Amaga con quebrarse. Le tiembla un poco la voz. Es la primera vez que lo cuenta frente a una cámara: antes lo había hecho solo frente a un puñado de sus íntimos y algunos periodistas y asesores. "Sentí lo mismo que con (Julio) De Vido. Que por primera vez la Justicia había actuado. Me acordé de algunas personas, que como yo pelearon por esto. Y me acordé de mi hermano, porque también en cierta forma sufrió las consecuencias de la arbitrariedad de (Amado) Boudou, que muestra su cara, no solamente el choreo que siempre tuvo, sino su peor cara como ser humano", dice Graciela Ocaña, primera candidata a diputada del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, a Infobae. Un día antes de la entrevista, realizada el miércoles, el ex vicepresidente se sentó en el banquillo de los acusados en la primera audiencia del juicio oral y público por el caso Ciccone.
– ¿Por qué dice lo de su hermano?
Usted sabe que mi hermano trabajaba en el Congreso…
– Falleció hace unos años…
Falleció, sí, y por eso lo cuento, porque en su momento algún periodista lo supo y yo pedí que no se hiciera público. Mi hermano trabajaba en el Congreso de la Nación desde el regreso de la democracia, desde el '84. Y la obra social del Congreso es conducida por los presidentes de ambas cámaras. Mi hermano tenía una enfermedad terminal y necesitaba un medicamento que debía importarse. Y la obra social que lo atendía se negó a darlo. La verdad que en su momento nosotros pedimos una apelación, y yo fui a hablar con el presidente de la Cámara de Diputados de entonces, el diputado (Julián) Domínguez, porque mi hermano trabajaba en Diputados. Me dijo que seguramente le iban a dar la reconsideración, porque era una droga nueva pero que se estaba utilizando en varios países. Y Domínguez me confirmó que en realidad no le iban a dar la droga porque era mi hermano… Que Boudou no se la iba a dar porque era mi hermano.
– ¿Eso se lo dijo Domínguez?
Exactamente.
– ¿Y le mencionó a Boudou?
Así es. Tuve que presentar un amparo judicial, y por supuesto resultó positivo para mi hermano, que era su ilusión, era lo que podía salvarle su vida. El juez Ariel Lijo, justamente, ordenó que se le diera la medicación. La obra social se negó, tuvo que hacer varias intervenciones el doctor Lijo, y finalmente le dieron la droga. Pero muestra la peor cara. Por eso me acordé mucho de mi hermano. Yo creo que uno puede discutir en política, puede tener diferencias políticas, pero jamás puede utilizar el poder para perjudicar a una persona enferma.
– ¿Alguna vez lo intentó hablar con Boudou o con alguien de su entorno?
La verdad, intenté hablar con alguien de su entorno, que en ese momento estaba en el Senado con él, y me confirmó lo que dijo Domínguez. Me costaba creerlo, porque muestra una etapa, no quiero ser grosera… Todos nos imaginamos que palabra le cabe al señor Boudou.
– ¿Quién cree que puede seguir el camino de Juan Pablo "Pata" Medina, que fue preso en los últimos días?
Yo he trabajado mucho estos temas. Deberían seguir todos aquellos que utilizan la supuesta defensa de los trabajadores para generar emporios y privilegios para sí.
– ¿Por ejemplo?
(Hugo) Moyano, muy parecido al "Pata" Medina. Una serie de sociedades que son las empresas de la esposa las que dan servicios al sindicato y a la obra social. Con lo cual los fondos que los trabajadores aportan para garantizarse su salud terminan en estas empresas que manejan los familiares y de ahí a las casas, autos y el enriquecimiento que tienen estos dirigentes sindicales.
– ¿Se imagina a Moyano preso?
Acá la que tiene que actuar es la Justicia. El Poder Ejecutivo por supuesto que puede aportar la información. Es importante que la Justicia actúe. Acá no se ataca al sindicalismo.