Diez horas duró el operativo para retirar del Patio de Honor de la Casa Rosada el ejemplar de la especie Butia yatay que, según dictaminó la Dirección de Espacios Verdes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ya no tenía vida y era un peligro mantenerla en ese estado, aun cuando unos meses atrás se la sostuvo con alambres desde arriba.
Finalmente, a las 7 del sábado, un grupo de operarios comenzó las tareas provistos de arneses, sogas y sierras. De a poco, de arriba hacia abajo, fueron cortando por partes el centenario ejemplar que se supone estaba en ese sitio, junto a los otros tres, desde el 1900.
Algunos atribuyen la pérdida de la palmera al goteo de la fuente del patio durante la gestión de Cristina Kirchner mientras Carlos Anaya, un arborista e ingeniero agrónomo que se desempeñaba en la Ciudad había diagnosticado un año atrás que la palmera, con determinados cuidados, podía salvarse. El viernes último un equipo del INTA comenzó a trabajar en el jardín y retiró muestras del suelo para establecer las causas de la 'muerte' del árbol y, especialmente, si las otras tres podrían estar en riesgo.
El sábado se cerró el acceso al Patio de Honor para que trabajara la empresa que realizó el podado y retiro de los restos de la palmera, servicio y limpieza de la Rosada, además de funcionarios de la Secretaría General de Presidencia que organizó y supervisó las tareas.
Según se explicó, las raíces quedaron en el suelo tras evaluar que el hueco que quedaría podría implicar algún tipo de peligro, por lo que se cortó el tronco de la palmera al ras del suelo y se lo cubrió con panes de césped mientras se determina su reemplazo o no.
La semana pasada se desestimó la única oferta presentada en el proceso de compra directa con compulsa de precios según se indicó por no haber completado los requisitos y tras la polémica por el costo presupuestado por Native Trees, un vivero correntino: $235.000 que según la empresa corresponde más a la logística, traslado, grúa para el transplante y mantenimiento que al valor en sí de la planta. Native Trees había participado plantando algunos árboles en la 9 de Julio; palmeras como este ejemplar en espacios públicos de Goya, Corrientes, y en el Parque del Bicentenario en Salta.
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