Pedro Villagra: "El desafío de la Argentina en el G20 será lograr consensos donde no los hay"

"La tarea central de la Argentina en el G20 será la de buscar equilibrios. Y si no se los alcanza, no será por no poner los esfuerzos necesarios, sino que hay cosas que nos exceden". Las palabras surgen de Pedro Villagra Delgado, sherpa del G20 y uno de los hombres con mayor responsabilidad de la cumbre de presidentes que se dará el año que viene en Buenos Aires: llegar a un documento consensuado y evitar las menores fisuras en el bloque de los 20 integrantes de mayor peso global, con 19 países y la Unión Europea.

Villagra Delgado es diplomático de larga trayectoria y amplia confianza del gobierno de Mauricio Macri. En un diálogo exclusivo con Infobae, dejó en claro que no le escapa a los desafíos: "La tarea de la presidencia del G20 es lograr consensos donde no los hay. Buscar un mínimo denominador común y elementos que aglutinen a todos", sostuvo. A lo largo de una entrevista en su despacho de la Cancillería, Villagra Delgado habló de todo: la agenda que propondrá la Argentina, los temas más complicados y los beneficios que podría obtener el país de esta cumbre.

—¿Qué significa ser sherpa del G20?
—La palabra sherpa es una palabra nepalesa que representa a los que guían a los líderes a la cumbre de una montaña en el Himalaya y llevan la carga. La tarea en el G20 es ser representante del líder en la negociación en la cumbre. Ese es el cargo mío. Es ser negociador por el líder en la agenda del G20. No es un trabajo por el track de finanzas, que son los temas tradicionales, sino de contenido del documento final. Lo importante de la presidencia del G20 es que el presidente maneja la agenda de la cumbre.

—¿Y a qué temas apuesta Macri para imponer en la agenda del G20?
—Eso lo va a anunciar el Presidente. Pero puedo anticipar que más allá de las prioridades, hay una agenda grande que viene de cumbres anteriores. La Argentina va a a marcar tres o cuatro temas de alcance global. No pueden ser solo temas de alcance regional o de la Argentina únicamente. Además de los temas financieros y de anticorrupción o lavado de dinero, se van a plantear otros temas. En el track de sherpas vamos a plantear temas de índole social, política, de desarrollo sustentable, cambio climático, el futuro del empleo, los efectos de la revolución tecnológica. Todo eso va a venir mezclado con educación y digitalización. Los temas de salud también son importantes, entre los cuales está el tema de género. La Argentina busca darle impronta al empoderamiento de la mujer en una cuestión transversal. En todos los ámbitos, en las desventajas en la economía y el empleo de la mujer. Es una agenda muy importante y que está en línea con lo que plantea el Presidente.

—¿Los intereses que marcó Macri para su gobierno estarán incorporados?
—Desde luego. Todo lo que uno hace en materia de inclusión estará en la agenda. Narcotráfico estará presente también, pero el G20 no quiere ocuparse de temas que llevan adelante otros organismos internacionales. Por ejemplo, temas de seguridad mundial no entran porque para ello hay otros organismos. Además son muy difíciles de abordar. Los temas de defensa no están presentes.

—En la cumbre del G20 en Hamburgo hubo pocos consensos. ¿Cómo harán para que haya unidad en el documento final?
—La idea de que en Hamburgo no hubo consensos es relativa. Estados Unidos llegó a la cumbre con un montón de temas acordados y en el único punto que hubo desacuerdo fue en el cambio climático y su salida del Acuerdo de París. Ellos tienen el derecho de plantear cambios y nosotros tenemos la tarea de lograr consensos donde no los hay.

—Entonces, el tema de cambio climático lo van a llevar otra vez a la mesa…
—No habrá consenso porque EEUU se retiró del Acuerdo de París. Pero lo que se puede hacer con el tema de cambio climático es avanzar en temas que no involucren al Acuerdo de París en forma directa y quizás EEUU pueda suscribir. Ese puede ser nuestro desafío. La tarea de la presidencia es lograr consensos donde no los hay. Buscar un mínimo denominador y el elemento que aglutine a todos.

—¿Cuál es el beneficio o utilidad de esta cumbre para la sociedad?
—La participación del país en la mesa más importante del mundo con los líderes del mundo y que la Argentina sea la que coordine repercute en la apertura de puertas y contactos. Eso traerá como consecuencia la inserción de la Argentina en el mundo, la atracción de inversiones. Profundizar esa apertura al mundo para lograr mejores cosas para los argentinos. Está claro que esto no le da trabajo mañana a los argentinos. Pero le da visibilidad al país, y si se contribuye a la gobernabilidad mundial, seguramente va a repercutir en beneficios para la gente.

—¿Cómo se va a desarrollar la seguridad y evitar el caos como se vio en Hamburgo?
—No estoy a cargo de la logística y seguridad. Pero por supuesto se está trabajando muy intensamente no solo con países extranjeros, sino internamente. La protesta es algo que sucede en todos lados y estamos preparados para ello. Se va a dar la garantía de seguridad para los que vienen al G20 durante todo el año, con más de 50 reuniones. Habrá espacios para la protesta seguramente. Lo importante es que no termine en una crisis general y para ello hay que tomar las cosas con responsabilidad.

—¿Cree que si sale bien la cumbre Macri se va a fortalecer a nivel regional?
—Por supuesto. Además Macri tuvo el coraje de encarar esta presidencia y la cumbre en la Argentina. Es un desafío y una responsabilidad muy grande. Esto requiere compromisos y asumir responsabilidades. La presidencia del G20 es una cuestión de todos los argentinos. Por eso deben estar involucrados todos los sectores, los empresarios, los académicos, los sectores del trabajo, la política. No es solo un tema de Macri sino de toda la sociedad, porque esto puede ser muy bueno para todos los argentinos. Es importante en la agenda del G20 que la función primordial sea defender sus intereses, pero al tener la presidencia tendremos la responsabilidad de que funcione bien. Y como sherpa voy a buscar esos equilibrios y consensos. La tarea central será buscar esos equilibrios y si no se los alcanza, no será porque la Argentina no puso esfuerzos, sino porque le exceden.

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