El transporte comenzaba a normalizarse a las 12, al finalizar el paro de 24 horas de la CGT en rechazo a la reforma previsional. La medida finalmente tuvo un menor impacto de lo previsto luego de que la UTA decidió no acatarlo, por lo que este martes hubo un normal servicio de colectivos.
Desde el mediodía, el servicio del subte porteño volvía a trabajar con su prestación regular en las líneas A, C, E y H, aunque registraban demoras. Más lentamente, las formaciones de trenes de la B y de la D no se reanudaron a horario.
Desde anoche, los metrodelegados mantuvieron interrumpido el servicio de subte y el premetro desde las 21. La medida, que hubiese arrancado a las 18, se postergó hasta esa hora debido a los incidentes en el Congreso y para garantizar el retorno normal a casa.
El transporte aéreo fue el servicio que se vio más afectado. Los gremios aeronáuticos paralizaron los vuelos durante todo el día de ayer y recién a partir de este mediodía de hoy comenzaba a normalizarse la situación. La protesta impactó sobre todo en los vuelos de cabotaje, regionales e internacionales de Aerolíneas Argentinas y Austral.
En el caso de los trenes, la medida de fuerza finalizó dos horas antes de lo previsto, a las 10.
En el caso de los taxis, los dos gremios -el que agrupa a los peones y el de los empresarios- no se habían adherido a la medida de fuerza dispuesta por la central sindical, por lo que el servicio funcionó desde un primer momento con normalidad.
La huelga general fue resuelta por el triunvirato que maneja la CGT, compuesto por Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, durante el mediodía del lunes. Arrancó desde las 12 en rechazo a la reforma previsional que se discutía en el Congreso.
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