El mensaje que emitió Mauricio Macri a pocas horas de aprobada en Diputados la reforma previsional tuvo tres claros objetivos: mostrar un presidente fortalecido, evitar comparaciones con la Argentina de 2001 y ratificar que el Gobierno seguirá firme con todas las reformas en marcha en el Congreso a pesar de las críticas opositoras.
Visiblemente cansado y con un tono firme hacia el final de la conferencia de prensa que ofreció en el Salón Blanco de la Casa Rosada, Macri dijo sin vueltas: "La gobernabilidad no está en discusión en la Argentina. La democracia funciona y yo estoy acá porque me votaron para hacer los cambios necesarios".
Luego de 24 horas en que la Argentina se sumergió en la violencia y la Cámara de Diputados nuevamente estuvo a punto de levantar la sesión por las presiones de la oposición, Macri necesitaba dar una muestra de fortaleza y presencia ante la ciudadanía tras la aprobación de la reforma previsional. Al menos cuatro funcionarios de alta jerarquía del Gobierno coincidieron en sostener ante Infobae que "aquí se buscó comparar a Macri con De la Rúa, se trató de confundir las imágenes de 2001 con las revueltas de ayer y se intentó exponer un gobierno débil". Todo esto trató de despejar Macri de un plumazo en el mensaje de hoy.
"En la Argentina tuvimos 17 horas de sesión y durante 14 habló la oposición, con lo cual se pudo expresar dando todos sus puntos de vista, y después se votó. Nadie puede decir que no dimos lugar para la expresión de la oposición", dijo tajante el Presidente.
Hubo también varios párrafos en su mensaje y en las respuestas que ofreció a la prensa con los que Macri buscó aclarar y despejar dudas:
– Las imágenes de 2001: "Los manifestantes de ayer fueron orquestados. La justicia está investigando quiénes están detrás de ello pero claramente hubo legisladores de la oposición que incitaron a la violencia. Se buscó premeditadamente que el Congreso no funcione y no lo lograron", dijo el Presidente. La frase buscó rechazar cualquier comparación con la imagen de la Argentina de 2001 y la violencia de ayer. Varios funcionarios de la Casa Rosada reiteraron a Infobae una idea que deambuló en el despacho presidencial: "Los manifestantes violentos buscaban ingresar al Congreso para desestabilizar al gobierno como hicieron con Rodríguez Sáa en 2001", dijeron.
– Un presidente fuerte: En el mensaje de Macri quedó explícita la idea de que el Presidente está fuerte y gobierna con firmeza. "No está en juego la gobernabilidad", remarcó. El jefe de Estado aclaró que "muchos cambios pueden generar incomodidad pero son necesarios y vamos a seguir adelante con las reformas previstas", aclaró. Esto es: el Congreso continuará con la agenda que marcó el Poder Ejecutivo para aprobar la reforma previsional, la reforma tributaria y fiscal y el presupuesto 2018. Desde la Casa Rosada se encargaron de negar tajantemente aquellos tuits que circularon ayer donde sostenían que Macri se encontraba jugando al paddle en Olivos cuando en las inmediaciones del Congreso la Policía de la Ciudad se debatía cuerpo a cuerpo con los manifestantes violentos. "Nada tan alejado de la verdad. Macri siguió hasta la madrugada y en contacto permanente con el jefe de Gabinete lo que ocurría en el Congreso", dijeron en el Gobierno. No hubo un mensaje muy definido sobre el rol de Elisa Carrió cuando le preguntaron a Macri por las críticas de la diputada. Pero el vínculo del Presidente con Carrió forma parte de un estudio para psicólogos que está ajeno a la realpolitik.
– Acuerdos y diálogo: Macri también evitó desplumar la idea de un gobierno autista que no dialoga con nadie. "Lo más importante de todas estas reformas es que recuperamos el diálogo y se escuchó durante 14 horas a la oposición que no hizo ni una autocrítica del pasado", dijo Macri. Se refería así al apoyo que recibió la Casa Rosada de una docena de gobernadores, entre ellos del PJ y Cambiemos, para dar sustento a la reforma previsional. La idea de un gobierno conectado con la realidad y los que piensan diferente es una marca que busca mostrar Macri. No fue casual que tras la conferencia de prensa Macri recibiera a los obispos de la Comisión Episcopal. A estos les envió el mismo mensaje: el Gobierno está abierto al diálogo y las críticas constructivas.
– Mano firme ante los violentos. El Presidente no dudó en que el Estado seguirá actuando "bajo el amparo de la ley para que funcionen las instituciones y no gane la violencia". Así, Macri emitió un mensaje bien directo a los manifestantes que a su entender fueron "orquestados". Fuentes de la Casa Rosada confirmaron a Infobae que en las próximas manifestaciones seguirá actuando la Policía de la Ciudad pero si hace falta habrá un apoyo de las fuerzas federales. Por si había dudas del accionar policial, Macri se encargó de felicitar y respaldar a los policías que actuaron ayer. "Hubo más de 80 policías heridos. No se puede naturalizar esa violencia", sentenció.
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