Laura Alonso levanta la voz.
—¡¡¡Barrionuevo es como el Jacobo Winograd del diccionario de la corrupción!!! —dice sobre el sindicalista gastronómico.
La titular de la Oficina Anticorrupción (OA) se ríe de su propia ocurrencia. En los albores del 2000 el mediático Jacobo Winograd alcanzó la cúspide de su fama a puro escándalo. Este peregrino representante de la farándula vernácula acuñó entonces una frase que convirtió en canción: "billetera mata galán".
—Barrionuevo es igual que Winograd ¿Qué se puede esperar de Barrionuevo? Sólo frases célebres. Es el que dijo que "hay que dejar de robar por dos años" y que "nadie hace la plata trabajando". Ahora agregó otra contra el gobierno—se mofa Alonso ante Infobae.
Esta semana, el dirigente advirtió que Mauricio Macri podría irse antes de tiempo si sigue investigando a la CGT. "A los sindicalistas nos atacaron los militares, Alfonsín, y De la Rúa y terminaron mal", amenazó.
Barrionuevo, como la mayoría del movimiento obrero, entiende que hay una avanzada oficial contra los gremialistas desde que el Presidente habló de "mafia sindical", y que la Justicia está siendo funcional al gobierno. De hecho, en los últimos meses un cúmulo de dirigentes fueron detenidos o están siendo investigados.
La titular de la OA negó que la Casa Rosada esté apretando al sindicalismo, al que no dudó en calificar como una "corporación opaca" cuyo modelo es necesario modificar. De hecho, Alonso elaboró un una iniciativa para que los gremialistas que presiden las obras sociales estén obligados a presentar sus declaraciones juradas.
"Hay dos sectores que tienen mucho para cambiar. Uno es la Justicia. Si ahora descubre lo que descubre ¿Qué hizo antes?".
—¿Y por qué cree?
—Porque tienen todos los hábitos negativos de una corporación. Se cuidan entre ellos. Hablamos de los jueces y los sindicalistas. Por eso Barrionuevo dice lo que dice. Pero el problema no es Barrionuevo, es el modelo sindical.
—¿Macri quiere cambiar el modelo sindical?
—Eso hay que preguntarle a Macri. Yo sí. Pero no Laura Alonso sino toda una parte de la Argentina que se quiere modernizar, que quiere relaciones económicas adultas, que no espante la inversión. Tenemos que repensar el modelo sindical con sindicatos transparentes y fuertes.
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—Los sindicalistas dicen que el Gobierno busca debilitarlos para precarizar las relaciones laborales y favorecer a los empresarios
—No es así y tampoco todos los sindicalistas son iguales. Yo he sido compañera en la cámara de diputados del sindicalista de la CTA Víctor De Gennaro. Es un tipo honesto con sus ideas, honesto con sus prácticas. Uno puede estar de acuerdo o no. Yo creo que hay jueces honestos, probos, que hacen su trabajo, que se matan. Y hay otros que son horribles. Lo mismo sucede con los sindicalistas.
—¿Cuál es el principal cuestionamiento?
—Acá se trata de darles transparencia, control, rendición de cuentas. Hay sectores que están muy oscurecidos, muy opacos y los que desconfían son los argentinos. Cuando uno ve el nivel de confianza en las instituciones la verdad es que nos va muy mal a todos. Le va muy mal al Congreso, le va muy mal a la política en general, pero a los jueces y a los sindicalistas les va horribles. Y un país con jueces no creíbles y confiables tiene un grave problema. Y respecto del sindicalismo es lo mismo. Acá no estamos cuestionando el concepto del sindicato porque se necesitan sindicatos ¿Pero qué tipo de sindicatos? ¿Con qué prácticas? Necesitamos que las elecciones sean transparentes.
—Ya que habla de la Justicia, se ve un avance sobre sindicatos que fueron críticos al macrismo pero no sobre los que han tenido buena relación con el Gobierno ¿Hay una Justicia selectiva?
—Yo no he recibido ninguna presión ni orden por parte del Presidente. En términos de actuación de la Oficina Anticorrupción lo que nos interesa es el manejo de los fondos públicos nacionales. Por lo que, si hay sindicalistas, o clubes de fútbol, o universidades públicas, o empresas, que han manejado fondos públicos nacionales, nos interesa mirarlos desde ese lugar.
—Le preguntaba sobre la Justicia.
—Si hay una Justicia selectiva es un problema que la Justicia tiene que resolver en sí misma. Tiene que mirarse hacia adentro, porque está muy mal. Yo creo que no hay más lugar para esa Justicia selectiva. Es más, creo que es una Justicia que muchos de esos jueces acostumbrados a esas prácticas están desorientados. Yo creo que dejó de pasar en la Argentina.
—¿Usted me está diciendo que antes eran todos malos y ahora son todos buenos?
—El látigo político de la Justicia acostumbró a estos personajes, muchos de esos bastante extorsivos en sus manejos frente a la política, a esperar las órdenes del Poder Ejecutivo de turno. Y yo creo que, en estos momentos, la Justicia es totalmente independiente y que los jueces tienen el desafío, los buenos, los honestos y los íntegros, de demostrar a su ciudadanía que son confiables. Y yo creo que se lidera con el ejemplo. Y hay que mostrar a los que no son. Eso digo para el sindicalismo.
—¿De qué manera?
—Los sindicalistas tienen que presentar las declaraciones juradas. Yo hasta ahora escuché por parte de ellos: "no somos todos iguales, no somos todos iguales". Bárbaro, si no son todos iguales reúnan a su comisión directiva la semana que viene y voten una reforma a su estatuto y digan que van a hacer públicos sus patrimonios de los miembros de la comisión directiva. Así de sencillo.