Cristina Kirchner, entre el recuerdo de Néstor, las cábalas y la búsqueda de un pasado de gloria

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La versión 2017 de Cristina Fernández de Kirchner ha mostrado matices un tanto diametralmente diferentes a lo conocido. La primera parte de la campaña, encontró a una CFK en versión "comprensiva", "cercana", "modesta", intentando mostrar un costado de "acompañante terapéutico". En esta última recta, Cristina es un poco más parecida a la original, pero esta vez le agregó toques bien kirchneristas: las cábalas de Néstor. ¿Superstición, necesidad de un recuerdo o la búsqueda de lo que ya no está?

Los ácidos aseguran que ahora "es cabulera" porque ya no sabe a qué aferrarse para ganar. Los más clásicos, sostienen que siempre lo fue: "Toda una vida con Néstor, es imposible que no se haya contagiado". Lo cierto es que Cristina aplicó su amuleto

Esta semana, en Lanús, miró a sus militantes y les preguntó: "¿Se acuerdan de esta camperita?". Señalando la chaqueta de cuero colorada que tenía puesta. Claro, esa misma prenda la utilizó el 27 de abril de 2003, cuando Néstor Kirchner logró forzar el ballotage con Carlos Ménem y de esa manera allanar su camino a la Rosada. En esa ocasión, Néstor también tenía una campera de cuero pero de color marrón. Kirchner la usó en cada elección durante más de 15 años: soló perdió dos (2003 y 2009).

"Al igual que Máxima y Leticia, Cristina decidió en esta campaña rehusar sus looks. Todos los looks vintage que tenía del pasado los empezó a vestir nuevamente", explicó Matilda Blanco, periodista especializada en moda y fuente de consulta de varios protagonistas y referentes de la actualidad Argentina. "Definitivamente la tomó a esa chaqueta como una cábala pero sobre todas las cosas, le gusta", agregó. El uso del rojo, un tono asociado en contra de las malas vibras ha sido muy elegido por Cristina en estas semanas. "Lo que vos te ponés habla de vos mismo. Ella necesita aferrarse a algo que en algún momento fue un sinónimo de éxito y que además tenía a su marido al lado. Se sentía apoyada. Macri usó los mismos zapatos. Hay gente que se aferra a una cábala por inseguridad pero esto tiene que ver también con algo de este cambio de imagen de mostrarse sencilla, la que recicla", explicó Blanco.

El primer acto oficial de Cristina en 2017, que también significó el lanzamiento de Unidad Ciudadana, fue en el estadio de Arsenal. La elección de ese escenario tampoco fue antojadiza. Fue apostar a los viejos caminos. En ese mismo lugar, en 2007, el kirchnerismo anunció la candidatura de CFK, rompiendo interminables meses de incertidumbre que imponía la duda de "pingüino o pingüina" en referencia a Néstor y su esposa. Ese fue el inicio del triunfo del kirchnerismo versión CFK.

Néstor tenía varias cábalas inquebratables y todas tenían que ver con las elecciones. Desde 1991, hasta 2003, inclusive, todas las campañas del ex presidente se cerraron en el gimnasio del colegio Dr. Julio Ladvocat de Río Gallegos. Si bien en el 2003 el acto "oficial" fue en el Monumental, Kirchner se las ingenió para tener su último acto en suelo santacruceño en ese lugar. El día de elección, la rutina siempre fue la misma. Votar y posterior asado, en el taller de Batata Mansilla junto a sus amigos en los que se destacaban el ex puntero todo terreno, Rudy Ulloa y "Cacho" Vázquez, uno de sus mejores amigos, que falleció en 2008.

En las PASO, por problemas de logística según las versiones del kirchnerismo, Cristina no votó. Ahora aseguran que ese error no se volverá a repetir y son un poco más ácidos: "Ahora damos entrevistas y perdemos. Era mejor no hablar".  Quién sabe. Al fin y al cabo, aferrarse a una cábala es también una demostración de inseguridad o no. El debate ya es milenario pero que las hay, las hay.

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