Los diputados del Frente para la Victoria se reunieron en el tercer piso del Palacio dos horas antes del inicio de la reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales. Hubo una docena de ausencias en el encuentro del bloque, algunas sugestivas y otras obvias o justificadas: no estuvo Julio De Vido, técnicamente de licencia; no estuvo la santafesina Josefina González, que aún se recupera de un accidente automovilístico, ni tampoco Máximo Kirchner, que suele faltar. Diana Conti pasó solo un rato (llegaba del juicio político al juez Eduardo Freiler y se fue rauda a una reunión de la Bicameral de Trámite Legislativo donde estuvo también Juliana Di Tullio, ex jefa del bloque del FpV, y no pasó por la sala del tercer piso a discutir con sus colegas. Faltó con aviso el misionero Daniel Di Stefano, que hace rato toma distancia, pero que ahora hace un duro planteo: "No es mi vocación, como diputado nacional, proteger a ninguna persona acusada por delitos de corrupción. El único destino de quienes cometen (en el pasado, presente y/o futuro) hechos de corrupción, debe ser, insustituiblemente e inalterablemente, la cárcel. O en palabras más sencillas: traje a rayas a los corruptos" escribió en una carta que hizo pública a la misma hora de la reunión y desde Misiones.
En el texto, anunciaba también su ausencia con el argumento de que será padre primerizo, pero también planteó que "la corrupción es un acto lesivo para la democracia y la república, que hiere sin distinción a cada uno de los miembros que componemos esta sociedad" y expresó que repudia "de manera enfática todo acto de corrupción, del partido que sea y perpetrado por quien fuere".
El encuentro, que algunos calificaron como "tranquilo" y otros sinceraron como "áspero" quedó sin embargo inconcluso y la única decisión que pudo consensuarse fue el pase a un cuarto intermedio para este miércoles por la mañana, antes de que a las 11 comience a sonar la chicharra convocando a sesión para tratar el desafuero, dictamen de comisión mediante, de Julio De Vido.
De a uno los diputados del PJ-FpV fueron retirándose en el más hermético silencio. Solo anunciaban la postergación de una resolución conjunta mientras trataban de negar fricciones internas respecto a si tienen que defender o no al ex ministro de Planificación. Uno de los kirchneristas más duros aseguraba que en el bloque "vamos a bancar a De Vido, porque apuntan a Cristina". Proteger a la dama sería en ese caso la estrategia. "Solo tenemos que definir cómo vamos a contestar pero antes necesitamos saber si tienen número", dilató otro diputado la definición que apuntaría a dar una pelea discursiva.
El primer planteo fue si habrá convicción para defender en conjunto a De Vido. No es lo mismo el pedido de desafuero de dos jueces federales que el planteo rechazado por distintos bloques, no solo el kirchnerismo, respecto a la "inhabilidad moral" que se le intentó endilgar. En tal caso, además, insistían algunos diputados que antes de bajar al recinto habría que esperar para ver cuántos legisladores aglutina Cambiemos, que aspira a avanzar rápidamente con el desafuero y habilitar la detención inmediata del ex ministro apenas se vote en la sesión especial.
En el oficialismo hacían esta cuenta: "La exclusión por inhabilidad la votaron 138 diputados, ahora se sumarían entre la izquierda, justicialistas y otros sectores por lo menos 34 más". Como son necesarios dos tercios de los presentes para desaforarlo, solo si la totalidad de los diputados estuvieran sentados en sus bancas Cambiemos necesitaría 172 voluntades a favor. Y en los pasillos del Congreso, si de algo estaban casi todos seguros, es de que no habrá asistencia perfecta y que el justicialismo K no podrá unificar un criterio salvador. En ese escenario, sostenían algunos de los más viejos justicialistas, quedarían expuestos y mostrarían una división que no ayuda al bloque ni al partido, golpeado el domingo en la elección.
Si en el recinto no están todos los diputados del FpV (puede haber inesperados faltazos) y si no hay una posición final única, el bloque podría dejar en libertad de acción a sus integrantes para que cada uno vaya o no al recinto y defienda o no a De Vido. Para algunos, alzar la voz en su defensa representa un gran costo político. Para otros, no defenderlo sería un gesto de ingratitud. Para los más experimentados, no bajar al recinto y dejar todas las bancas vacías sería un gesto fuerte. Para pocos, la llave la tiene el propio De Vido a quien sugerían dar un paso al costado antes del mediodía. Incluso anoche había conversaciones con el argumento de que evitaría más problemas al bloque y "el show mediático que se mostraría".
Lo cierto es que las ausencias que pudieran haber hablarán mucho de si hay un nuevo peronismo, si le soltaron la mano y sobre cómo se posicionará a futuro cada sector. Por ejemplo, al bloque también faltó María Emilia Soria, diputada reelecta este domingo en Río Negro, una de las pocas triunfadoras del peronismo que evitó la ola amarilla, un peronismo que se desangra por los triunfos esperados y los sorpresivos del Gobierno nacional.
Como cada diputado que guardó silencio al dejar el bloque (una diputada se puso nerviosa porque el ascensor no llegaba y cuatro periodistas le hacían preguntas), tampoco hablaron los únicos dos legisladores que cruzaron al edificio Anexo C donde se realizó la reunión de Asuntos Constitucionales. Primero llegó Rodolfo Tailhade y después Analía Rach Quiroga. Ella solo pidió que se leyera una carta del abogado de De Vido, Maximiliano Rusconi, mientras que él, habitualmente verborrágico defensor del kirchnerismo, calló. Incluso una vez que terminó el encuentro (con un dictamen firmado previamente por 23 diputados), se retiró por un ascensor lateral y dijo que no haría declaraciones. De hecho en la comisión firmaron todos los integrantes excepto los dos kirchneristas
En Cambiemos, diputados que ya celebran por anticipado la foto de De Vido preso, recordaban un dato no menor: "Cuando se votó la exclusión vinieron muchos de ellos, nos acusaron de querer hacer un show, de persecución injustificada y consiguieron aliados que los acompañaron". Eso esta vez no sucedió.