El Gobierno designó al ex vicecanciller Carlos Foradori como embajador argentino ante los organismos internacionales con sede en Ginebra como una firme estrategia de apuntalar su política de derechos humanos en el exterior.
Así lo confirmaron a Infobae fuentes calificadas de la Cancillería, que aclararon que el reemplazo del actual embajador Marcelo Cima por Foradori responde a "un cambio estratégico y a una nueva etapa en las relaciones de la Argentina con los foros relacionados a temas relacionados con la defensa de los derechos humanos". El ex vicecanciller de Susana Malcorra asumirá sus funciones una vez que esté listo el decreto presidencial de su nombramiento, ya que por ser un funcionario de la diplomacia su pliego no debe pasar por el Senado, como sí ocurre con la designación de Paula Bertol para la OEA o de Fernando Oris de Roa para la embajada en Estados Unidos.
Con la designación de Foradori se ratificó lo que esta mañana había adelantado Infobae respecto de que el presidente Mauricio Macri quiere poner mayor énfasis en la política de derechos humanos en el plano internacional. Es que, además de Foradori, ya se designó a Bertol en la embajada argentina ante la OEA, en reemplazo de Juan José Arcuri.
El año pasado el Gobierno tuvo algunos traspiés a nivel internacional con su política de derechos humanos, como fueron los casos de Milagro Sala y Santiago Maldonado, ambos cuestionados tanto en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que depende de la OEA como en el Comité de Detención Arbitraria de la ONU con sede en Ginebra. En ambos estamentos hubo duras críticas a la política de derechos humanos de la Argentina y ni Arcuri ni Cima lograron frenar la embestida de las ONG a nivel internacional. Estas estrategias fueron definidas por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Justicia, Germán Garavano, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el canciller Jorge Faurie.
La designación de Foradori se concretó esta tarde y el mayor desafío que tendrá el ex vicecanciller es el de poner énfasis en la política de derechos humanos por la defensa de los pueblos indígenas, de la situación de las cárceles en la Argentina, del seguimiento a los juicios a los militares por delitos de lesa humanidad y los casos de corrupción que hay contra ex funcionarios.
Además de su paso como vicecanciller de Malcorra, Foradori fue el diplomático que en la década de 1990 negoció el último diferendo territorial con Chile por los llamados Hielos Continentales. También fue embajador en Guatemala y en Zimbawe. Egresado con honores del Instituto del Servicio Exterior de la Nación en 1982, cayó en el ostracismo con la llegada al poder de Néstor Kirchner en el 2003, debido justamente a la férrea oposición que planteó en 1998 el entonces de gobernador de Santa Cruz al acuerdo firmado ese año por los presidentes Carlos Menem y Eduardo Frei para poner fin a las disputas de límites entre Santiago y Buenos Aires.
"Debemos mostrar al mundo que Macri no es la dictadura ni que persigue indígenas o jovenes militantes", remarcó un funcionario de la Casa Rosada para rebatir las críticas que le hicieron algunas ONG o grupos de derechos humanos tras la detención de Milagro Sala o la muerte de Santiago Maldonado en el Sur. Las nuevas designaciones de embajadores, a la vez que el mandato presidencial de cambiar el eje de debate en los foros internacionales, precisamente persigue ese objetivo de Macri por modificar la imagen de la Argentina en el plano de la lucha por los derechos humanos.
Como embajador ante organismos multilareales, Foradori en Ginebra también estará a cargo de negociaciones relacionadas con temas de la OIT, la ONU y la OMC.