La campaña por la reelección de Mauricio Macri ya empezó. Este año será el preludio de la batalla electoral del año que viene y, para dar con este objetivo, el Gobierno desplegó toda la artillería de gestión que busca apuntalar a los sectores más vulnerables de la sociedad bajo una estricta estrategia: se aumentó el presupuesto global y el potencial de ejecución de obra pública para la construcción de viviendas, cloacas, agua potable y todo lo que tenga que ver con infraestructura social.
En los últimos días, Macri dio instrucciones precisas a sus ministros y secretarios para concretar la culminación de obras en 2018, inaugurar cerca de un proyecto cada dos días y elevar los montos asignados para la obra pública social. Si bien los ministerios de Energía, Transporte, Desarrollo Social y Salud pondrán énfasis en esta temática, el corazón de este plan se ubica en el Ministerio del Interior.
"Nosotros tenemos un objetivo fundamental que es la reducción de la pobreza y eso está estrictamente vinculado con la posibilidad de generar la inversión para que se creen puestos de trabajo. Queremos una Argentina desarrollada con mayor integración entre las regiones y para eso necesitamos mejorar la calidad de infraestructura y de los servicios públicos", dijo a Infobae el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Si bien Frigerio no lo dirá abiertamente, tanto Macri como el resto de sus funcionarios piensan que desde este año habrá que dar la pelea por la reelección que se vendrá en el 2019: "Estamos haciendo obras en todas las provincias y esto tiene un gran impacto en la calidad de vida de la gente. Por ejemplo, estamos haciendo obras de hábitat, sobre todo en los lugares más vulnerables, en aquellos lugares donde el Estado hasta ahora no había tenido demasiada presencia. Eso es lo que nos encomendó el Presidente y en eso estamos trabajando de manera permanente", añadió Frigerio.
Según aseguran a Infobae en la Casa Rosada, este año será la primera vez en la historia de la Argentina que hay un Plan Nacional de Vivienda y Hábitat y un Plan Nacional de Agua y Saneamiento. El Plan Nacional de Vivienda plantea una solución específica para cada sector social. Para los sectores de más bajos recursos, los que aún con ayuda del Estado no pueden acceder al crédito hipotecario, está la vivienda social. Y para los sectores que van entre 2 y 4 salarios mínimos se relanzó el plan ProCreAr. También se generaron otras soluciones como el plan Mejor Hogar, que son préstamos que financia ProCreAr, para que los vecinos de bajos recursos puedan conectar sus viviendas con las redes de agua potable, de gas y cloacas.
El plan reeleccionista del jefe de Estado en su etapa de obra pública para sectores vulnerables se puede medir en números concretos que empezaron a rodar este año y a los que accedió este medio.
Por ejemplo, desde la Subsecretaria de Coordinación de Obra Pública Federal del Ministerio del Interior, Ricardo Delgado explicó que el presupuesto de este año para obras de vivienda será un 34% más elevado que en el 2017. Así se pasará de 34.000 millones a 44.000 millones de pesos este año para sustentar la ejecución de obras. En el listado de 481 obras de hábitat distribuidas por todo el país para el 2018 más del 85% están en ejecución. Se contempla que en este año se terminarán de construir 36.000 viviendas sociales.
Algo similar ocurre con las obras de agua potable y cloacas. Se prevé para este año un presupuesto de $60.000 millones, un 32% más de los $42.000 millones que se invirtieron el año pasado en este rubro. Hay proyectos que empezaron para la realización de plantas de agua multipróposito en San Juan por un monto de 1000 millones de dólares; en Mendoza se ejecuta otro proyecto hídrico por un monto similar y en total el Ente Nacional de Obras Hídricas prevé para este año desembolsar $2800 millones.
"En los centros urbanos tenemos previsto terminar obras nueve veces más de lo que hizo el kirchnerismo en los últimos 10 años", expresó Delgado. En números para este año esto implicará que para los proyectos de mejora de casas, cloacas y pavimentación de poblaciones vulnerables se incrementó el presupuesto en un 51%.
¿Dónde y cómo distribuye el Gobierno estas obras en sectores que resultarán clave para el armado político del proyecto reeleccionista de Macri? "No hay un criterio discrecional de selección de obras o territorios. Se ejecutan proyectos donde la gente realmente los necesita", dijo el funcionario de Interior. La mayor parte de estas obras de infraestructura social se verán terminadas este año en un 45% a lo largo de toda la línea norte del plan Belgrano, un 22% irán para el conurbano bonaerense y el resto distribuidas a lo largo de todo el país.
La intención de Macri es cortar al menos una cinta de obra pública terminada cada dos días este año y para ello confía en contar con el apoyo del sector privado. Así, se busca desplegar las bondades de la ley de participación público-privada para financiar estas obras. Un caso concreto de esto es AYSA que el lunes saldrá a colocar bonos en el sector privado para sustentar los grandes programas de obra proyectados para los próximos años.
El subsecretario de Recursos Hídricos del Ministerio del Interior, Pablo Berciartúa explicó a Infobae que para fines del 2019, con las obras en ejecución de redes cloacales y plantas potabilizadoras, se espera mejorar el servicio a 9 millones de personas más que en la actualidad en toda la Argentina. Para este año hay US$ 9500 millones previstos para obras de AYSA. Por ejemplo, con las obras de ampliación de la planta potabilizadora de Bernal, las obras de los Ríos Subterráneos Sur 1 y 2 se habrán licitado las obras hídricas más grandes de los últimos 40 años.
También se prevé desplegar este año los proyectos de agua potable en Santiago del Estero, Tucumán, San Juan y el Riachuelo con fondos de financiamiento público y privado. Según datos oficiales, en el 2018 estarán en ejecución 33 proyectos de plantas potabilizadores en todo el país para que se beneficien 8,4 millones de personas y hay otros 6 proyectos de obra en proceso licitatorio.
Desde la Subsecretaria de Hábitat y Desarrollo Humano del Ministerio del Interior, Marina Klemensiewicz explicó sin vueltas ante Infobae: "el Presidente nos encomendó que este año hay que mostrar gestión y finalización de obra pública. La gente necesita ver que el gobierno empieza una obra y la termina".
En números, los resultados de la Subsecretaría de Hábitat son contundentes. Para este año están previstas 180 inauguraciones de obras con un presupuesto que creció sustancialmente respecto del año pasado: mientras que en 2017 se destinaron $8.500 millones para obras de hábitat, en este año se destinarán $10.500 millones.
El objetivo de estas obras apunta a disminuir el déficit de infraestructura urbana en lo que respecta a agua potable, cloacas, veredas, urbanización y luminaria. Se estima que de cada tres hogares de la Argentina dos carecen de infraestructura urbana. Allí se mezcla la clase media con sectores vulnerables. "Siempre hubo parches en materia de obra pública para la vivienda pero no para el hábitat general de la gente", destacó Klemensiewicz.
Así, por ejemplo, en el gran Buenos Aires más del 40% de la población carece de conexión a una red de agua potable y las obras en ejecución apuntan a erradicar estos y otros males de la Argentina.
La estrategia de apuntalar la obra pública para mejorar la vida de sectores vulnerables va de la mano de los planes de los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social que esta semana se reunió con Macri. Allí el presidente instó a la ministra Carolina Stanley y a su equipo a darle impulso a los programas de generación de empleo genuino. Además, habrá un aumento de unos 300.000 beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y se reforzará el presupuesto de los planes materno infantiles.
Como buen ingeniero, el plan reeleccionista de Macri se apoyará sustancialmente en la obra pública que se dirigirá a los sectores vulnerables. Al evaluar los números y proyectos en marcha la maquinaria parecería marchar aceitadamente. Después de todo, el Presidente no cree en la teoría de que en un año electoral hay que aumentar el presupuesto de obras sino que, por el contrario, hay que prever de antemano la ejecución de obras en un año sin trabas proselitistas para dar batalla en la campaña presidencial con las casas, cloacas, agua potable o veredas finalizadas.