Habían pasado cinco minutos de las tres de la tarde del miércoles cuando Julio De Vido ingresó al edificio de Comodoro Py 2002. Lo hizo por una puerta que habitualmente está clausurada. En ese mismo instante la Policía Federal que custodia el lugar le avisó al juez Luis Rodríguez que el diputado nacional por el Frente para la Victoria había llegado. Se estaba entregando.
Hasta ese momento en el juzgado que le había dictado la orden de detención creían que la Gendarmería lo iba a detener en el coqueto edificio de la avenida del Libertador donde vive el ex ministro de Planificación de Néstor y Cristina Kirchner.
Aseguran en los tribunales que no hubo ningún acuerdo de entrega entre el juez Rodríguez y los abogados de De Vido. El diputado a quien le habían quitado los fueros que lo protegían de una detención llegó al cuarto piso del edificio de los tribunales federales acompañado de sus abogados. Se dirigió al juzgado federal 9 donde está radicada la causa en la que De Vido está imputado por desvíos de fondos en Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
El ex ministro de Planificación y sus abogados ingresaron a la secretaría privada del juzgado y luego pasaron al despacho del juez. Fue el mismo Rodríguez quien le comunicó a De Vido que estaba detenido. Después, le ordenó a uno de sus custodios, un policía federal sin uniforme, que debía vigilar a De Vido hasta que quedara a disposición del Servicio Penitenciario Federal.
Un rato antes del arribo del ex ministro de Planificación, el juez Rodríguez había recibido a Eugenio Inchausti, secretario parlamentario de la Cámara de Diputados, quien le comunicó oficialmente el desafuero del legislador del Frente para la Victoria.
Según pudo reconstruir Infobae, De Vido saludó cordialmente a todos, incluso al fiscal Carlos Stornelli, quien fue el que impulsó su pedido de detención. En dos oportunidades dijo que no iba a contestar preguntas ni del juzgado ni de la fiscalía.
Luego, se remitió a un escrito que habían presentado sus defensores el lunes pasado. Llevó todos los certificados médicos que señalan que es insulino dependiente y que debe evitar los picos de glucosa. Por último, solicitó que lo llevaran al Hospital Penitenciario Central de la cárcel de Ezeiza para que comprobaran su diagnóstico de diabetes.
El juez Rodríguez ordenó que se le hicieran los estudios en el hospital y que después fuera el Servicio Penitenciario Federal el que decidiera dónde debía ser alojado.
Si bien se negó a declarar, el ex ministro hizo una exposición política. Responsabilizó al presidente de la Nación, Mauricio Macri, y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por lo que consideró un "circo mediático". Así se refirió al procedimiento realizado por la Gendarmería en su departamento de la avenida del Libertador. Además, sostuvo que a partir de esa situación, su familia fue sometida a un escarnio.
Durante la indagatoria se sirvieron algunos vasos de agua y el acto finalizó rápido. Luego, De Vido fue conducido al subsuelo del edificio donde está la Unidad 29 del Servicio Penitenciario Federal. Allí lo ficharon para luego trasladarlo hacia la cárcel de Ezeiza.
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