El ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, se presentó nuevamente en los Tribunales Federales de Retiro para recusar al juez Ariel Lijo, en el marco del expediente que se le sigue por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
El ex funcionario kirchnerista planteó la recusación del juez magistrado federal e insistió con que su detención fue "arbitraria e ilegal". "Espero poder dar explicaciones ante un juez imparcial", dijo en un breve contacto con la prensa al abandonar la sede judicial.
"Lo dijo la Cámara, fue una detención arbitraria e ilegal, donde no había ningún extremo que se cumpliera para que yo pudiera ser detenido", añadió.
En el escrito, de 12 páginas, Boudou apuntó contra el magistrado por "un prolongado e injustificado encierro, sin siquiera haber resuelto su situación procesal".
Asimismo, allí se afirma que "para privar arbitrariamente su libertad" el juez "se apartó de circunstancias debidamente comprobadas y del derecho vigente, inventando hechos, ampliando injustificadamente el objeto procesal del proceso para así fundar en 'apariencia' la arbitraria orden de detención en su perjuicio".
"Aprovecho esta posibilidad que me dan para pedir por todos los perseguidos políticos, los presos, aquellos presos que no son políticos pero que están con prisión preventiva hace muchos años", finalizó.
A Boudou se le atribuyen en esta causa tres hechos de lavado de activos: la introducción al mercado de más de $7 millones a través de un blanqueo al que en 2009 accedió su amigo, socio y testaferro José María Núñez Carmona, la compra del departamento de su ex pareja, Agustina Kämpfer, y la incorporación a su patrimonio de USD 80 mil "sin justificar su origen".
El ex vicepresidente de Cristina Kirchner fue detenido el 3 de noviembre de 2017 y liberado el 11 de enero de este año, después de 70 días.