Julio De Vido fue procesado con prisión preventiva por el juez Claudio Bonadio en la causa que investiga compras millonarias de gas natural licuado durante su gestión en el ministerio de Planificación. El magistrado solicitó su desafuero como diputado y su inmediata detención. La decisión de Bonadio se suma a otra similar de la Cámara Federal en la causa por irregularidades en Río Turbio.
La reacción del diputado nacional del Frente para la Victoria ante la decisión de Bonadio fue similar a la que había expresado con el fallo de la Cámara: cargar contra el Gobierno.
"Un nuevo y escandaloso cierre de campaña que busca la privación ilegítima de mi libertad. Son puro odio, impotencia y rencor", escribió en las redes sociales luego de conocer su procesamiento.
Un nuevo y escandaloso cierre de campaña que busca la privación ilegítima de mi libertad. Son puro odio, impotencia y rencor.
— Julio De Vido (@JulioDeVido) 19 de octubre de 2017
Necesitan montar todo este circo para aplicar el más escandaloso y brutal ajuste sobre el pueblo argentino del que se tenga memoria.
— Julio De Vido (@JulioDeVido) 19 de octubre de 2017
"Necesitan montar todo este circo para aplicar el más escandaloso y brutal ajuste sobre el pueblo argentino del que se tenga memoria", sentenció, haciendo referencia al gobierno nacional.
En la misma resolución, Bonadio dictó el procesamiento con prisión preventiva y ordenó la detención de Roberto Baratta, mano derecha de De Vido en el ministerio de Planificación quien tuvo un rol preponderante en la compra de esos cargamentos. Poco después de la firma del fallo, Baratta fue detenido en su domicilio del barrio porteño de Belgrano.
El próximo martes, la Cámara de Diputados comenzará a debatir el desafuero del ex ministro. Si De Vido pierde los fueros, quedará detenido inmediatamente.
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