Llegaron los resultados y Florencio Randazzo quedó lejos de alcanzar el más inmediato de sus objetivos. Sin embargo, la disputa por el peronismo –que es lo más importante- recién empieza.
Al igual que en las PASO, cuando esperaban superar el 10% de los votos pero sólo llegaron al 6%, los resultados de las legislativas no fueron muy alentadores: su fuerza, Cumplir-PJ, apenas pudo conservar sus votos. Aportará un diputado nacional a la Cámara baja.
Massa perdió 400 mil votos en dos meses y nosotros los mantuvimos, estamos bien
El sueño de "dar el batacazo" se perdió en la profundidad de la grieta. Otra vez la polarización pudo más. Entre Cambiemos y Unidad Ciudadana se repartieron más del 75% de los votos bonaerenses.
Pero el ex ministro del Interior dejó en claro desde el principio que perder las elecciones no sería considerado una derrota. "No nos cambia mucho sacar algunos votos más o menos, nuestra construcción es a largo plazo", aseguraba uno de sus hombres más cercanos. En ese contexto se explicaban las sonrisas y miradas cómplices entre los miembros del equipo cuando las pantallas revelaban que Sergio Massa había perdido votos y la lista de Juan Manuel Urtubey había quedado segunda en Salta. Sus principales rivales en la interna justicialista tampoco pudieron festejar.
A las 19.30, Eduardo "Bali" Bucca y Florencia Casamiquela bajaron del segundo piso del Palacio Raggio -donde el randazzismo tiene sus oficinas- para hacer las primeras declaraciones de la noche. Ni caras largas, ni gestos de alegría. Los hombres y mujeres de Cumplir se mostraron con aires de tranquilidad. El escrutinio no los exaltó pero tampoco los sorprendió.
Ahora más que nunca debemos tener autocrítica
"Somos parte de algo nuevo que se está armando en la Argentina", dijo la candidata a senadora nacional. Antes, el primer candidato a diputado había aclarado que desde el lunes trabajarían para construir una "oposición seria y amplia" que exprese al peronismo "y a muchos sectores progresistas".
A tono con el resto de su campaña, el búnker de Cumplir se destacaba por su modestia. Sin grandes escenarios, cotillón, pantallas gigantes ni fervor militante, unos 50 periodistas esperaron en el elegante bar del primer piso las primeras valoraciones de la jornada. No hubo mística peronista en el barrio porteño de Monserrat. Esta vez, a diferencia de las PASO, los anfitriones colocaron tres televisores para seguir los resultados en vivo. Todos se divirtieron con las famosas placas de Crónica.
Randazzo esperó los resultados en privado junto a su jefe de campaña, Alberto Fernández, al líder del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro, y a los candidatos Bucca, Abal Medina y Casamiquela, entre otros.
Pasadas las 22, el ex ministro del Interior tomó la palabra frente a las cámaras. "El peronismo, por lo que pudimos ver, ha tenido resultados desfavorables. Y ahora más que nunca debemos tener autocrítica", disparó tras felicitar a Cambiemos.
Desde su equipo de campaña entienden que la única herramienta para superar las divisiones internas son las primarias. Sólo así se podrá construir un PJ amplio y competitivo. "O seguirá gobernando Macri", advierten. Y se entusiasman: "Massa perdió 400 mil votos en dos meses y nosotros los mantuvimos, estamos bien".
Así terminó una campaña que fue cuesta arriba desde el principio. La creación de Unidad Ciudadana por fuera del PJ, las acusaciones de favorecer a Macri al dividir el voto progresista, la disputa por los recursos partidarios con Mario Ishii y la fuga de partidarios no le dieron respiro.
Ahora Randazzo deberá ingeniárselas para permanecer relevante sin un cargo y con una bancada minúscula en Diputados. Tiene a su favor no haberse ido del Justicialismo como Massa ni haberse mostrado cercano al Gobierno, como Pichetto o Urtubey. Pero el líder de Cumplir arranca la carrera sin demasiado respaldo de las urnas y el peronismo suele ser despiadado con las figuras que no son una opción real de poder.