadores Juan Manuel Urtubey y Sergio Uñac respondieron varios mensajes por Whatsapp. Rodríguez Larreta hizo lo propio, aunque, precavido, tapó con la mano la pantalla. No quería que ningún fotógrafo desenmascarara el contenido. Nicolás del Caño, Victoria Donda y Leonardo Grosso completaron el podio de quienes prestaron más atención a la pantalla que al discurso.

Justamente sobre la conectividad, a la que Macri hizo referencia reconociendo lo mal que andan las comunicaciones en la Argentina, Elisa Carrió elaboró un breve chiste: "Es verdad, el mío no anda".

Elisa Carrió, entre risas

Diametralmente opuesto al FpV, en Cambiemos predominó la obediencia y el buen comportamiento. La atención de toda la bancada y de los ministros fue absoluta. Los aplausos, todos en el momento justo, parecían coordinados. Casi no hubo conversación entre los diputados. Esto en la vereda de enfrente era constante. El tridente Axel Kicillof-Rodolfo Tahilade-"Wado" De Pedro fue de lo más destacado.

Pero cerca de Macri era todo impoluto. Emilio Monzó, sentado al lado, seguía el discurso con la vista en la hoja que sostenía el Presidente. Marcos Peña, primero entre los ministros, asentía constantemente como quien conocía el texto de memoria. María Eugenia Vidal no le sacó la vista de encima y acompañó todos los aplausos.

Todos ellos, más Elisa Carrió y Horacio Rodríguez Larreta, se dirigieron al despacho de Monzó cuando finalizó la disertación presidencial. Fue un breve encuentro de cinco minutos donde expresaron su conformidad.

Los ministros Etchevehere, Cabrera, Caputo, Dujovne y Aguad

Peña fue el más saludado cuando terminó la ceremonia. Los diputados hacían fila para darle un beso o un abrazo. Hasta se acercó Eduardo Duhalde. Luis Caputo, ministro de Finanzas, y Francisco Cabrera, de Producción, también se quedaron unos pocos minutos más en el recinto para estrecharse la mano con algún que otro conocido.

Miguel Ángel Pichetto, ubicado justo al frente de Macri, fue muy cauto en sus expresiones. Hubo dos muestras de apoyo, casi imperceptibles. Primero aplaudió -fue la única vez- cuando el jefe de Estado anunció que Campo de Mayo será convertido en un parque nacional y luego asintió, mostrando que estaba de acuerdo, cuando se refirió a los accidentes viales que provocan la muerte de jóvenes de entre 18 y 33 años.

El massismo mostró una actitud pasiva, sin confrontar, aunque tampoco sin avalar todo lo dicho por Macri. El único momento en el que se notó claramente su conformismo fue cuando el mandatario pidió la aprobación de la ley de extinción de dominio, que permite recuperar los bienes de la corrupción. Es una iniciativa del Frente Renovador que está frenada en el Senado.

Miguel Ángel Pichetto junto a Federico Pinedo

Fuera del recinto, en el salón Pasos Perdidos, los asesores y quienes no pudieron llegar a los palcos siguieron el discurso desde un televisor de 40 pulgadas. El silencio de los presentes fue total durante gran parte de la alocución. Recién después de que pasara media hora algunos empezaron a hablar entre ellos y se sentaban, cansados.

En la calle hubo pequeñas expresiones en contra del aborto. En la Cámara, el oficialismo eligió no hacer referencia con ningún cartel. Y el Presidente reiteró su postura "a favor de la vida" aunque abriendo el debate "serio".