Paula Bertol asumió como embajadora ante la OEA con una agenda marcada por Zaffaroni, Venezuela y los derechos humanos

Tras entregar sus credenciales al titular del organismo, abogó por la búsqueda de "soluciones creativas"

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Le tocó asumir como nueva embajadora argentina ante la OEA el mismo día en que la organización regional aprobaba una moción para exigirle a Nicolás Maduro la postergación de las elecciones presidenciales en su país, un indicio de las batallas que tendrá que librar Paula Bertol en esta capital: la crisis venezolana acapara buena parte de la agenda del organismo y será también una de las preocupaciones centrales de la enviada de Mauricio Macri.

Otro frente será la situación del juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Eugenio Zaffaroni, en franca cruzada anti macrista y de fuerte presencia mediática en los últimos días, luego de que hizo público su "deseo" de que el gobierno de Cambiemos termine antes del final de su mandato. El Ministerio de Justicia y la Cancillería elevaron sus quejas al tribunal regional, un organismo de la OEA, y Bertol sostendrá esta postura desde su nuevo rol.

La embajadora le entregó ayer sus credenciales al titular de la OEA, el ex canciller uruguayo Luis Almagro, y ambos destacaron la importancia del diálogo como herramienta clave para el fortalecimiento de la democracia en la región. Fue un acto breve e informal, puntapié de la nueva misión de Bertol, que reemplazó en el cargo al embajador saliente, Juan José Arcuri.

Ante un centenar de personas, entre los que había diplomáticos, funcionarios del organismo, amigos y residentes argentinos en Washington, Bertol abogó por la búsqueda de "soluciones creativas" para la resolución pacífica y democrática de los conflictos. Y aunque no mencionó el caso de Venezuela, pareció apuntar en esa dirección cuando afirmó que la Argentina quiere aportar desde la OEA "a la libertad de elección de los ciudadanos en todo el continente".

En diálogo con Infobae Bertol ahondó en esta idea. Afirmó que la Argentina va a insistir "en la necesidad de que en Venezuela haya un proceso electoral libre y democrático y se ponga fin a las violaciones de los derechos humanos". La crisis humanitaria, dijo, es "gravísima", y a esto se suma el "drama del éxodo".

Ante este cuadro, admitió que la situación es compleja y requiere buscar salidas de consenso, aunque aclaró que medidas más drásticas de presión, como puede serlo un embargo petrolero contra el régimen de Maduro, "no están hoy sobre la mesa".

Macri endureció la línea con el régimen chavista. De hecho, la Argentina fue uno de los países promotores del reclamo que ayer aprobó la OEA, al entender que los plazos previstos para la votación, fijada para el 22 de abril, no garantizan una participación libre y democrática. La votación fue seguida de cerca por el equipo que ahora estará bajo el mando de la ex secretaria de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete.

El Presidente busca levantarle el perfil al rol de la Argentina en la OEA, tanto para defender las posturas de su gobierno como para potenciar desde allí la inserción internacional del país. Es el mandato con que llega Bertol a la capital norteamericana, según confió a Infobae. Esto incluye también acompañar el trabajo que la Casa Rosada está desarrollando en materia de derechos humanos y reforzar "el enorme prestigio que el país tiene en la materia."

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El balance de Bertol antes de irse

En el caso de Zaffaroni, tanto Macri como varios de sus ministros expresaron ya su rechazo a las declaraciones públicas del ex juez de la Corte Suprema y elevaron sus quejas a la OEA. Desde su nuevo cargo la embajadora sostendrá esta postura, que considera "impropio de alguien que ocupa ese lugar institucional hacer ese tipo de declaraciones", según señaló Bertol.

El Gobierno sabe que la remoción de Zaffaroni del tribunal regional es casi imposible, ya que el proceso debe comenzar en la propia Corte. Pero apuesta a lograr que se lo margine de algunos debates en los que ya fijó posición y explora vías para llevar el debate sobre su permanencia al seno de la Asamblea General, única instancia facultada para designar y remover a los integrantes del tribunal, que son siete y sesionan en Costa Rica.

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