El juez de Menores Enrique Gustavo Velázquez –que procesó y embargó al policía Luis Oscar Chocobar por defender a un turista estadounidense apuñalado en el barrio porteño de la Boca– enfrentó varias denuncias ante el Consejo de la Magistratura por su desempeño.
En una presentación que hizo hace algunos años la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, acusó al magistrado de acoso sexual y de "mobbing" o acoso laboral del que resultaron víctimas trabajadores de su juzgado.
Según la denuncia, Velázquez le inició un sumario administrativo a la inspectora Norma Noemí di Benedetto de Sánchez, quien se negó a informarle su número de celular particular tras las insinuaciones del juez. Al declarar, la inspectora manifestó que las insinuaciones de Velázquez eran habituales y en público. En esa oportunidad afirmó que el magistrado le decía frases como "que la llevaría de viaje al Caribe", "que se quería casar con ella", "que quería tener 10 hijos", "que compraría una caja de Viagra", entre otros comentarios. La mujer declaró que lo que le decía Velázquez la hacía sentir muy mal y avergonzada. Los dichos del magistrado quedaron corroborados por las declaraciones de más de cuatro empleados que prestaron testimonio.
Otra empleada, Claudia Zawadzky, declaró que en reiteradas oportunidades, cuando ella tosía, le decía frases como "soy médico, pasá al despachito y desvestite que ahora te atiendo". Como toda defensa ante una acusación, Velázquez dijo que como había mantenido con la denunciante una situación tensa de trabajo, intentó alivianarla.
El juez Velázquez fue denunciado también por haber utilizado al personal del juzgado para que realizara gestiones personales. Una de las empleadas, Laura Cerletti, testificó que en una oportunidad Velázquez le encomendó la compra de un par de tiradores, compra que hizo durante el fin de semana.
Julia Serra, otra agente de la dependencia a cargo de Velázquez, declaró que el juez le pidió que fuera a Belgrano R, donde está ubicado el colegio donde concurrían sus hijos, a pagar una cuota atrasada con un cheque. En otra ocasión, le solicitó que le comprara letras autoadhesivas para su barco, compra que hizo durante la mañana en un comercio cercano a Tribunales.
No quedaron ahí los pedidos del juez Enrique Velázquez. Otra empleada, de apellido Argibay Tome, durante su testimonial relató que en una oportunidad el magistrado le pidió prestada su tarjeta de crédito para pagar una seña en Garbarino para la compra de un televisor. Otro empleado del juzgado, contó que Velázquez le encomendó que buscara en las páginas amarillas los locales en los que podía comprar dos barras para colocar sobre el techo de su automóvil para trasladar su velero.
Otro hecho denunciado y por el que el juez Velázquez fue sancionado por el Consejo de la Magistratura está relacionado directamente con su función. Al menos en dos oportunidades en que se ausentó del juzgado, Velázquez dejó a sus secretarios varias hojas en blanco firmadas, algunas de las cuales fueron utilizadas para la confección de resoluciones. Así lo ratificó en su testimonio Nora Colaneri, quien declaró que un viernes a las 10 de la mañana el juez Velázquez se retiró del juzgado diciendo que se iba a navegar y que dejaba unas hojas en blanco firmadas "por si las necesitaban".
Esta es parte de la trayectoria del juez de menores Enrique Gustavo Velázquez, el magistrado que procesó y embargó al policía Luis Oscar Chocobar por defender a un turista estadounidense apuñalado para robarle su cámara de fotos en el barrio porteño de la Boca.
LEA MÁS: