El vocero de la Armada, Enrique Balbi, ofreció este domingo un nuevo parte en relación al operativo de búsqueda del ARA San Juan y, entre otros conceptos, reconoció que se está "complicando" la tarea por las características irregulares del área de rastrillaje donde "las profundidades aumentan hasta 200 metros más".
Sin embargo, Luis Tagliapietra, el padre de uno de los tripulantes del submarino desaparecido, consideró que con esta nueva información, la Armada "está anunciando su propio fracaso". "Lamento no haberme equivocado; cuando anunciaron el cese del programa de rescate era terminar con todo tipo de esperanza de buscarlos y encontrarlos. Progresivamente nos han enfriado hasta llegar a este punto; nos van preparando para decir hasta acá llegamos", relató en una entrevista que concedió en América.
En este sentido, cuestionó el rol de la Armada, encargada de la planificación de los buques que rastrean en la zona del Golfo de San Jorge. "Presiento que algo no nos están contando. Tengo más fe en que aparezcan por nuestros propios medios que con todo esto que hicieron", afirmó Tagliapietra, al tiempo que convocó a barcos y aviones privados para buscar al submarino desaparecido.
"No quieren o no pueden, por las razones que fueran, no dan con el submarino y están reconociendo su propio error. Me asusta que como son tan cagones, y cuidan tanto su puesto, y nunca van a reconocer los errores, vamos en tendencia a que hagan lo necesario para ocultar todos los errores", expresó.
INFORME EXTRAOFICIAL
Por otro lado, un informe sobre el posible final del submarino ARA San Juan dado a conocer por la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos y generado por el analista acústico Bruce Rule, reveló que la embarcación podría haber sufrido un colapso en pocos segundos y a casi 400 metros de profundidad.
Según el nuevo estudio, que surgió luego de que Rule analizara la señal acústica detectada el 15 de noviembre por la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares, el submarino argentino se habría hundido rápidamente a una velocidad de 10 a 13 nudos.
El informe, según consigna el diario La Nación, precisa que el colapso fue a una profundidad de 380 metros y que ocasionó la destrucción del navío en 40 milisegundos. Además, explica que la energía liberada por el colapso fue producida por la conversión inmediata de la presión del mar en energía cinética.
Durante el colapso, el agua habría entrado al casco a una velocidad aproximada de 1800 millas por hora, lo que es equiparable con 2900 kilómetros por hora.
La Armada argentina se distanció del resultado del estudio. "No deja de ser una opinión personal de un analista en base a información de otra agencia. Es otro indicio más que se tiene en cuenta pero al momento no hay nada concreto", declaró Enrique Balbi, vocero de la Armada.
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