Los dirigentes gremiales que acompañan a Hugo Moyano en su enfrentamiento con el Gobierno se reunieron esta mañana en la sede de Camioneros para definir un cambio en la fecha de la movilización en repudio de las medidas económicas. Se decidió que la marcha ideada en un principio para el 22 de febrero se adelante un día y se realizará el miércoles 21. Así se respondió a un reclamo realizado por los familiares de la tragedia ferroviaria de Once.
La reunión fue presidida por el propio Moyano, Sergio Palazzo (Asociación Bancaria), Hugo Yasky y Pablo Micheli (de la CTA autónoma y de la de los argentinos) y Roberto Baradel (SUTEBA).
"Creo que va a ser una marcha extraordinaria, multitudinaria, donde vamos todos los sectores a plantear la necesidad de la unidad y la continuidad de la lucha", afirmó Yasky ante la prensa.
Por su lado, Pablo Micheli, se mantuvo en la misma sintonía: "El cambio de la fecha no es un detalle. Habla de la madurez de los que estamos convocando. La amplitud que convoca esta marcha da cuenta de que esto no es en el marco de una pelea donde el Gobierno quiere llevar a la contradicción Moyano-Macri. Esto es en defensa de los trabajadores, de los jubilados y de quienes están más necesitados".
Además de los sindicatos adheridos, también se sumarán a la marcha agrupaciones sociales. El principal referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, afirmó que es muy posible la presencia de su movimiento en la movilización.
Más tarde, a las 15, los dirigentes que representan al sector sindical conocido como los "gordos" e "independientes" unificarán sus fuerzas en la sede del gremio de la Sanidad. El objetivo será doble: mostrarse unidos y de un lado de la grieta que terminará de fracturar la CGT más temprano que tarde, abroquelados frente al sector más intransigente de Camioneros; pero también unificar una agenda de pedidos contra el Gobierno.
Moyano jugará de local en la sede del sindicato ubicada en la calle San José 1781 y el encuentro también tendrá un doble objetivo: reagruparse y ultimar los detalles de la movilización, convocada con la idea de alertar al Ejecutivo.
De esta forma, el sindicalismo se prepara para la conformación de un nuevo esquema de organización, un nuevo mapa del poder gremial que impulsará el recambio del actual triunvirato de la CGT –compuesto por Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer–, inmerso en una profunda crisis.
Así, Daer recibirá en la sede de su gremio a los representantes de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), de Gerardo Martínez; los estatales de UPCN, de Andrés Rodríguez; Obras Sanitarias, de José Luis Lingeri; la Unión Obrera Metalúrgica, de Antonio Caló; el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), de Ricardo Pignatelli, y de la UTA, de Roberto Fernández; y de la Unión Ferroviaria, de Sergio Sasia, entre otros.
Estos dirigentes, que aspiran a liderar la nueva central obrera, analizarán durante el encuentro una agenda de reclamos que presentarán al Gobierno, entre los que se destacan la inclusión de cláusulas gatillo por inflación en las negociaciones paritarias y más fondos para las obras sociales, además de las reservas en relación al proyecto de reforma laboral que impulsa el Ejecutivo.
En su cruzada contra el Gobierno a raíz de las causas judiciales que investigan su patrimonio, tanto Moyano como su convocatoria a marchar contra el Gobierno de Cambiemos sumaron el respaldo de Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Acuña (Confederación de Trabajadores del Transporte-CATT), de la CTA y de SUTEBA.
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