"Estoy tomando medidas ya pensando que no pudiera ser ubicado, o si pudiera, que no pueda ser reflotado de inmediato". Así, de esta forma, la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, definió el curso de la investigación a más de 25 días de la desaparición del submarino ARA San Juan. La magistrada aseguró -además- que analiza 12 cajas de información que envió la Armada, planteó que "hay chances de saber qué pasó" y no descartó las hipótesis de accidente o negligencia.
"Hoy la carátula es averiguación de ilícito, pero sin atarme a ninguna figura legal. El organigrama de la Armada es amplio, hay muchas áreas y hay que ser prolija para determinar si hubo alguna responsabilidad", señaló la jueza en una entrevista con radio La Red, y amplió: "Trascendió que hay una investigación en el seno de la Armada para determinar si hubo alguna falta disciplinaria. Eso va a tener que ser parte de la causa".
Con relación al operativo de búsqueda de la embarcación, que se desarrolla en el área del Golfo San Jorge, Yánez aseguró: "Me manejo (con la hipótesis) de máxima de que no lo fuéramos a ubicar, y si lo ubicamos que no lo pudiéramos reflotar". "Yo no me puedo olvidar de la causa, estoy en contacto con los familiares, y vamos a seguir investigando", señaló.
En cuanto al avance de la causa, precisó que no puede "tener ninguna presunción, o prejuicio de nada, porque reviste una complejidad desde todo punto de vista". "Hoy tengo que hablar de personas desaparecidas, tenemos la obligación de ser creíbles, respetuosos; esta gente ha pasado un momento de suma incertidumbre, de mucho suspenso en una situación tan fea en lo emocional, tienen hijos, el mejor homenaje es simplemente trabajar", agregó.
Ayer, en su habitual parte diario, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, afirmó que el buque estadounidense Atlantis investiga "un nuevo contacto" detectado en la zona de rastrillaje. El funcionario militar, además, presentó a un experto en Hidrografía del Ministerio de Defensa que explicó que la zona explorada presenta "siete cañadones submarinos grandes", topografía que hasta ahora dificultó la búsqueda.
El Atlantis -buque oceanográfico de bandera de Estados Unidos- es una pieza clave para la búsqueda ya que lleva consigo el Curv-21, un vehículo no tripulado que puede sumergirse hasta los 6.000 metros de profundidad, al igual que los minisubmarinos rusos que también han sido llevados a la zona a bordo del buque Yantar, de ese país.
Sobre el operativo y el trabajo que desarrollan estas embarcaciones, Balbi señaló que "no hay fecha" para que esos buques abandonen la búsqueda, aunque sí dejaron la zona el buque chileno "Cabo de Hornos" y el científico argentino "Austral".
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