(Enviado especial) El recuerdo de Dwight D. Eisenhower sobrevolará el desayuno de trabajo que Mauricio Macri protagonizará hoy en el Business Council for International Understanding (BCIU), una organización creada por el expresidente de los Estados Unidos para defender el libre comercio y facilitar las relaciones económicas entre los gobiernos y las empresas. Macri cruzará medio Manhattan para llegar al Hotel Carlyle, adonde será recibido por Peter Tichansky, titular de BCIU, y representantes de las compañías más poderosas de este país. El Presidente aprovechará la ocasión para abrir la economía nacional a una agenda de negocios –turismo, alimentos, servicios, energías renovables y comunicaciones-, que considera clave para achicar los niveles de pobreza, bajar el déficit fiscal e insertar a la Argentina en el mundo.
Tras desayunar con los invitados especiales de BCIU, Macri partirá hacia un coqueto edificio en Park Avenue, sede del Council of Americas, una entidad que ha mantenido fluidas relaciones con los gobiernos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y el matrimonio Kirchner. Su CEO, Susan Segal, conversaba muchísimo de economía y de política exterior con Cristina Kirchner y siempre tuvo el peculiar privilegio de tomar el té a solas con la expresidente.
Ahora los tiempos han cambiado, y Segal entregará junto al chairman emérito del Council of Americas, Bill Rodhes, el premio Gold Insigne a Mauricio Macri en reconocimiento "a su liderazgo transformador en la República Argentina". A continuación, el Presidente será entrevistado por Charlie Rose, un prestigioso periodista americano que trabaja en la cadena CBS. Macri ante los 200 comensales invitados explicará que el país ha cambiado su lógica para los negocios, que ya no hay trabas para las remeses de ganancias, que se terminó la persecución política y que la justicia actúa sin condicionamientos de la Casa Rosada. No hay que descartar que Rose, un periodista que conoce la región, le pregunte al Presidente sobre Cristina, Amado Boudou y Julio De Vido.
Después del almuerzo en el Council of Americas, y con el premio Gold Insigne rumbo a su suite del Hotel Mark, Macri será recibido por Michael Bloomberg, exalcalde de New York y propietario de una influyente agencia global de noticias económicas. Bloomberg no descarta presentarse como adversario demócrata a las aspiraciones de Donald Trump de obtener su reelección, y tenía mucho interés de conversar con el presidente argentino. Tras este diálogo a solas, Macri será entrevistado por tres reporteros de la agencia Bloomberg que viajaron especialmente desde Buenos Aires.
Cerca de la hora del té, el Presidente nuevamente cruzará toda Manhattan para ser recibido por Antonio Guterres, secretario General de Naciones Unidas. Macri faltó a la última Asamblea General –optó por hacer campaña electoral-, y en esta visita protocolar tratará de corregir el error de mezclar los intereses de la política doméstica con la importancia mundial de los organismos multilaterales. Pareciera que el Presidente entendió que no se puede organizar una reunión de ministros de la OMC y la cumbre del G20 en Buenos Aires, y a su vez omitir la participación formal en el evento internacional más importante de la agenda global.
Concluida la agenda de trabajo, Macri y la delegación oficial fueron invitados a una mansión de la Quinta Avenida para protagonizar una cena al estilo New York. El anfitrión, Jack Rosen, es un líder de la comunidad judía de Estados Unidos y un poderoso empresario con conexiones alrededor del planeta. Rosen y Macri se conocieron durante una visita que el presidente hizo a Israel cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad, y desde allí fortalecieron su amistad y respeto mutuo.
En la última cena que organizó Rosen en su Mansión de Manhattan –septiembre de 2016-, Macri debió responder preguntas sobre el asesinato de Alberto Nisman y la denuncia por encubrimiento presentada contra Cristina Fernández. Ahora, el presidente tendrá una velada más placentera: ya se probó que a Nisman lo asesinaron, CFK puede ser procesada por esa denuncia en los próximos días y su amigo Jack le adelantó que Robert De Niro se sentará a su lado cuando sirvan la cena.
El poder es un bien intangible.