El jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, se refirió hoy al caso del cadete de 18 años que murió en La Rioja tras un excesivo entrenamiento, y afirmó que se trató de "un extremo", aunque remarcó que la instrucción policial "es intensa".
"La instrucción policial es intensa ya que es una cuestión de supervivencia. Hay una exigencia física, pero no privarlos de los derechos del hombre, como un vaso de agua. Es un extremo y no estoy de acuerdo", apuntó.
Tras regresar de la reunión del "grupo Santa Marta" en Roma con el Papa Francisco y otros jefes policiales de distintos países, Roncaglia se refirió a la polémica en torno a Luis Oscar Chocobar, el efectivo que baleó a un delincuente por la espalda cuando intentaba escapar tras clavarle diez puñaladas a un turista estadounidense, y pidió "analizar caso por caso" antes de juzgar el accionar del oficial.
"Nuestra función es defender la vida de los demás y después la nuestra, pero partamos de la base que nadie quiere la muerte; ni de un policía, ni de un tercero ni de un delincuente. Pero hay una realidad: si me tiran voy responder, es la premisa que tenemos", explicó.
Aunque advirtió que el caso "no es una carta blanca para salir a tirar disparos".
Consultado en Radio Delta por el "cambio de paradigma" en relación a las fuerzas de seguridad que sostiene la ministra Patricia Bullrich, Roncaglia consideró que "antes, muchas veces, daba la sensación de que se apoyaba más al que delinquía".
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Además, añadió que un episodio como el que protagonizó Chocobar, "son situaciones difíciles y violentas" y pidió "ponerse un poco en el lugar del policía que no provocó esa situación".
Para Roncaglia "los disparos por la espalda siempre llaman la atención pero hay que analizar caso por caso: por ahí su intención era tirarle a las piernas y pegó más arriba".
Por otra parte, habló sobre el encuentro en el Vaticano, el quinto en el marco de una iniciativa del Papa Francisco que surgió en 2004 entre la iglesia y algunos sectores de la policía, en donde se crean redes de colaboración y que apunta a la concientización sobre este tipo de problemáticas.
Durante la reunión se puso el eje en el delito de la trata de personas donde participaron representantes de 30 países. En el caso de la Argentina, "es un país de exportación de seres humanos".
En este sentido, el oficial contó que el año pasado realizaron una investigación con información recibida de Francia sobre una organización que llevaba chicos transexuales a prostituirse a París, Madrid y Roma.
"Los chicos eran traídos de provincias del norte a Buenos Aires, donde los internaban en una clinica y les ponían senos, gluteos, para llevarlos a Europa a trabajar en la prostitución", narró.