La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires fue, al igual que la Cámara baja nacional, escenario de un escándalo en el que participaron diputados, militantes y el intendente de Ensenada, Mario Secco, que ingresó al recinto para pedir que frenaran la sesión en la que se estaba discutiendo la reforma a la ley de ministerios, la prórroga de la emergencia en seguridad y la obligatoriedad de presentar declaraciones juradas para los legisladores.
Mientras en las afueras del Congreso de la Nación los incidentes se multiplicaban y los diputados pedían, dentro del recinto, que se suspendiera la sesión en la que se trataría el proyecto de reforma previsional, en La Plata el clima se tensó cuando las noticias de Buenos Aires llegaron a la Legislatura bonaerense.
Apenas comenzó la sesión, los diputados provinciales del Frente para la Victoria pidieron la palabra para referirse a los graves incidentes que se estaban produciendo en Capital Federal. Luego, los legisladores intentaron continuar con el tratamiento de los proyectos que estaban en la agenda parlamentaria. Pero el espacio de diálogo duró poco. Los diputados kirchneristas volvieron a interrumpir y el clima se tensó.
"No naturalicemos que se sesione en una Legislatura que está vallada desde Plaza Italia", sostuvieron los legisladores de Unidad Ciudadana y el PJ. Y agregaron: "No se puede hacer oídos sordos a lo que está pasando en Capital donde los temas que no podíamos resolver a través de un decreto se resolvían a palazos".
Afuera de la Legislatura bonaerense, mientras los diputados intentaban debatir, comenzaron los disturbios. Casi una réplica de lo que sucedió en Buenos Aires. Militantes de sindicatos y movimientos sociales se habían acercado para manifestarse en contra de los proyectos que se debían tratar. Fueron corridos por la Policía Bonaerense con gases lacrimógenos y balas de goma. Entonces, la situación también se enrareció en la puerta de la Cámara baja bonaerense.
Cuando los incidentes se propagaron afuera de la Legislatura, el intendente de Ensenada, Mario Secco, irrumpió en el recinto a la fuerza junto a un grupo de militantes de La Cámpora y pidió la suspensión de la sesión. El jefe comunal kirchnerista tiró sobre el escritorio del presidente cartuchos y piedras. Luego, a los gritos, pidió que el debate no continúe.
Los militantes que ingresaron con Secco se cruzaron con diputados de Cambiemos y los insultos se replicaron con rapidez en el recinto. Mientras tanto, legisladores de la oposición y el oficialismo se acusaban unos a otros sobre las posiciones que tenían con respecto al tratamiento de los proyectos que fueron enviados por el gobierno de María Eugenia Vidal.
Como consecuencia de la irrupción del intendente, el presidente de la Legislatura, Manuel Mosca, presentó una denuncia contra Secco por el delito de "intimidación publica e incitación a la violencia colectiva contra instituciones".
La protesta de los sindicatos terminó con el derribo de uno de los accesos de la Legislatura bonaerense. Puertas adentro, Mosca decidió llamar a un cuarto intermedio luego de que legisladores de la oposición le pidieran frenar la sesión porque consideraban que era imposible seguir con el clima de violento que había fuera y dentro del recinto.
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