A pesar de las diferencias y de algunos planteos, hubo buen humor entre los dirigentes radicales que se juntaron en una especie de debate catártico colectivo que tendrá continuidad hoy en la primera reunión de la mesa de conducción del Comité Nacional.
Después de cuatro horas de intercambio de opiniones, el debutante jefe de la UCR, el mendocino Alfredo Cornejo, pidió a gobernadores, diputados, senadores, diputados del Parlasur y representantes del partido en la AGN ratificar la sociedad dentro de Cambiemos y focalizarse en el 2019 con el objetivo de duplicar o triplicar las gobernaciones en manos del centenario radicalismo.
"No han desaparecido los motivos por los que la UCR ha tomado la decisión de integrar Cambiemos", concluyó Mario Negri, jefe del bloque radical de los diputados que fue apoyado y mostrado como ejemplo de la posibilidad de disentir dentro del partido de gobierno.
Fue Negri, junto con referentes de la Coalición Cívica, quien sugirió que el ahora ex subsecretario de la Presidencia Valentín Díaz Gilligan debía dar un paso al costado.
Sentado a su lado, Cornejo lo señaló: "Siempre que tengamos un punto de vista distinto lo vamos a vehiculizar, como es el caso de Mario Negri, que creyó que Díaz Gilligan debía dejar su lugar; de la misma forma ha habido cosas que no han tenido un correlato positivo", confesó.
En cambio, hicieron malabares verbales para explicar por qué no piden lo mismo para el caso del ministro de Finanzas, Luis Caputo, o por qué no se explicitó en la conferencia de prensa las diferencias con la política de seguridad de Patricia Bullrich.
A puertas cerradas se discutió sobre todo esta última cuestión y varios fueron los que opinaron a favor de "la posición doctrinaria del partido contra la mano dura".
Cornejo morigeró en público el debate privado tras consensuar la necesidad de "fortalecer Cambiemos y fortalecer a la UCR". Y Negri reiteró que "ratificamos que seguimos apostando por una política gradual y por decirle a la sociedad, cuando hace un sacrificio, por qué y acompañarla".
El senador Ángel Rozas, el propio Negri y Federico Storani como vicepresidente del partido tomaron la palabra en forma contundente y señalaron que debe hacerse un 'service' al funcionamiento de la alianza.
"Nunca fue una coalición", reclamó Storani, que en la convención de Gualeguaychú mocionó a favor del acuerdo con el PRO. "Hemos sido solidarios con el apoyo al Gobierno pero no hemos sido consultados", se quejó alguno que pidió adelantarse a posibles debates críticos como fue el año pasado la reforma previsional.
"Eso se hace con política", evaluó un joven diputado bonaerense. Los gobernadores estuvieron menos críticos y pidieron fortalecer a la UCR sin "incomodar" el rol que deben cumplir como oficialistas. Aun los más críticos dijeron a Infobae que nadie se expresó en términos rupturistas aunque enumeraron la venta de las acciones de Transener, la política de seguridad y el mega DNU firmado por el presidente Mauricio Macri entre los temas sobre los que se pidió alzar la voz.
La presidenta de la Juventud radical, la santiagueña Luciana Rached, también hizo un planteo: propuso trabajar más sobre la independencia de los poderes "y que no haya operadores" mientras los diputados quieren avanzar y convertir a la Oficina Anticorrupción, hoy en manos de Laura Alonso, en un ente autárquico.
Camino al 2019, Cornejo no solo pidió cohesión. Indicó en público que "necesitamos mostrar más resultados, incremento de la calidad y cantidad de empleo; bajar la inflación más rápido; que la deuda que tomemos sea para infraestructura y no para gastos corrientes", en línea con el análisis que por la mañana hicieron los economistas Alfonso Prat-Gay, Eduardo Levy Yeyati y Javier González Fraga, aunque en todos los casos en un tono de apoyo a la gestión macrista y de acompañamiento.
"El rumbo es el adecuado", consensuaron incluso tras admitir que se "subestimó la capacidad resiliente de la inflación" y el efecto de la inflación "reprimida" durante el kirchnerismo. Eso sí, Prat-Gay insistió en pedir "un comando de operaciones que tenga todo el tablero, toda la responsabildad" de las áreas económicas, según la 'traducción' que de sus palabras hizo un flamante diputado porteño.
Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, habló en su rol de funcionario ejecutivo y reconoció que ofrece a los docentes 5% de aumento cuando los gremios le exigen 40%. Varios tomaron apuntes sobre datos que desmienten que Cambiemos sea un gobierno que "beneficia a los ricos".
"El 70% del gasto es social", repetían al término de una jornada en la que un adversario común fue Hugo Moyano y su convocatoria a una movilización "con la que busca protección por las múltiples causas que tiene abiertas".