Duramente realista, despojado de dobles intenciones, algo optimista y estrictamente diplomático. En estos términos se expresó el embajador de España en la Argentina, Javier Sandomingo Núñez, para definir las relaciones bilaterales y marcar una señal de alerta: "El tema del litigio de Repsol-YPF ha dejado una huella y se superará. Pero evidentemente al potencial inversor le llama la atención y le mueve a la prudencia", dijo.
No fueron las únicas apreciaciones filosas que señaló Sandomingo Núñez. "Los intercambios comerciales entre ambos países son pobres", dijo el diplomático español ante Infobae aunque confió que la visita del presidente Mariano Rajoy a la Argentina, prevista para la primera semana de abril, servirá para relanzar las relaciones bilaterales y darle impulso comercial al vínculo de Buenos Aires-Madrid.
Sandomingo Núñez sostuvo que faltan muchas cosas en la Argentina para que el gobierno de Mauricio Macri se gane un voto de confianza de los inversores extranjeros. "Los negocios públicos son complicados y no se cambian las cosas de la noche a la mañana", aclaró.
Inmediatamente, lanzó algunos ejes que esperan en España de la Argentina: la firma del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur; las reformas económicas que se están haciendo en la Argentina, una reforma laboral y una mayor baja de la inflación.
Los intercambios comerciales entre ambos países son pobres
-¿Cómo define embajador hoy las relaciones bilaterales entre la Argentina y España? ¿Qué se puede mejorar y ajustar?
-Las relaciones son excelentes pero siempre pueden ser mejores. Son intensas y extensas. Abarcan una enorme cantidad de ámbitos. La presencia de España en Argentina es enorme. Hay millones de personas que de una manera u otra tienen relación cercana. Somos el segundo inversor extranjero aquí. Ademas de intensa, la relación es buena y desprovista de conflictos y con canales de diálogo buenos para resolver problemas. Por cierto la presencia argentina en España es muy importante. Por supuesto hay muchas cosas que se pueden mejorar. Por ejemplo en cuanto al sector inversor hemos sido históricamente el primer inversor extranjero aquí y ahora lleva unos años congelado este tema por razones que ahora no quisiera señalar o recordar. Desde hace dos años hay curiosidad por lo que sucede aquí, por la recuperación que tuvo la Argentina pero de momento creo que no se ha recuperado el ritmo de inversiones de otros momentos. Es verdad que las empresas que estaban invirtiendo aquí han reactivado sus proyectos de inversión pero también es cierto que las empresas nuevas que buscan invertir por primera vez no vienen con la misma frecuencia y en el modo en que deberían. Hay mucho por hacer en este sentido. Los intercambios comerciales entre ambos países son pobres. Esto tiene que ver con muchas cosas empezando por la distancia y también por la ausencia de un acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur. Esperamos que a partir de la firma de ese acuerdo y a partir de las reformas en lo comercial y económico que se están haciendo en la Argentina se pueda dar un gran impulso a los intercambios comerciales porque no están en el nivel que deberían tener.
-¿Por qué cree que aun no hay un voto de confianza pleno de los inversores extranjeros en la Argentina?
-Los inversores no son la gente mas osada del mundo. El dinero es miedoso y con motivos porque los inversores manejan fondos que no son suyos y necesitan una serie de garantías porque no pueden defraudar a quienes les confiaron sus dineros. En la Argentina ocurrieron cosas que son francamente disuasorias de la inversión. El tema del litigio Repsol- YPF ha dejado una huella y se superará. Pero evidentemente al potencial inversor le llama la atención y le mueve a la prudencia. Luego este gobierno argentino lleva dos años y los negocios públicos son complicados. No se cambian las cosas de la noche a la mañana. La percepción general de Argentina es buena y del modelo es bueno. Pero el gobierno lleva dos años. Hace falta tiempo. La percepción general ha cambiado ahora hay que acercarse a tierra para que las cosas empiecen a concretarse. Hacen falta cosas.
Por lo que me dicen los empresarios evidentemente si hubiera un avance en la reforma laboral ayudaría, el control de la inflación ayudaría.
-¿Qué cosas cree que faltan hacerse aun?
-Bueno yo no soy empresario pero por lo que me dicen los empresarios evidentemente si hubiera un avance en la reforma laboral ayudaría, el control de la inflación ayudaría. Pero todos reconocen que la inflación está mejor de lo que estaba. Se va en el buen camino. No es la inflación deseable pero es más baja. Creo que se va a avanzando. Las cosas toman tiempo.
-¿El acuerdo de libre comercio UE-Mercosur en qué medida ayudaría a mejorar las inversiones en el país?
-Es un acuerdo que incluye aspectos de inversión. Pero es mucho mas que un acuerdo de libre comercio. Es mucho mas que eso. Es un acuerdo con un pilar político que a veces la gente se olvida. El acuerdo puede contribuir a las reformas que está haciendo el gobierno y a profundizarlas. Esto enviará una señal de previsibilidad. Lo mismo ocurre con el eventual ingreso de la Argentina en la OCDE. Esto dará una buena señal. Son señales importantes aunque no afecten directamente la inversión pero ayuda a estimularlas.
-¿Cree que hubo suficiente firmeza del gobierno español en el caso del intento independentista de Cataluña?
-El gobierno ha hecho todo lo que podía hacer: el uso de la ley para frenar actitudes que van en contra de la Constitución. La autonomía catalana está intervenida por el gobierno central por mandato del articulo 155 de la Constitución y por voto de mayoría absoluta del Senado. Esto es una señal contundente del Estado español porque en este operativo de separar una parte de España ha participado el Estado español en su conjunto. Esto incluyó a los tres poderes. La independencia de Cataluña es contraria a la Constitución y a las leyes. No se puede plantear en el ámbito político. Deberían reformar la Constitución cosa que es posible pero no es fácil. Creo que el Estado logró contener la situación para evitar que todo se vaya a la deriva.
-¿Y está controlada la situación?
-Está controlado institucionalmente. No habrá un gobierno autónomo de Cataluña. No habrá independencia de Cataluña ni un gobierno catalán que avance sobre las leyes de España. El hecho de que haya un 47% del electorado catalán que quiera un estado independiente está ahí y no se cambia de la noche a la mañana. Lo que hay que trabajar es para que ese 47% sea cada vez menos.
-¿Qué pueden hacer España y Argentina por la situación de Venezuela?
-No soy responsable de la relación con Venezuela. Tengo mis opiniones personales. Creo que tenemos una línea similar a la argentina con respecto a Venezuela. El gobierno español apoyó las iniciativas del Grupo Lima [conjunto de 12 países latinoamericanos que incluye a la Argentina y que cuestionó la falta de libertades en Venezuela]. No creo que haga falta hacer nada más. Participamos con los instrumentos de diálogo para buscar una salida y para unas elecciones transparentes y libres.
-¿Cree que el Brexit le restará fuerza a los territorios de ultramar de Gran Bretaña como Gibraltar o Malvinas en su apoyo de la Unión Europea?
-Es difícil de decir porque no sabemos en que términos se va a producir el Brexit. En el Reino Unido no son pocos los que quieren que la situación se reconsidere. En el caso de que se imponga el Brexit, el caso de Gibraltar se verá afectado. Pero seria especular demasiado respecto a lo que va a ocurrir. Estamos con la misma posición de siempre de reclamar la soberanía de España.
-¿Qué se puede esperar de la visita de Rajoy a la Argentina en abril?
-Espero que sirva para relanzar las relaciones. Habrá un componente empresarial importante en que trabajan las dos embajadas. Esperamos un número considerable de empresarios para que vean el nuevo modelo económico político al que aspira el gobierno de Macri. Espero que esto se traduzca sin dudas en un interés en invertir en Argentina. Esperamos trabajar juntos en algunos temas políticos. Creo que hay mucho margen para trabajar juntos y sumar potencial de capacidad de ambos países puede abrir mucho a la colaboración.