El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación resolvió destituir al camarista federal Eduardo Freiler, quien había sido suspendido por actos de corrupción y por no poder justificar su patrimonio.
El tribunal estaba integrado por siete miembros y para llegar a la destitución se requerían cinco votos afirmativos: "No es un juez probo. Freiler no honra el cargo para el que fue nombrado", arrancó el jurado, en lo que fue un anticipo de la resolución del caso.
El resultado final fue 6-1 en favor de la destitución, aunque uno de esos sufragios fue con disidencia parcial; el único voto en defensa de Freiler fue de Diana Conti, diputada del Frente Para la Victoria.
El abogado del camarista, José María Olivares, adelantó que apelará ante la Corte Suprema y la CIDH. El dato es que la ley dice que el fallo del jurado no es apelable, más allá de que todos intentan hacerlo.
Los fiscales, el legislador del PRO Pablo Tonelli y el abogado Miguel Piedecasas –ambos integrantes del Consejo de la Magistratura– habían pedido que Freiler fuera apartado porque entendieron que incurrió en mal desempeño de sus funciones por no poder justificar su patrimonio.
La principal acusación es que Freiler no puede justificar $15.992.389,83 si se compara lo que cobró y gastó entre el 1º de enero de 2012 y el 31 de octubre de 2016.
Entre los gastos que llamaron la atención de la acusación figura una casa de 600 metros cuadrados que compró frente a la quinta presidencial de Olivos por $2.800.000, pese a que su valuación fiscal es de $5.300.000 millones y que el Banco Nación la tasó en 11.316.254 pesos.
La acusación también incluye cuatro cuatriciclos y un arenero que no declaró, un departamento en Pinamar, y una casa y terrenos en Necochea -su ciudad natal-, ocho autos, tres embarcaciones, caballos y ganado.