El ministro de Defensa, Oscar Aguad, se enteró de la desaparición del submarino ARA San Juan leyendo Infobae. Ya circulaba un memo interno de la Marina informando sobre la interrupción de las comunicaciones con el submarino reconstruido en épocas de Cristina Kirchner, y Aguad no había sido agregado en la distribución del parte secreto remitido al jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur.
Con la nota titilando en su computadora, el ministro de Defensa exigió precisiones al almirante Srur, que reconoció la ausencia de contacto con el ARA San Juan. Sucedió el jueves 16 de noviembre, muchas horas después de la emisión de la comunicación interna de la Armada que solicitaba oficialmente la búsqueda del submarino desaparecido.
Pero Srur no contó todo lo que sabía a Aguad. Obvió precisiones respecto a las razones que habrían causado el silencio de radio del ARA San Juan. El almirante omitió reportar que el capitán del submarino, Pedro Fernández, había adelantado una falla en las baterías y por eso regresaba a Mar del Plata antes de tiempo. Cuando ese dato ya estaba circulando entre los familiares de la tripulación, Srur ratificó a Aguad que el submarino tenía problemas técnicos.
"La informó el miércoles y les hizo cambiar el rumbo", reconoció el capitán de navío Gabriel Galeazzi, comandante de la Agrupación de Buques Oceanográficos, hace escasas horas. Ese día, miércoles 15 de noviembre, el Gobierno aún no sabía que el ARA San Juan estaba sin comunicación y menos aún que acortaba su misión en el Atlántico Sur por una falla en las baterías.
El cortocircuito entre Aguad y Srur se profundizó cuando se decidió informar que, supuestamente, habían existido siete llamadas entre el submarino y distintos teléfonos vinculados con la Marina. Esos llamados nunca existieron, informó la compañía Iridium, propietaria de los aparatos satelitales provistos para la navegación en alta mar. Frente a la desmentida de Iridium, que sorprendió a la Casa Rosada, Srur tuvo que rectificar la información, causando un fuerte malestar en las cercanías de Mauricio Macri y entre los familiares de la tripulación.
El ARA San Juan tiene una tripulación oficial de 38 miembros. Sin embargo, en la lista definitiva se cuentan 44 tripulantes. La diferencia está en que se embarcaron seis buzos tácticos. Aguad no lo sabía, y debió pedir precisiones a la Marina, que le dio una respuesta de ocasión: "Es el protocolo", le dijeron.
Al Gobierno no le satisfizo esa respuesta, pero espera que termine la crisis para ejecutar una respuesta política a la cadena de desaciertos cometidos por la conducción de la Armada. El almirante Srur tiene los días contados.
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