Mauricio Macri, ante empresarios: "Los jueces no tienen que ser amigos de los políticos"

El Presidente cierra el Coloquio de IDEA en Mar del Plata ante más de 900 asistentes. Dijo que "el rol de los empresarios es fundamental"

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(Enviado especial a Mar del Plata). Mauricio Macri aprovechó su participación en el Coloquio de IDEA para avanzar contra la vieja política, ratificar su lucha contra el narcotráfico, cuestionar a la Justicia que no investiga la corrupción y proponer a los empresarios que apuesten sin especulaciones por la Argentina. "No hay excusa, este es el lugar donde nacimos. Y si no peleamos por nuestro lugar, no peleamos por nada", aseguró el Presidente ante un auditorio que aplaudió a rabiar.

Macri llegó a esta ciudad cuando Cristina Kirchner ya había cuestionado al Coloquio de IDEA, que fue el escenario que utilizó la administración de Cambiemos para potenciar su discurso económico durante el último tramo de la campaña electoral. "Los jueces no tienen que ser amigos de los políticos", enfatizó el Presidente, en una frase que fue aceptada inmediatamente por los empresarios que llegaron al auditorio del hotel Sheraton a escucharlo. Y agregó: "Cuanto más poderoso se es, más tiene que caer el peso de la ley".

El Presidente estaba de buen humor y chanceó con el público antes de iniciar su exposición. "Veo que se quedaron hasta el final", dijo mirando a su audiencia de más de 900 asistentes, más de la mitad empresarios. Cerca de allí estaba su esposa Juliana Awada y un compacto grupo de ministros y secretarios de Estado. Un poco más lejos, en un discreto segundo plano, se desplegaba un anillo de custodios presidenciales que observaban con atención lo que sucedía alrededor.

Juliana Awada, la esposa del Presidente
Juliana Awada, la esposa del Presidente

La exposición de Macri se inició cerca de las seis de la tarde, ante un auditorio que rebozaba la capacidad del salón principal del hotel, revisado antes durante media hora por un equipo especial de seguridad enviado por la Policía Federal. Cuando se chequeó que todo estaba bajo control, las puertas se abrieron y un malón de periodistas, asesores y empresarios corrieron para ocupar los mejores lugares frente al escenario.

"Haber iniciado el juicio político a (Eduardo) Freiler es un avance enorme", agregó en referencia al expediente del Consejo de la Magistratura contra el camarista federal, acusado de "mal desempeño" en sus funciones.

Pero la referencia a la Justicia argentina no fue el único punto fuerte del encuentro cara a cara con los número uno de las principales compañías de la Argentina, que lo escuchaban en silencio con el punteo de preguntas de Gastón Remy, CEO de Dow, y Javier Goñi, gerente general de Ledesma, en un formato living dispuesto en el medio del escenario. A Macri se lo observaba distendido, y usó su tiempo para contestar con largas frases que eran seguidas con atención por el auditorio.

"No vamos a parar hasta echar a los narcotraficantes de la Argentina", subrayó el Presidente, como una promesa de campaña a ochos días de las elecciones legislativas que serán asumidas como un balance político de los primeros dos años de Gobierno de Cambiemos, y un eventual respaldo para la reelección presidencial de Macri.

-¿Qué es el círculo rojo? –preguntó Remy, cuando Macri se acomodaba en uno de los asientos de cuero blanco que se ubicaron en el escenario.

-Acá son todos círculo rojo. Unos más jefes que otros. Es la gente políticamente involucrada que lee los diarios todos los días, que participa, que está en el rum rum, que intentan tallar la opinión.

-¿Pero tenés una visión negativa del círculo rojo? –insistió Remy.

-No tengo una visión negativa. Son los que conducen las universidades, las empresas, los que están en política, los jueces, son decenas de miles de personas. Cuanto más grande e independiente es el círculo rojo, más sólido es el país.

A continuación, Macri hizo referencia a la política y a la soledad del poder. "La política se tiene que simplificar; y espero que el peronismo se aggiorne, que se modernice", enfatizó, antes de avanzar sobre su mirada personal respecto a la responsabilidad de tomar decisiones en la soledad del despacho presidencial de la Casa Rosada. "Para hacer bien la tarea, hay que estar bien como persona. Y yo por suerte, estoy bien con mi mujer, con mi equipo, y por suerte con la gente. Hay un salto cuántico entre ser jefe de Gobierno y ser presidente. Me costó el primer año, pero por suerte lo he podido superar. Estoy acá para ayudar, no para darme un gusto personal".

Y en seguida, se refirió al modelo económico al que apunta el gobierno de Cambiemos, y rozó con su crítica a los empresarios: "Muchos de acá al principio no entendían el sendero gradual". Pese a que lo aguardaban con mucha expectativa, Macri esquivó un análisis puntual sobre el salto del índice inflacionario de septiembre del 1,9%, que se publicó un día antes. "Vamos a seguir con la política gradual", adelantó el Presidente, mirando fijo al auditorio.

Macri está obsesionado con las nuevas tecnologías y su aplicación en la vida pública y privada de la Argentina. En este sentido, adelantó que tiene intenciones de que dos millones de hogares estén conectados a la internet a través de Arsat e insistió en la modernización del Estado. "Necesitamos un Estado conectado, 5G y la internet de las cosas, que es lo que viene".

La presencia de Cristina Kirchner en Mar del Plata no pasó desapercibida para los empresarios. Sin embargo, Macri apenas mencionó una vez a CFK y respecto al peronismo, deslizó que tiene previsto convocarlo para empujar las futuras reformas a la legislación laboral, a los impuestos y al sistema electoral que está vigente.

Cuando a Remy y Goñi ya no les quedaban preguntas en su guión, el Presidente mencionó el resultado de la selección de fútbol argentina frente a Ecuador. "Acá hubiera sido un velorio", dijo, en obvia referencia a una eventual derrota. Y remató: "Esta clasificación nos vino bien. Digo que estamos todos creciendo, aprendiendo".

Después saludó a la audiencia, sonrió y se fue. Mañana tocará timbres en Necochea. La campaña sigue.

Fotos: Adrián Escandar

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