Cuando Mauricio Macri anunció hace 10 días en Davos que Argentina le vendió un reactor nuclear a Holanda, más de un ciudadano de a pie se sorprendió por la noticia y no podía creerlo. Pero la realidad puede más que la ficción, excede a los planes del gobierno actual y se remonta a un proyecto nuclear de exportación internacional que resulta ser mucho más ambicioso: la Argentina concretó hasta hoy cuatro grandes proyectos de desarrollo nuclear que adquirieron diferentes países.
El alcance de esta política a largo plazo tiene el sello del INVAP, una empresa estatal de Río Negro que cuenta con dos directores del estado nacional y una extenso prestigio internacional. Además del contrato con la Fundación Pallas de Holanda por el diseño y construcción de un reactor de investigación y producción de radioisótopos para usos medicinales en la ciudad de Petten, Holanda del Norte; el INVAP tiene en marcha otros tres grandes trabajos en marcha: en Brasil, Bolivia y Arabia Saudita.
“El secreto de esto es que se trata de una política de Estado a largo plazo que la Argentina viene desarrollando y que el actual gobierno está dispuesto a reforzar sustancialmente”, dijo a Infobae un funcionario del Ministerio de Energía que sigue de cerca todos los planes del INVAP.
¿Cualés son las características de los cuatro proyectos que tiene la Argentina para exportar desarrollo nuclear?
El proyecto de Holanda. En el caso de reciente conocimiento el INVAP le ganó en la licitación a las propuestas que habían presentado Corea del Sur y Francia. Se trata de un contrato firmado por el INVAP con holandesa Pallas. Según explicaron en el gobierno, por la venta a Holanda de toda la tecnología del reactor de 35 MW de potencia térmica la Argentina obtendrá unos 400 millones de dólares. No se trata de una tarea menor la que tendrá este reactor del INVAP. Actualmente, unos 10.000 hospitales europeos emplean esos radioisótopos producidos por el reactor y cada año se hacen más de 40 millones de procedimientos de diagnóstico y tratamientos, en la mayoría de ellos, casos oncológicos. La oferta del INVAP fue elegida en junio de 2009, pero en ese momento las autoridades decidieron discontinuar el proyecto debido a la crisis económica global, hasta que en 2015 la Fundación Pallas llamó a una nueva licitación y la ganó la Argentina. El INVAP tuvo que competir con cinco empresas a escala mundial.
Un reactor a Brasil. El otro proyecto que firmó hace dos meses el INVAP con Brasil fue por la venta de ingeniería para el desarrollo de un reactor RMB de investigación de alta tecnología. El costo de ese acuerdo fue de 35 millones de dólares y en la diplomacia de Brasil aseguran que se trata de “tecnología de muy alta calidad”. También hay un convenio de investigación de dos reactores, destinados a la producción de radioisótopos, la realización de ensayos de irradiación de combustible y materiales y la investigación con haces de neutrones. Tendrán una potencia de 30 MW y serán desarrollados tomando como referencia el OPAL, reactor diseñado y construido por INVAP para la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear (ANSTO) e inaugurado en abril de 2007.
Asistencia a Bolivia. La Argentina desarrolló otro proyecto nuclear para Bolivia que se encuentra en proceso y consta de tres centros asistenciales de investigación nuclear. La intención del INVAP en este caso es desarrollar un Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia de última tecnología, que tendrá tres componentes: un ciclotrón (generador de radioisótopos, marcador tumoral), un Pet Scan (sistema de escaneo) y un Acelerador Lineal (para un tratamiento focalizado). Además, se implementará un Centro de Producción de Radiofármacos en la Ciudadela Nuclear en Tarija.
La compra de Arabia Saudita. En marzo del año que viene se concretará el proyecto de la venta de un reactor pequeño LPRL a Arabia Saudita por un valor estimado en 20 millones de dólares. Se trata de un reactor pequeño de 1 MG de potencia térmica, pero esta iniciativa acordada con los saudíes abre una ventaja de oportunidades para la Argentina ya que Arabia Saudita y el resto de los países de la región están invirtiendo millones de dólares en energía renovable para el largo plazo teniendo en cuenta que en 50 años el petroleo va a dejar una fuente central de financiamiento. “Se trata de una apuesta a largo plazo que la Argentina ve en Arabia Saudita”, reflexionó un experto del INVAP.
Si bien actualmente el 70% de los contratos del INVAP están relacionados con el Estado nacional, la intención de largo plazo es darle un perfil más exportador a los proyectos nucleares de la Argentina. Hay otros países como Estados Unidos, Rusia y China interesados en la tecnología nuclear de la Argentina. Actualmente se desarrolla en el país una actividad nuclear con gran potencialidad y con el foco puesto en la investigación. Pero hay intenciones claras del gobierno de Macri de dar apoyo a los proyectos del INVAP en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de un modelo comercial con socios extranjeros. “Habrá fondos y recursos para el INVAP”, acotó un funcionario de la Casa Rosada. De allí la relevancia de anuncio de Macri que hubo con Holanda y de los restantes proyectos a escala internacional.
“La Argentina tiene en el sector nuclear un ejemplo único de continuidad y trabajo en equipo que va desde la Cancilleria y el Ministerio de Energia, pasando por la CNEA, el operador de las centrales NASA, el Regulador independiente e INVAP. Nos conocemos, nos respetanos y remamos juntos para el mismo lado. Los éxitos tecnológicos y comerciales de INVAP no son obra de la casualidad”, dijo a Infobae el embajador argentino en Viena ante la Organización mundial de Energía Nuclear, Rafael Grossi.