Quién es la jueza que ordenó que la policía no lleve “armas letales” durante el operativo en el Congreso

La magistrada en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 6 de la Ciudad de Buenos Aires Patricia López Vergara dispuso que las fuerzas de seguridad no usen “armas letales” durante las protestas frente al Parlamento

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La jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 6 de la Ciudad de Buenos Aires Patricia López Vergara prohibió el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad que tienen a cargo el operativo de seguridad frente al Congreso, donde se debate la reforma previsional.

En su fallo, López Vergara consideró que se encontraba "obligada a ponderar el estado de crispación de la población en orden a velar por la paz social y la preservación de vulneración de los derechos, tanto de ciudadanos como de personal policial", e instó a las autoridades del ministerio de Seguridad porteño a usar balas de goma y gases lacrimógenos como "último recurso" y a "una distancia que minimice posibles consecuencias nocivas".

Ex integrante del Consejo de la Magistratura de la Ciudad entre 2010 y 2011, donde fue presidente de la Comisión de Disciplina y Acusación, López Vergara está a cargo del fuero Contencioso Administrativo y Tributario N° 6 desde el año 2000, y por su despacho en Avenida de Mayo al 500 pasaron causas que la enfrentaron con los últimos cuatro jefes de Gobierno porteños, desde Aníbal Ibarra hasta Horacio Rodríguez Larreta, pasando por Jorge Telerman y Mauricio Macri.

Es ese mismo despacho en Avenida de Mayo desde el que hoy estableció el protocolo para las fuerzas de seguridad en el marco de las protestas en el Congreso donde López Vergara tiene, según reconoció en una entrevista en 2012 al semanario Democracia, una colección de perfumes franceses, "sillones recubiertos con pieles, banquetas animal print, un banco con forma de mano traído de Indonesia, cuadros valiosísimos que se destacan en una pared pintada de verde chillón, pinturas de Carlos Alonso, Julio Barragán y Alicia Puy, un grabado con reminiscencias de su libro preferido, 'Alice in Wonderland', un altar de iglesia católica transformado en una biblioteca adornada con budas, alfombras persas (y) lámparas art decó y Tiffany".

Pero además, López Vergara tiene "un teléfono hecho en un stiletto colorado de lentejuelas y una colección de lapiceras Mont Blanc de la línea Divas traídas directamente de Europa cuyo precio no baja de los 600 euros cada una. No falta por supuesto la cafetera italiana y una silla ergonómica para la columna".

Esta abogada egresada de la Universidad Católica Argentina (UCA) en 1970 comparte el gusto por los lujos con su marido, "un economista educado en Suiza e Inglaterra". "El es mi cable a tierra, nos reímos mucho, tenemos un velero donde navegamos, nos vamos un mes y después no entendemos cómo seguimos trabajando", aseguró en 2012 la magistrada.

"Los jueces tienen que trabajar en un ambiente lindo, yo paso más horas acá que en mi casa. El arte me apasiona en todas sus manifestaciones: soy una apasionada de la pintura, de la música. Y en todos los aspectos de la vida, cuanto más sensible es un ser humano, mejor. En la Justicia necesitamos gente sensible", aseguró en esa entrevista la magistrada para justificar su estilo de vida.

Sin embargo, la decoración de lujo de su despacho o sus gustos caros no son la única polémica que envuelve a la jueza, ya que en 2009 fue denunciada por violencia laboral por los empleados de su juzgado. En marzo de ese año, López Vergara fue acusada de incurrir en "conductas abusivas", y en el expediente 2011/08 consta que sus denunciantes la acusaron de impulsar prácticas abusivas como "sobrecarga cuantitativa de trabajo, maltrato, desigualdad, alta burocratización, arbitrariedad, falta de respeto a los procedimientos instituidos, normativas y reglamentos vigentes, clima de trabajo tenso, constante cambio del personal entre las secretarías".

El mismo expediente destaca además que "la jueza hace comentarios despectivos de los empleados respecto de la ropa que usan y sobre el peso de algunos, califica a muchos de sus empleados de 'grasas', 'gente de barrio' o 'a esa empleada solo la tendría para llevar las bolsas del supermercado', y que 'el que no habla inglés es un 'grasita''. También denunciaron que en reiteradas oportunidades ha dicho 'a vos no se te paga para que pienses'". Por suerte para la magistrada, esa denuncia impulsada por la Asociación de Empleados del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (AEJBA) fue archivada debido a que "no se acreditaron los extremos que requiere el caso".

Enfrentamiento con los Gobiernos porteños

La especialista en Derecho Administrativo y Administración Pública se enfrentó con todos los jefes de Gobierno desde que está al frente del fuero N° 6 en lo Contencioso Administrativo y Tributario. Por ejemplo, en 2005 chocó con el entonces intendente Aníbal Ibarra cuando ordenó clausurar el tesoro de la casa matriz del Banco Ciudad con el objetivo de que ocho familiares de cartoneros cobraran un subsidio de $3.690. Ese fallo motivó una dura respuesta de Ibarra, que dijo que esa decisión fue una "fenomenal irresponsabilidad". "La jueza se presentó en el banco con estos fulanos pretendiendo que con fondos propios el Banco Ciudad pague subsidios delirantes", decía en aquel momento Ibarra, que también la amenazó: "La vamos a recusar y la vamos a responsabilizar con su propio patrimonio por haber ejecutado sobre fondos públicos una medida judicial que no está firme".

Pocos meses después, López Vergara se enfrentó con Jorge Telerman cuando en 2007 resolvió suspender los permisos de obra que habilitaban la construcción de edificios en 45 manzanas de Las Cañitas y Palermo y 16 manzanas en Caballito. Esto, que fue celebrado por las asambleas de vecinos, lo sufrió Telerman, quien estaba a favor de esos desarrollos inmobiliarios.

Por otro lado, en 2012, cuando Mauricio Macri ya era alcalde porteño, se metió en un conflicto entre el PRO y los manteros de Perú y Florida cuando resolvió suspender el desalojo de las peatonales y obstaculizó el plan del Ejecutivo porteño de mudarlos a la plaza Roberto Arlt, en Rivadavia y Esmeralda.

Finalmente, este lunes cerró el círculo cuando dispuso el protocolo para el operativo frente al Congreso que se realiza con la supervisión del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, luego de que la ministra de Seguridad Patricia Bullrich fuera desplazada de la organización de las fuerzas de seguridad.

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