El gobierno de Estados Unidos y la Argentina, junto con varios países de la región, encabezarán este fin de semana una fuerte presión hacia Venezuela para exigir desde Buenos Aires al régimen de Nicolás Maduro la restitución de los derechos humanos y el desarrollo pleno de la democracia en ese país.
La iniciativa central la dará el secretario de Estado de Donald Trump, Rex Tillerson, quien llegará a la Argentina el sábado y entre el domingo y el lunes mantendrá una cargada agenda con el presidente Mauricio Macri, el canciller Jorge Faurie y embajadores norteamericanos de diferentes países de América Latina que fueron convocados a Buenos Aires para un encuentro.
El Departamento de Estado informó hoy que Tillerson mantendrá reuniones con Macri y con "jefes de misiones de esa parte del mundo, y eso incluiría a Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia". Está claro que el objetivo central de este encuentro es ejercer una mayor presión a Venezuela para que Maduro evite una mayor crisis en su país.
A la vez, desde el gobierno argentino explicaron a Infobae que "hay una decisión firme de Argentina que se comparte con Estados Unidos y con otros países de la región que es presionar a Venezuela para que cumpla con la Carta Democrática de la OEA". En este sentido, desde la Cancillería argentina no descartaron una nueva acción conjunta de los aliados de América Latina reunidos en el Grupo Lima junto con Estados Unidos para presionar más fuerte a Maduro. Esto podría ser por la vía económica y política. En el gobierno argentino creen que, por ejemplo, hay que reforzar el pedido a la Unidad de Investigación Financiera (UIF) para bloquear las cuentas de los funcionarios de Venezuela y ejercer una mayor presión económica para evitar que el régimen de Maduro se robustezca.
En tanto, la diplomacia nortamericana declaró hoy a la prensa al evaluar el viaje de Tillerson a la Argentina que esa misión está relacionada con su política contra Maduro ya que "nuestra estrategia con Venezuela ha sido extremadamente efectiva", dijeron voceros oficiales. Así, el Departamento de Estado remarcó que en el último año se sancionaron desde Washington a más de 50 personas del gobierno de Maduro. "El Grupo de Lima (que incluye a 12 países de América Latina, entre ellos la Argentina) se unió a este esfuerzo y creó una entidad de presión hemisférica adicional en Caracas. El gobierno canadiense también ha sancionado a individuos en Venezuela, y la semana pasada, la Unión Europea se unió a la campaña de presión internacional para detener a personas que violan los derechos humanos en Venezuela, que son responsables de prácticas antidemocráticas y que están robando el tesoro nacional del país".
Así, el gobierno norteamericano remarcó que "la campaña de presión está funcionando. Las sanciones financieras que hemos impuesto al gobierno venezolano lo han obligado a comenzar a caer en default, tanto en deuda soberana como de PDVSA, su compañía petrolera. Y lo que estamos viendo debido a las malas elecciones del régimen de Maduro es un colapso económico total en Venezuela. Entonces nuestra política funciona, nuestra estrategia funciona y la mantendremos en manos de los venezolanos".
El viaje de Tillerson, más allá de evaluar las relaciones bilaterales de la Argentina y Estados Unidos tendrá por objetivo central ejercer una mayor presión a Venezuela en momentos en que Maduro convocó a elecciones recientemente sin participación de la oposición.
En este sentido el presidente Macri dijo la semana pasada en París que la Argentina "no va a reconocer" el resultado de las próximas elecciones presidenciales en Venezuela, de las que fue excluida la coalición opositora. "Argentina no va a reconocer esa elección", afirmó Macri al estimar que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha transformado Venezuela en una "dictadura".
Bajo este lineamiento de dura oposición a Maduro se perfila la visita de Tillerson a la Argentina. El secretario de Estado norteamericano llegará el sábado a Bariloche donde descansará con su familia. Luego se trasladará el domingo a Buenos Aires y realizará una ofrenda floral a San Martín y en la Cancillería se reunirá con el canciller Faurie y con cancilleres o embajadores de la región. El lunes, Tillerson planea reunirse con Macri antes de partir hacia Panamá.