A principios de febrero, el presidente Mauricio Macri llamó a actuar sin "comportamientos mafiosos". Hace apenas 24 horas, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal lanzó un mensaje contra el sindicalismo que promueve la movilización del 21: "La mayoría de la Argentina no convoca a ninguna marcha". Y hoy, desde Chapadmalal, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, ratificó esa postura: "No hay lugar para los aprietes".
"En la Argentina no hay lugar para las extorsiones, ni las mafias, ni las amenazas, ni los aprietes y no vamos a retroceder ni un milímetro en nuestra postura", al ser consultado sobre la movilización convocada por Camioneros para el próximo miércoles.
Durante una rueda de prensa en la ciudad balnearia, donde el presidente Macri encabeza una reunión del gabinete ampliado, De Andreis afirmó: "Somos respetuosos de lo que quieran manifestar y respetuosos de estar en la calle, pero la discusión no pasa por una persona en particular, acá planteamos qué Argentina queremos para el futuro, una en la que no exista la extorsión y la prepotencia".
"Nosotros planteamos un modelo de generación de empleo, productivo, que incluya a todos, que interactúe con el mundo. Allí no hay lugar para las extorsiones, ni para las mafias ni para los aprietes", enfatizó.
En este sentido, el secretario general de la Presidencia ratificó el camino planificado por el jefe de Estado: "No vamos a retroceder, siempre vamos a estar esperando con los brazos abiertos las actitudes más dialoguistas".
Para algunos ministros se trata de su primera experiencia. Nicolás Dujovne, Alejandro Finocchiaro, Jorge Faurie y Luis Miguel Etchevehere no estaban en el Gobierno cuando el 2 y 3 de diciembre de 2016 se hizo el primer retiro, unos días antes de cumplir un año de gobierno.
La situación de la economía será un asunto que todos querrán conocer especialmente. Repasar las variables y los pronósticos será un tema sobre el que existirá una dedicación especial en tiempo y debate.
La preocupación del Presidente hoy es que los cambios lleguen a la vida cotidiana de los argentinos. Sabe que hay malhumor, pero confía en el rumbo.