Más allá de los mutuos reclamos, el Gobierno y los empresarios quedaron conformes con el 53º Coloquio de IDEA

El ya tradicional encuentro en Mar del Plata contó con la presencia de funcionarios y empresarios de primera línea, como hacía tiempo no se veía

Guardar
(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

Enviada especial a Mar del Plata. Una veintena de resúmenes de las exposiciones, disertaciones y charlas del 53º Coloquio de IDEA evidencian un clima de sintonía entre los hombres y mujeres de empresas y la política de Gobierno, más allá de los pedidos de unos a otros y viceversa. Incluso en las mesas en que se preveía algún roce hubo marcos para generar futuros acuerdos. El Gobierno quedó satisfecho. Por lo que recibió y por haber hecho escuchar su pedido: que las empresas acompañen el esfuerzo del Ejecutivo. Lo dijo María Eugenia Vidal cuando abrió el encuentro y lo repitió Mauricio Macri al cerrar. En el medio, fue la línea que bajaron algunos de los máximos referentes de IDEA y que expresaron representantes de otros ámbitos, como Alejandro Borenztein (propuso reformas a largo plazo) y Jorge Lanata (provocó al preguntarse cómo gente de tanta plata "es cobarde").

Entre los más directos en el Gobierno hubo quien señaló que ahora le toca aportar "al círculo rojo", exorcizado en la charla que mantuvo Macri con Javier Goñi, presidente de IDEA y gerente general de Ledesma, y Gastón Remy, presidente de este coloquio y de Dow Argentina. "Es la gente políticamente involucrada, que lee los diarios todos los días, que participa y discute las propuestas", definió.

"Primero nos pedían ganar, después sacar el cepo, después bajar la inflación, la litigiosidad empresarial, ganar para confirmar la gobernabilidad", enumeraba uno de los hombres más importantes de Cambiemos en un break durante los tres días de disertaciones. Palabras similares se oyeron en privado a la gobernadora, que planteó expresamente la necesidad de correr riesgos (invertir) para generar empleo. Y en la misma línea fue la última y emotiva frase presidencial: "No hay excusas, pongan todo lo que tengan, este es nuestro lugar y si no peleamos por nuestro lugar, no peleamos por nada", instó a los dueños, CEO, gerentes y dirigentes participantes.

Ya se había ido el Presidente del hotel Sheraton cuando, con su comitiva aún en el lobby, se oyeron comentarios de satisfacción, "sin triunfalismo", se preocuparon por aclarar. Funcionarios de la Casa Rosada adelantaban que ahora vendrá la convocatoria a gobernadores después de las elecciones y en el Congreso a parte de la oposición. En carpeta pero ya con un guiño de diversos sectores, podrían avanzar la reforma laboral en modo acuerdos sectoriales, la reforma política (léase boleta única eléctronica), los límites a los costos de la política y una reforma tributaria.

Horacio Rodríguez Larreta se llevó una gran impresión de su participación el jueves. "Muchos están ayudando", elogió optimista. Su ministro de Modernización y candidato a diputado porteño, Andy Freire, señaló a Infobae que "vinimos a buscar que los empresarios sean protagonistas y no espectadores". Coincidió con varios en calificar este Coloquio como "el mejor en muchísimo tiempo, muchos empresarios hicieron el swicht acá, dejaron de verse como víctimas del sistema para verse como protagonistas del futuro".

Paolo Rocca (Adrián Escandar)
Paolo Rocca (Adrián Escandar)

Hubo en esta edición más presencia política en los paneles aunque no tanto entre la audiencia. Regresaron algunos empresarios (el caso emblemático fue el de Miguel Gutiérrez de YPF, echado por Néstor Kirchner tras su participación en un evento similar), fue el debut de Paolo Rocca de Techint y hubo media docena de sindicalistas de los más representativos. De hecho Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato del Petróleo y el Gas de Neuquén, Río Negro y La Pampa fue muy solicitado. En los pasillos, empresarios del sector minero le pidieron que vaya a sus provincias a dar charlas sobre el acuerdo de Vaca Muerta. Irá y también viajará a Tierra del Fuego para lo mismo. Antonio Caló, de la UOM, ya se había ido el viernes pero en sus 48 horas en Mar del Plata habló de acompañar al Gobierno y de un sindicalismo "razonable" que se siente a conversar con los empresarios para mantener el empleo y ayudar también a bajar costos. Ellos y los demás que pasaron por acá están dispuestos a discutir una reforma laboral. Sólo faltó Hugo Moyano, que avisó a último momento a Pereyra que no viajaría con él. "¿Moyano está en el círculo rojo?", preguntó a esta periodista un empresario que ya lo ve lejos del poder. Incluso ninguno defendió a sindicalistas jaqueados por la Justicia y apuntados por Macri. "Son casos de corrupción", se oyó a un jefe gremial hábil para despegarse del tema.

Guillermo Pereyra (Adrián Escandar)
Guillermo Pereyra (Adrián Escandar)

Para algunos dirigentes de Cambiemos, este coloquio funcionó como motivador, así como los encuentros de funcionarios que realizan en el Gobierno para mejorar la productividad y alinear los discursos.

"Hubo muchas señales fuertes" consideró Paula Bertol, secretaria de Relaciones Parlamentarias y Administración de la Jefatura de Gabinete, que siguió todos los debates, especialmente el que reunió a jefes de bloques del Congreso que coincidieron en la búsqueda de consenso y en recuperar el diálogo después del 22 de octubre como se tuvo al principio de la gestión.

La última semana antes de las elecciones es clave para el Gobierno, que cree que pesarán los electores que definen su voto en los últimos días o incluso dentro del cuarto oscuro. Por eso el optimismo que se llevan de Mar del Plata los predispone positivamente. "Macri saldrá fortalecido y Cristina debilitada", consideraban algunos mientras los pocos opositores que pasaron por el Sheraton se mostraban abiertos al consenso, desde el socialista Miguel Lifchitz hasta el salteño Juan Manuel Urtubey. Nada nuevo pero en la suma y en tiempo de descuento, para el Gobierno es una buena señal. Hasta el acto de Cristina Kirchner con críticas a IDEA les resultó, en su estrategia de polarización, oportuno.

(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

Hubo sí algunas voces disonantes, pocas, en la mesa de jóvenes políticos y entre algunos peronistas que quieren renovar el partido y preparan el postkirchnerismo. "Con Cavallo también había fiesta", bromeó uno de ellos. Miguel Ángel Pichetto, por ejemplo, advirtió que "hay pérdida de empleo en el sector fabril y pymes" y pidió convocar a los gobernadores para un acuerdo fiscal, debatir una coparticipación equilibrada y justa, el sistema tributario y emprender un diálogo económico y social "antes que hablar de cualquier reforma, antes que lesionar a cualquier trabajador". De todos modos y aun con críticas, admitió que "siempre es positivo un encuentro y un diálogo de los sectores económicos enriquecido este año por la presencia de reconocidos jefes sindicales".

Guardar