Desde ayer por la tarde está detenido Roberto Baratta, quien fuera la mano derecha de Julio de Vido en el ministerio de Planificación durante los 12 años de gobierno kirchnerista. Lo decidió el juez Claudio Bonadio, quien dictó el procesamiento con prisión preventiva de ambos en la causa en la que se determinó que hubo una defraudación millonaria a la administración pública en la compra de barcos de gas natural licuado GNL.
De Vido, quien tiene fueros por ser diputado nacional por el Frente para la Victoria, no puede ser detenido. Por eso, Bonadio pidió su desafuero a la Cámara de Diputados. Mientras que Baratta fue detenido por la Policía de la Ciudad y pasó la noche en la sede de esa fuerza de seguridad, en la Comuna 12. Esta mañana fue trasladado a los tribunales de Comodoro Py para ser ingresado al sistema Penitenciario Federal y luego será llevado al Penal de Marcos Paz, donde compartirá pabellón con Víctor Manzanares, el contador de la familia Kirchner, y el dirigente sindical Omar "Caballo" Suárez.
En el procesamiento firmado por el juez se explica que "De Vido y Baratta se presentan en el hecho por el cual son procesados como las personas que diagramaron y mantuvieron en el tiempo la maniobra mediante la cual se perjudicó las arcas del Estado con la intervención de otros funcionarios que dependían de ellos como de empresas privadas que deben ser investigadas en profundidad. En efecto, su participación en los sucesos lograba sortear cualquier control posible pues eran ellos quienes debían velar por el erario público siendo los responsables máximos de las áreas donde ocurrieron".
Bonadio detectó una maniobra de pago de sobreprecios en los barcos comprados por Planificación, primero a través de ENARSA y luego de YPF para abastecer de gas a la red que estaba en plena crisis energética. Según el cálculo que se hizo en la causa a cargo de Bonadio y del fiscal Carlos Stornelli, a partir de un peritaje se determinó una defraudación de 6.995.926.798 dólares debido a que hubo sobreprecios en las compras de GNL.
Según el estudio, se pagó de más por el millón de BTU (la unidad de en la que se mide el GNL) en buena cantidad de los 232 barcos que llegaron al puerto de Bahía Blanca y los 265 que arribaron a Escobar.
Se determinó en varios casos –según explicaron fuentes judiciales– que en barcos que llegaban con días de diferencia se pagaba el doble por el millón de BTU.
En el procesamiento, Bonadio señaló que "por lo tanto, las pruebas reunidas en la causa dan cuenta que Julio Miguel de Vido en su carácter de Ministro a cargo del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y Roberto Baratta en su calidad de Subsecretario a cargo de la Subsecretaría de Coordinación y Control de Gestión dependiente de dicho Ministerio, idearon y conformaron semejante estructura para importar GNL -integrada por el resto de las personas imputadas en la causa- cuyas funciones y actividades fueron mencionadas- utilizando a ENARSA en una primera etapa para gestionar, adjudicar y pagar los cargamentos de GNL y luego tercerizando el proceso -a partir del 12 de noviembre de 2012- en otra empresa -YPF- que comenzó a realizar la gestión de compra -es decir, a desplegar lo que antes hacía ENARSA, pero ésta continuaba adjudicando y pagando-, y a su vez conformada -en parte- por personal idóneo que intervino en este proceso más por sus vínculos con autoridades del gobierno de turno que por sus conocimientos en la materia. En este proceso de importación de GNL, las empresas internacionales proveedoras del fluido participaron sin proceso licitatorio, sino mediante un concurso de precios en el que el valor del fluido ya estaba definido, no existiendo negociación alguna al respecto y con la participación de intermediarios entre ENARSA y los oferentes, cuyas comisiones incidieron en el precio finalmente abonado".
El juez determinó que De Vido y Baratta deben estar detenidos porque "los nombrados, atento a sus vínculos, siendo De Vido diputado nacional, de continuar en libertad podría entorpecer el accionar judicial y en consecuencia el descubrimiento de la verdad".
Y agrega que "por ende, las circunstancias apuntadas de modo previo, las características particulares de los hechos que se le enrostran y el actual estado de la investigación, configuran una desfavorable impresión sobre las condiciones personales de De Vido y Baratta y permiten concluir que en caso de concedérsele la libertad, no habrán de someterse a la actuación de la justicia, por lo que se encuentra consecuentemente fundada la presunción de que intentarán eludir el accionar de ésta; como también de que la entorpecerán".
Baratta seguirá detenido. Y De Vido a la espera de lo que deciden sus colegas de la Cámara de Diputados.