(Enviada especial a Jerusalem) "Mi amigo Mauricio (Macri) está haciendo reformas históricas", dijo un eufórico Benjamín Netanyahu a Gabriela Michetti en la reunión más importante que mantuvo la vicepresidente en su primer día de visita oficial a Israel. Y especificó: "Nosotros empezamos el proceso de reformas en el 2009, y con ellas logramos bajar el desempleo al 4% y sostener un crecimiento que este año fue de 4% también, además de llegar a un PBI per cápita de 40 mil dólares". La vicepresidente, por su lado, definió a Israel como una nación "admirable" y aseguró que es uno de los países con los que el Gobierno quiere mantener "relaciones estratégicas".
Ni el asesinato que anoche terminó con la vida del rabino colono Raziel Schevach ni el escándalo provocado por la aparición de un audio donde se escucha a Yair, el joven hijo de Netanyahu, haciendo comentarios misóginos durante una fiesta con amigos en un club nocturno empañaron el optimismo del premier israelí con los cambios que se están viviendo la Argentina. En la reunión de 40 minutos en la sala de reuniones de la austera sede de la Oficina del Primer Ministro, donde apenas se sirvió café, agua y unas pocas masitas dulces, se volvió a hacer evidente la sintonía entre ambos gobiernos.
Netanyahu pidió en varias oportunidades que se concrete la visita que Macri le prometió personalmente que haría cuanto antes, devolviendo el histórico gesto que tuvo al visitar la Argentina, el primero desde la creación del Estado de Israel, en 1948. Y aunque no hay todavía una fecha prevista para el 2018, Michetti demostró el interés de nuestro país por fortalecer los vínculos haciéndose acompañar por una nutrida delegación del área económica y de negocios, entre ellos, Martín Etchegoyen, secretario de Industria; Guillermo Bernaudo, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca; el subsecretario de Inversiones Turísticas, Ramiro Alem, y el jefe de asesores de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Pablo Quirno. Michetti también mencionó en la reunión la designación de Mariano Caucino como nuevo embajador en Israel como otra demostración del "relanzamiento" de la relación entre ambos países.
El premier israelí también le agradeció a Michetti por la posición que asumió Argentina en Naciones Unidas cuando se aprobó una resolución no vinculante rechazando el reconocimiento que hizo el presidente norteamericano, Donald Trump, de Jerusalén como capital de Israel. La decisión fue respaldada por 128 votos y obtuvo 9 votos en contra, pero también hubo 35 abstenciones, entre ellas, la de nuestro país.
Pero, sobre todo, Netanyahu se concentró en respaldar la rápida concreción de vuelos directos entre Tel Aviv y Buenos Aires a través de la empresa El-Al, que facilitaría los vínculos comerciales y culturales que ya existen entre ambas naciones, no solo por la cantidad de ciudadanos argentinos judíos que viven en la Argentina (quinta comunidad en el mundo), sino también por la cantidad de argentinos que viven en Israel, se calcula que 80 mil, más de dos tercios de la comunidad latinoamericana (unos 120 mil).
Sin esos vuelos directos, las visitas de argentinos a Israel es constante. De hecho, la vicepresidente encontró una familia de platenses cuando entraba a Yad Vashem, el impactante Museo del Holocausto, que repetían "menos mal que ganó Cambiemos; si no, habíamos decidido dejar la Argentina", escuchó Infobae que le decían. Una vez adentro también un grupo de docentes argentinas se abalanzó sobre ella para sacarse fotos. "Te queremos, Gabriela", decían, emocionadas por la sorpresa de encontrársela.
Por cierto, el recorrido por la institución que honra la memoria de los seis millones de víctimas del horror nazi durante la Segunda Guerra Mundial, estratégicamente ubicada en el bosque de Jerusalén, fue el momento que más conmovió a los argentinos. Michetti fue invitada a la ceremonia donde reavivó el fuego de la memoria, un momento especialmente conmovedor, que se sumó al monumento de la Sala de los Nombres, donde se recuerda uno a uno a los millones de judíos que fueron asesinados, y el dramático memorial de los niños, donde durante un recorrido en penumbras, se escucha nombre y edad de las víctimas menores de 18 años.
Por la mañana, la vicepresidente quedó impactada por la recepción que se le organizó en la explanada de la Knesset, sede del parlamento unicameral israelí, donde una banda militar ejecutó el Himno Nacional Argentino y el Hatikva (que en español significa esperanza), himno nacional de Israel.
Allí mantuvo una reunión con el presidente de la Knesset, Yuli Yoel Edelstein, en la cual Michetti destacó que la delegación que la acompañaba tenía un claro perfil económico más que político, "porque lo que más nos preocupa es crear trabajo en mi país", aunque también se mencionaron las coincidencias en materia de lucha contra el terrorismo. Miembro del partido oficialista Likud, ex ministro de Asuntos de la Diáspora, entre otras responsabilidades que tuvo, Edelstein le agradeció a la vicepresidente el proyecto para conmemorar el 18 de julio, cuando se atentó contra la sede de la AMIA, como día nacional.
Michetti también mantuvo una reunión con el parlamentario Haim Jelin, un argentino que reside en Israel desde 1976, cuando su familia huyó de la dictadura, y llegó a ser gobernador de un área muy cercana a la Franja de Gaza. Y luego con el líder de la oposición, el laborista Yitzhak Herzog, muy interesado en conocer cómo son los opositores en la Argentina, país que conoció acompañando a su padre, Jaim, que presidió la Knesset en la década del 80.
Mañana las reuniones continúan con la visita a la residencia del presidente Reuven Rivlin, la fundación Shapiro y la realización del seminario "Oportunidades de negocios en la Argentina". En definitiva, esta visita trata de aumentar el intercambio que hoy no llega a los 200 millones de dólares en exportaciones (básicamente carne congelada) y apenas supera los 100 millones de dólares en importaciones (insecticidas, instrumentos medicinales, máquinas impresoras, medicamentos).
Luego de años de una relación que quedó congelada por los vínculos que la Cancillería argentina solo fortaleció con Irán, Venezuela y Cuba, todo está por hacerse entre Israel y nuestro país. En estos dos años, se firmaron memorandos de entendimiento en ciencia, tecnología e innovación productiva, en servicios aéreos, en promoción de inversiones, en cooperación y asistencia mutua en cuestiones aduaneras, en seguridad interior, entre otros. Con esta visita, se espera que las maquinarias burocráticas se pongan en marcha y los acuerdos empiecen a tomar la forma concreta de los hechos.